Lawrence Stroll abrazando a Fernando Alonso

Lawrence Stroll abrazando a Fernando Alonso Europa Press

F1

Aston Martin deja de ser dueño del equipo de Fórmula 1 y vende sus acciones a este magnate: ¿Cambiará algo en la escudería?

La histórica firma británica se desprende de su parte accionarial en la F1 para ganar liquidez, pero mantiene su vínculo con la categoría como patrocinador.

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La historia entre Aston Martin y la Fórmula 1 entra en una nueva etapa tras la confirmación oficial de la venta de su participación en el equipo que compite bajo su nombre.

La compañía automotriz, Aston Martin Lagonda Global Holdings, ha decidido desprenderse de las acciones que poseía en Aston Martin Performance Technologies, la entidad que gestiona al equipo de F1, para recuperar liquidez y encarar una profunda reestructuración financiera.

Aunque la participación era minoritaria y sin influencia directa en la toma de decisiones del equipo, el movimiento marca un antes y un después en la vinculación formal de la marca con el gran circo.

A pesar de esta venta, el nombre de Aston Martin continuará en la parrilla gracias a un contrato de patrocinio de larga duración, vigente hasta 2030, lo que garantizará su presencia al más alto nivel del automovilismo.

La operación viene acompañada de una inversión adicional por parte de Lawrence Stroll, quien no sólo comprará las acciones de la automotriz en el equipo de F1, sino que además incrementará su participación en el capital de Aston Martin Lagonda Global Holdings del 27,7% al 33%, con intención de llegar incluso al 35%.

Este movimiento ha requerido una excepción especial a la normativa bursátil británica, que obliga a presentar una oferta de adquisición total si se supera el umbral del 30%.

Andrew Vizard, Chris Cronin y Fernando Alonso, en el GP de Australia

Andrew Vizard, Chris Cronin y Fernando Alonso, en el GP de Australia Aston Martin

Stroll, empresario canadiense y presidente ejecutivo de la compañía desde 2020, ha invertido más de 720 millones de euros en Aston Martin desde su llegada, con el objetivo de devolverle la solidez perdida.

"Estoy comprometido en garantizar la creación de una plataforma estable a largo plazo", aseguró en el comunicado oficial, subrayando que esta operación refleja su apoyo absoluto al futuro de la marca, tanto dentro como fuera de las pistas.

Un nombre sin propiedad

La decisión de vender las acciones no supondrá, en principio, ninguna transformación estructural dentro del equipo de F1.

En realidad, Aston Martin F1 ha operado de forma independiente desde su creación, con sus propios responsables y estrategia deportiva.

El vínculo con la firma automovilística siempre fue más simbólico que operativo, sustentado principalmente en el acuerdo de naming y patrocinio.

De hecho, Lawrence Stroll ha querido enfatizar que este acuerdo de patrocinio "consolida la relación existente entre Aston Martin y el equipo Aston Martin F1", despejando dudas sobre una posible desvinculación a medio plazo.

Mientras tanto, la venta generará más de 125 millones de libras esterlinas (unos 150 millones de euros) de liquidez, clave para la firma en un contexto de debilidad financiera y nuevas amenazas, como los aranceles a las importaciones de automóviles impuestos por Donald Trump.

Temporada 2026

La escudería de Silverstone se encuentra inmersa en un año de transición. Aunque sigue desarrollando el AMR25, el monoplaza de la temporada actual, la dirección técnica ha decidido volcar buena parte de sus recursos en el coche de 2026, fecha en la que entra en vigor el nuevo reglamento técnico de la Fórmula 1.

Con nuevos motores, distinta aerodinámica y combustibles sintéticos, será un punto de inflexión en el campeonato.

Ben Fitzgerald, director de operaciones, ha detallado que el cambio de enfoque al coche de 2026 se producirá entre mayo y junio, cuando los primeros componentes pasen del diseño a la fabricación.

"Ya estamos produciendo un chasis de prueba para 2026. La carcasa principal de carbono se está mecanizando actualmente y se laminará en cinco semanas", explicó.

El banco de pruebas de la caja de cambios también se encuentra operativo en el AMR Technology Campus.

Newey toma el timón

Uno de los grandes nombres que marcarán el rumbo de Aston Martin en esta nueva era es Adrian Newey, considerado el mejor ingeniero de la historia de la F1.

Aunque su incorporación a la estructura ha sido reciente, su rol estará centrado casi exclusivamente en el monoplaza de 2026, el AMR26, donde podrá imprimir su sello desde cero.

Andy Cowell, CEO del equipo, fue claro en su diagnóstico: "Hemos tomado la decisión de priorizar 2026. El coche de este año recibirá actualizaciones, pero Newey se centrará en el futuro. Ahí es donde puede marcar la diferencia".

No se descarta que el británico intervenga puntualmente en el desarrollo del AMR25, aunque las expectativas sobre el monoplaza actual han caído tras un arranque decepcionante de temporada.

2025, un año de supervivencia

Actualmente, Aston Martin ocupa la séptima posición en el campeonato de constructores con 10 puntos, todos sumados por Lance Stroll. Fernando Alonso, por su parte, todavía no ha podido terminar una carrera.

El rendimiento del AMR25 está por debajo de lo esperado y eso ha empujado al equipo a priorizar el futuro a medio plazo antes que los resultados inmediatos.

La situación no es exclusiva de Aston Martin. Con un calendario de 24 Grandes Premios y un límite presupuestario estricto, todos los equipos se enfrentan a la disyuntiva de cómo repartir sus recursos entre el presente y la revolución de 2026.

La diferencia está en que los equipos más retrasados tienden a asumir más riesgos, conscientes de que tienen poco que perder y mucho que ganar en el nuevo ciclo técnico.

Adrian Newey y Lawrence Stroll, en la presentación del ingeniero como nuevo miembro de Aston Martin

Adrian Newey y Lawrence Stroll, en la presentación del ingeniero como nuevo miembro de Aston Martin Aston Martin

Un proyecto que se renueva

La venta de acciones por parte de Aston Martin Lagonda no supone un cambio en la estructura competitiva del equipo de Fórmula 1.

Con Lawrence Stroll al frente y una inversión sostenida en infraestructuras, personal técnico y desarrollo de monoplazas, el equipo mantiene intactas sus ambiciones deportivas.

La llegada de Honda como proveedor de motores a partir de 2026 y la figura clave de Adrian Newey al timón del diseño confirman que el proyecto de Stroll va más allá de una simple operación financiera.

El objetivo es claro: convertirse en un contendiente serio al campeonato cuando arranque la nueva era de la Fórmula 1.

Por tanto, aunque el escudo de Aston Martin ya no represente una participación accionarial, seguirá siendo una parte visible y activa en la máxima categoría del automovilismo, gracias a un acuerdo de patrocinio que asegura su presencia —al menos— hasta el final de la década.

En paralelo, Lawrence Stroll fortalece su dominio sobre la marca y sobre la escudería, apostando por una visión a largo plazo que podría rendir frutos en la temporada 2026.