Fallo en el sistema de líneas en el Taylor Fritz vs Karen Khachanov
Un recogepelotas provoca el caos en Wimbledon al fallar el nuevo sistema de IA que sustituye a los jueces de línea
Un fallo tecnológico en el duelo entre Taylor Fritz y Karen Khachanov pone en entredicho el nuevo uso de la inteligencia artificial para cantar las bolas.
Más información: Wimbledon acaba con una tradición 148 años después y afectará a los tenistas y al juego
Wimbledon atraviesa un momento de tensión tecnológica tras un nuevo error del sistema electrónico de líneas introducido esta temporada en el torneo inglés.
En esta ocasión, el protagonista involuntario fue un joven recogepelotas, señalado por la organización como responsable de una secuencia insólita que paralizó el partido de cuartos de final entre Taylor Fritz y Karen Khachanov.
Todo ocurrió en el primer juego del cuarto set, cuando el sistema de línea automática -conocido como Hawk-Eye Live- cantó un "fault" inexistente, pese a que el saque de Fritz había entrado casi un metro dentro de la pista.
La causa: el sistema no había reconocido el inicio del punto porque el recogepelotas aún no había abandonado el área visible de la pista.
La situación generó desconcierto tanto en los jugadores como en el público. El rally había seguido durante tres golpes hasta que la voz automatizada interrumpió con un grito de "fault".
La jueza de silla Louise Azemar-Engzell tuvo que detener el juego y llamar a los árbitros superiores, y el punto tuvo que ser repetido.
Louise Azemar-Engzell, jueza de silla de Wimbledon
El incidente provocó abucheos en las gradas del Centre Court, donde se encontraban celebridades como Sienna Miller, Katherine Jenkins, Jodie Foster o Tom Holland.
El enfado se centró en el sistema tecnológico que, desde este año, sustituyó por completo a los tradicionales jueces de línea, rompiendo con 147 años de historia del torneo.
Desde la organización explicaron que el error fue humano: "El movimiento de saque del jugador comenzó mientras el recogepelotas aún cruzaba la red, por lo tanto el sistema no detectó el inicio del punto", comunicó un portavoz del All England Club.
![Carlos Alcaraz celebrando una de sus victorias en Wimbledon 2025](["https:\/\/s3.elespanol.com\/2025\/07\/08\/deportes\/tenis\/1003743839384_257127143_320x180.jpg"])
Dudas entre los jugadores
El debate no tardó en reavivarse. Khachanov, visiblemente molesto, pidió que se recupere el sistema tradicional.
"Es aterrador dejar que las máquinas tomen todas las decisiones. Yo prefiero tener jueces de línea. Hoy hubo varias decisiones cuestionables", declaró el ruso tras caer eliminado.
En cambio, Fritz respaldó el sistema: "Puede haber errores ocasionales, pero prefiero el sistema electrónico".
"Me gusta no tener que pensar en desafiar decisiones durante los puntos. El balón se canta y punto. Es un sistema mejor", afirmó.
![Evolución de una pista de Wimbledon durante las dos semanas de torneo](["https:\/\/s3.elespanol.com\/2025\/06\/27\/actualidad\/1003743824404_256843617_320x180.jpg"])
Este no ha sido el único fallo del nuevo sistema durante el torneo. En el partido entre Sonay Kartal y Anastasia Pavlyuchenkova, el sistema estuvo desactivado durante más de seis minutos por un error humano, lo que obligó a repetir puntos importantes.
Aunque la organización asegura tener "plena confianza en el sistema", ya se han visto obligados a lanzar revisiones y aplicar actualizaciones urgentes.
Sin embargo, las críticas crecen, sobre todo entre los jugadores británicos como Jack Draper y Emma Raducanu, quienes también han expresado dudas sobre la fiabilidad del sistema.
![Novak Djokovic, durante el partido ante De Minaur en Wimbledon](["https:\/\/s3.elespanol.com\/2025\/07\/08\/actualidad\/1003743839066_257121468_320x180.jpg"])
Desde su implementación inicial en 2018 en torneos menores y su popularización durante la pandemia, el sistema Hawk-Eye Live ha ido ganando terreno en el circuito.
Utiliza 18 cámaras y llamadas automatizadas para indicar si una bola está dentro o fuera, pero estos recientes errores en Wimbledon 2025 han demostrado que la perfección aún queda lejos… y que la intervención humana sigue siendo clave en el tenis más tradicional del mundo.
