Marc Márquez celebra su victoria en el GP de la República Checa 2025

Marc Márquez celebra su victoria en el GP de la República Checa 2025 Reuters

MotoGP

Marc Márquez rompe moldes de la mano de Ducati y convierte 2025 en su año más demoledor en MotoGP

Su dominio incontestable lo sitúa como favorito absoluto al título, con más de 100 puntos de ventaja y un equipo que tiembla ante los bonus que aún le debe.

Más información: Marc Márquez se va de vacaciones con medio título en el bolsillo: quinta victoria consecutiva en Brno

Publicada

Marc Márquez no ha vuelto. Simplemente, ha resurgido con una fuerza que MotoGP no había visto jamás.

Tras años marcados por las lesiones, las operaciones y la duda, el piloto de Cervera ha convertido su primera mitad de temporada con Ducati en una exhibición sin precedentes, pulverizando rivales, récords y estadísticas a su paso.

A los mandos de una Desmosedici GP25 que parece hecha a medida, Márquez suma 381 puntos de 444 posibles, con 19 victorias en 24 carreras (11 en sprint, 8 en carrera larga) y ocho fines de semana perfectos con los 37 puntos en juego.

El adiós a Honda

La decisión de abandonar Honda, con todo lo que implicaba renunciar a un sueldo histórico, fue tan arriesgada como premonitoria.

Márquez sabía lo que hacía. Su paso intermedio por Gresini sirvió como etapa de adaptación, pero desde los test de Aragón quedó claro que algo grande se gestaba.

"El equipo me ha dado confianza y desde la primera carrera me he sentido competitivo", reconocía el '93'.

Esa confianza se ha transformado en una tiranía sobre el asfalto. Ni su hermano Álex, ni Bagnaia, ni siquiera Jorge Martín, vigente campeón, han sido capaces de aguantar el ritmo del catalán.

La clasificación no miente: Márquez aventaja en 120 puntos a su hermano y en 168 a Bagnaia, cifras que rozan lo insalvable.

Un estilo renovado

Lo más impresionante del dominio de Márquez no es solo su estadística, sino cómo ha cambiado su forma de pilotar.

Tras la gravísima lesión en el brazo derecho, que le obligó a pasar hasta cuatro veces por el quirófano, su agresividad natural se ha moderado.

En su lugar, ha aparecido un piloto más fino, más calculador, más preciso, sin perder un ápice de competitividad.

Marc Márquez celebra su victoria en el GP de los Países Bajos 2025

Marc Márquez celebra su victoria en el GP de los Países Bajos 2025 Reuters

"Ya no puedo pilotar muchas vueltas de forma agresiva, he tenido que adaptarme a mi nueva condición física. Pero cuando voy más fino, voy más rápido. Me gusta ese estilo, es menos exigente y más efectivo", explicó el propio Márquez.

El miedo a una nueva lesión es lo único que le inquieta. "Ese es mi mayor temor", confesó en una rueda de prensa tan sincera como reveladora.

Pero a nivel mental, Márquez está mejor que nunca. Ha aprendido a dosificar esfuerzos, a no jugar siempre al límite, a mantener la concentración incluso cuando lidera el Mundial por más de tres Grandes Premios completos.

Los récords y el título

A pesar de que cada semana bate algún récord nuevo, Márquez insiste en que su prioridad no son las cifras, sino el título: "No me importan los récords, solo quiero volver a ser campeón del mundo".

Su única obsesión es mantener la intensidad y evitar errores como el de Austin, donde un despiste le costó el cero más doloroso del año.

"Sé que este Mundial solo lo puedo perder yo", sentenció con franqueza. Y lo cierto es que, a tenor de su rendimiento, solo un accidente o una lesión podrían arrebatarle el que sería su noveno título mundial, empatando así con Valentino Rossi en el palmarés histórico.

El problema de Ducati

El otro gran damnificado -o afortunado, según se mire- de esta racha gloriosa es Ducati, que apostó fuerte por Márquez… y ahora paga las consecuencias en forma de primas millonarias.

El contrato del español incluye 150.000 euros por victoria dominical y 40.000 euros por sprint, además de 80.000 por cada segundo puesto y 40.000 por cada tercero.

Solo en la primera mitad del campeonato, ya ha embolsado 1,38 millones de euros en bonus. Y si mantiene el ritmo, podría superar los tres millones solo en primas de podio.

A eso se sumaría otro bonus de tres millones si se proclama campeón del mundo. Ducati le paga entre 12 y 14 millones de salario base, pero el total podría superar los 20 millones al final del año.

¿Campeón antes del final?

A falta de diez Grandes Premios y con más de 100 puntos de margen, muchos ya calculan cuándo podría coronarse campeón.

Él lo evita: "No quiero pensar en dónde cerrar el título, solo mantener la concentración. Ya intenté cerrarlo pronto en 2014 y me caí en Misano y Aragón. Esta vez no cometeré ese error".

Por ahora, solo piensa en Austria, próxima cita tras el parón. Allí buscará el sexto doblete consecutivo. Y si lo logra, Ducati tendrá que volver a abrir la caja fuerte.