Sinner y Alcaraz se saludan tras la final de Roland Garros.

Sinner y Alcaraz se saludan tras la final de Roland Garros. Reuters

Tenis

Carlos Alcaraz: "A la gente le gusta crear la idea de una falsa fricción entre Jannik Sinner y yo. La basura es lo que vende"

El tenista murciano ha reflexionado sobre su rivalidad con el número 1 del mundo en una entrevista para el FT y en la que confiesa los pequeños caprichos que se da después de cada torneo.

Más información: La hoja de ruta de Alcaraz para destronar a Sinner como nº1 del mundo: Cincinnati y el US Open como citas clave para redimirse

D.S.
Publicada
Actualizada

Con el mismo desparpajo y naturalidad con la que se mueve en la pista, Carlos Alcaraz se desenvuelve ante los micrófonos para mostrar el carácter desenfadado de la next generation del tenis mundial.

El número dos del ranking ATP ha concedido una entrevista en el medio británico Financial Times en la que resalta la importancia de no ser demasiado duro consigo mismo en su tiempo libre, o en la que critica los discursos tendenciosos que tratan de dibujar una supuesta enemistad con su gran rival generacional, Jannik Sinner.

El tenista murciano ha confesado que, cuando el calendario lo permite, sigue viviendo en casa de sus padres, aunque su obsesión por las zapatillas y el ritmo al que conquista trofeos les están creando un problema de espacio.

"Soy un fanático de las zapatillas. Me encantan. Mi madre me regaña porque vuelvo de cada torneo con más zapatillas y me dice que no queda espacio, que no traiga más. También tengo trofeos en mi habitación y en el salón, pero estamos buscando más espacio. Por ejemplo, el del Queen's Club no me lo llevo, que es enorme", contesta entre risas.

Para él, aunque se pasa el año viajando de torneo en torneo, nada le llena de energía como volver a El Palmar.

"Mis viejos amigos son los verdaderos, porque estaban ahí cuando uno no era nadie y el tenis era solo una afición. Cuando estoy con ellos, me siento normal: ni soy tenista, ni soy famoso. Vuelvo a mi infancia y eso es bonito", confiesa.

Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, tras la final de Wimbledon 2025

Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, tras la final de Wimbledon 2025 Reuters

El circuito del tenis profesional, eso sí, también permite hacer amistades, según explica. Alcaraz lamenta que a menudo se intente crear una enemistad ficticia entre él y el número uno del mundo, Jannik Sinner.

Alcaraz califica de "conversaciones basura" las informaciones y debates que aparecen en los medios de comunicación y las redes sociales, aunque se resigna a aceptar que eso es "lo que vende" y prefiere no hacerle mucho caso.

“Las conversaciones basura llaman mucho la atención. A la gente le gusta mucho la idea de que haya fricción entre nosotros. Pero aunque el tenis es un deporte individual y tengamos grandes batallas en la cancha, pero fuera de ella intentamos ser buenas personas y llevarnos bien. A veces entrenamos juntos y eso va forjando una bonita relación", confiesa.

Preguntado por la referencia del big three formado por Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal, Alcaraz califica al trío como "extraterrestres", aunque con cinco Grand Slams en su palmarés con solo 22 años, el murciano va camino de hacer historia en el tenis.

Además de por su talento, Alcaraz despierta la simpatía de muchos aficionados por su carácter tranquilo y desenfadado sobre la cancha. Lejos de la frialdad de algunos de sus rivales, le gusta dar espectáculo y sonreír cuando consigue un buen punto.

Durante la entrevista, le recuerdan a Alcaraz que los jugadores actuales tienen hábitos muy estrictos y rara vez se dan caprichos para celebrar sus éxitos.

El hecho de que Alcaraz se tomase unos días de vacaciones en Ibiza o se le viese saliendo de fiesta después de ganar Roland Garros, despertó mucha curiosidad en el mundo del tenis.

Alcaraz celebra un punto en la final de Wimbledon.

Alcaraz celebra un punto en la final de Wimbledon. Reuters Reuters

Mientras otros como Djokovic o Sinner han confesado darse pequeños placeres, como comer chocolate o una hamburguesa tras conquistar un gran título, Alcaraz se muestra más laxo.

"Me como una hamburguesa antes, durante o después de un torneo. Y siempre me permito un postre, no tengo problema por comer un poco de chocolate. Si gano un título, vuelvo a casa. La comida de mi madre es la mejor. Y bebo champán o Coca-Cola, sin exagerar, claro", confiesa.

Alcaraz pide que no se le califique como el "heredero" de Rafa Nadal y, aunque se siente privilegiado por las comparaciones, manifiesta que su generación "no tiene la obligación de repetir los éxitos" de la pasada y que la presión por hacer lo que ellos hicieron "les puede devorar".

Sobre sus aficiones, admite que le "encanta jugar al golf". Confiesa que ha jugado (y perdido) contra exjugadores como Rafa Nadal o Andy Murray, o contra rivales actuales como Casper Ruud, que también le ganó. "Buscaré venganza en la cancha de tenis, claro que sí. La próxima vez que juegue contra él, recordaré que me ganó al golf y le pegaré más fuerte a la pelota".