Carlos Alcaraz, en el China Open

Carlos Alcaraz, en el China Open ATP

Tenis

Carlos Alcaraz, a la conquista del mercado asiático tras cuatro años sin tenis en China

El tenista de El Palmar juega por primera vez como profesional en Asia y quiere convertirse en la nueva referencia allí tras Federer y Nadal.

28 septiembre, 2023 02:15

La última vez que el circuito de la ATP pasó por Pekín las cosas eran muy diferentes respecto a ahora. Roger Federer estaba en activo y era el 3 del mundo, mientras que Rafa Nadal estaba a punto de asaltar el número 1 por última vez en su carrera. Solo se mantiene igual en cierta medida Novak Djokovic, al frente de la ATP. Era septiembre de 2019, Carlos Alcaraz tenía solo 16 años y estaba jugando sus primeros Challengers.

La pandemia del coronavirus paralizó el mundo, especialmente China. El gigante asiático extremó las medidas sanitarias antiCovid, las cuales no fueron levantadas hasta enero de este año. Entremedias se cancelaron multitud de eventos, entre ellos los torneos de tenis del circuito mundial previstos dentro de sus fronteras. Eso incluyó uno de los Masters 1.000 del calendario, el de Shanghái, y el ATP de Pekín que se retoma esta semana.

Cuatro años después, tras tres cancelaciones de por medio, Pekín vuelve a albergar el China Open y Carlos Alcaraz será su principal reclamo. Para el español, que aterrizó en la ciudad a comienzos de semana, es la primera vez que pisa el país y viaja a Asia para competir como profesional. 

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Territorio desconocido para Alcaraz. El pupilo de Juan Carlos Ferrero decía en su primera comparecencia en China que esta es una parte del circuito que él sintió que "se ha perdido": "Era como diferente, como que faltaba algo. Por fin puedo venir […] Siempre he querido venir aquí y jugar enfrente del público chino y sentir lo que me han dicho que sentían los jugadores, que se vive mucho tenis", subrayó el español.

Alcaraz, idolatrado en Europa y América, donde ha ganado los dos Grand Slam que ha conquistado a sus 20 años (US Open 2022 y Wimbledon 2023), y que ya ha hecho sus primeros pinitos en Oceanía aunque este año se perdiera el Abierto de Australia, quiere conquistar el gran mercado que le queda, el asiático.

A pesar del parón tenístico de cuatro años y de lo que se pueda pensar de un país tan lejano de Europa y Estados Unidos, donde tradicionalmente se mueve el tenis, en China (y Asia en general) este deporte también capta la atención del aficionado. Daniil Medvedev, la principal amenaza que tendrá Carlos en Pekín, aseguraba este miércoles que el torneo "es como un Masters 1.000 o un Grand Slam".

Alcaraz debutará este viernes 29 de septiembre contra el alemán Yannick Hanfmann. Su principal aliciente, además de levantar un trofeo por primera vez en China, es ir restando puntos a Djokovic en el ranking ATP. El serbio renunció a la gira asiática, por lo que todo lo que sume Carlos le irá acercando al campeón del último US Open. La distancia actual es de 3.010 puntos, quitando ya los 250 que perderá Nole por el título que ganó en Tel Aviv en 2022 y este año se disputará en noviembre.

Carlos Alcaraz, junto a su equipo en Pekín

Carlos Alcaraz, junto a su equipo en Pekín Twitter

Pero la presencia de Alcaraz en Pekín y luego en Shanghái, donde se celebra el Masters 1.000 del 4 al 15 de octubre, no hay que entenderla desde el punto de vista meramente deportivo. Carlos llega a Asia por primera vez y lo hace como la estrella que recoge el testigo de Federer, ya retirado; Nadal, que trabaja para tener una despedida en pista previsiblemente en 2024; y un Djokovic que volverá a jugar en París-Bercy.

Alcaraz es el reclamo perfecto sin el Big Three: talentoso con la raqueta y carismático dentro y fuera de la cancha. El gigante asiático es de los países que más dinero reportaban en el tenis, especialmente en el circuito femenino, antes de la pandemia. Carlos tiene la oportunidad de empezar a ganarse a su público y a partir de ahí empezar a conquistar un mercado muy interesante.

Federer y Nadal se lucran en Asia

Eso mismo pensaron Federer y Nadal, quienes no dejaron pasar el interés que despertaban en Asia en su mejor momento. Roger, por ejemplo, dio un volantazo tras romper en 2018 con la marca Nike, con la que estaba vinculado desde 1994, para firmar con la empresa japonesa Uniqlo. Un acuerdo a lo Jordan: 10 años a raíz de 100 millones de dólares.

Federer triplicó el contrato que tenía con Nike y fue él quien se acercó a Uniqlo a sabiendas de lo que movía en Asia. "Obviamente, he estado con Nike durante mucho tiempo y mi contrato ha expirado y he tenido la oportunidad de ver lo que hay ahí fuera. Y nos acercamos de hecho, en nuestro nombre, y preguntamos si [ellos] estarían interesados en trabajar juntos", d¡jo en la presentación del acuerdo. En 2018 firmó, en 2020 recuperó su logotipo personal que hasta entonces se negó a dar Nike y en 2023 se retiró para seguir cobrando 30 millones al año durante todo un lustro.

Roger Federer, durante un acto de la marca japonesa Uniqlo

Roger Federer, durante un acto de la marca japonesa Uniqlo Uniqlo

Nadal optó por otro camino, que fue el de emprender en academias, centros y clubes de tenis. En 2016 abrió la primera Rafa Nadal Academy de Manacor y cuatro años después la segunda en Kuwait, en Oriente Medio. También construyó dos Rafa Nadal Tennis Centre, en dos resorts de México y Grecia, que es un concepto adaptado a complejos hoteleros.

El tercer modelo nació en 2020, el Rafa Nadal Club, que ya existe en Manacor y que en un principio se quiere trasladar por el resto de Europa y en Asia, en ciudades como Shanghái, Dubái y Singapur. "Son mercados que ofrecen más oportunidades que Estados Unidos, al ser un mercado mucho más desarrollado y donde hay más competencia", decía Carlos Costa, responsable de negocio de la Rafa Nadal Academy, en una entrevista con Playbook hace algo menos de tres años. Ahora es el 'fenómeno Alcaraz' el que aterriza en China.