Celebraciones de aficionados argentinos en El Obelisco de Buenos Aires

Celebraciones de aficionados argentinos en El Obelisco de Buenos Aires EFE

Mundial de fútbol 2022 ARGENTINA - FRANCIA

Las calles de Argentina se convierten en una inmensa discoteca tras el triunfo en el Mundial: "Esto nos une"

EL ESPAÑOL vivió la celebración de la afición albiceleste desde la capital del país con la que pusieron fin a la sequía de 36 años sin tocar el título.

18 diciembre, 2022 21:00
Buenos Aires

Argentina entera ha estallado de alegría, este domingo, por la conquista del Mundial de Fútbol Qatar 2022. Tras el penalti del triunfo, multitud de ciudadanos eufóricos han saltado a las calles y se agolpaban en el Obelisco –centro de Buenos Aires- y en cientos de ciudades del país.

Vestidos con camisetas y sombreros albicelestes, centenares de miles de personas saltaban, cantaban y bailaban sobre el asfalto, como si estuvieran en una discoteca: "Esto es una fiesta que nos une a todos, por fin dejamos de lado el odio de la política que tanto nos divide", se ilusionaba Jorge Baralle en declaraciones a EL ESPAÑOL.

"Olé, olé, olé, olé, olé, olá, soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar", era el cantito de victoria que brotaba de los labios de hombres, mujeres y niños. Y en el aire también resonaban los versos y la música del himno mundialista  "Muchachos, ahora nos volvimos a entusiasmar".

[Argentina, campeona del mundo al vencer a Francia en los penaltis tras una final para la Historia]

"Fue un triunfo heroico porque se sufrió hasta el final y eso lo hace más valioso", juzgó Enrique Koan, un joven de 29 años, a EL ESPAÑOL, que se puso de los nervios en el desenlace por penaltis: "No quise verlos, me arrodille en el suelo, de espaldas al televisor, y rogué al cielo".

El Mundial de Fútbol 2022 realizado en Qatar era la última oportunidad que tenía el astro Lionel Messi, de 35 años, para cumplir el sueño de alzar la copa de oro macizo, pues dada su edad difícilmente volverá a jugar otra edición del máximo certamen del balompié. Ya lo había intentado sin conseguirlo en los anteriores cuatro campeonatos mundiales: Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014, y Rusia 2018. Casi se le dio en el Maracaná de Río de Janeiro donde Argentina jugó la final contra Alemania y en tiempo suplementario perdió 0-1.

Quiso el destino que este domingo sí se cumpliera su gran ilusión al vencer 'la Scaloneta' –apodo popular al seleccionado dirigido por el técnico Lionel Scaloni- 4-2 por penaltis a Francia, con quien hasta ahora compartía la paridad en copas conquistadas. Argentina fue campeón en 1978 y 1986, Francia en 1998 y 2018.

El cántico de moda

La pasión de los argentinos por el fútbol, se sabe, es cuasi religiosa. Casi todo el país se ha paralizado y ha seguido por televisión el partido en el estadio qatarí Lusail (a mediodía hora argentina). Los supermercados adelantaron el horario –¡abrieron a las 6 de la mañana!- y cerraron antes de las 12.

[Las mejores imágenes de la final del Mundial de Qatar entre Argentina y Francia]

En el Obelisco, plazas, paseos, bares y restaurantes pusieron pantallas gigantes para que el público se agolpara a disfrutar la final. Los goles se gritaron a coro y la cábala era besar al parroquiano que te tocaba de vecino con cada conversión. Muchos elevaban la mirada al cielo y rogaban a 'D10S' o 'San Maradona' para que ilumine a la 'Albiceleste'.

Aficionados de Argentina celebran el Mundial en el Obelisco de Buenos Aires

Aficionados de Argentina celebran el Mundial en el Obelisco de Buenos Aires EFE

Los argentinos han definido su estado de éxtasis con la expresión "estar re manija". Según la Academia Argentina de Letras significa sentirse "muy excitado o entusiasmado por algo".  La fiebre mundialista se vivía en todo sitio y a toda hora. Por ejemplo, en un autobús alguien arrancaba a cantar "Vamos, vamos… Argentina" y el resto le seguía.  

En el Obelisco, una multitud celebraba una fiesta popular cantando el ya clásico: "Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial". Se trata de uno de los versos del himno mundialista compuesto para esta Copa, que se cantó hasta en los monasterios (ver video) y dice así:

Muchachos, Ahora Nos Volvimos a Ilusionar

En Argentina nací

Tierra del Diego (Maradona) y Lionel

De los pibes de Malvinas

Que jamás olvidaré

No te lo puedo explicar

Porque no vas a entender

Las finales que perdimos

Cuantos años la lloré

Pero eso se terminó

Porque en el Maracaná

La final con los brazucas (brasileños)

La volvió a ganar papá

Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar

Quiero ganar la tercera

Quiero ser campeón mundial

Y al Diego

Desde el cielo lo podemos ver

Con (sus padres) Don Diego y La Tota

Alentándolo a Lionel

Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar

Quiero ganar la tercera

Quiero ser campeón mundial

Y al Diego

Desde el cielo lo podemos ver

Con Don Diego y La Tota

Alentándolo a Lionel, y ser campeones otra vez, y ser campeones otra vez.

De Maradona a Messi

El furor de los argentinos por 'la Scaloneta' ha impulsado esa canción al podio de las más escuchadas, con 3,9 millones de reproducciones diarias en la plataforma 'Spotify'. Hasta el hijo primogénito de Messi, Thiago, de 10 años, escribió una carta a amigos y la encabezó con los versos "en Argentina nací, tierra de Diego (Maradona) y Lionel...".

'Muchachos' encabezaba el ranking por delante de canciones tan populares como 'La Bachata' de Manuel Turizo, 'Cómo chilla ella' de YSY A, 'Dos Besitos' de La Joaqui, 'Punto G' de Quevedo y 'Quevedo: Bzrp Mussic Sessions Vol. 52' de Bizarrap y Quevedo. "No es para nada sorprendente dado que es notable que la fiesta de la Argentina contagia en calles de Doha y del mundo", comunicó 'Spotify'.

El chalé que pertenecía a Maradona en el barrio de Villa Devoto es ahora propiedad de un empresario, que abrió las puertas de la casa para festejar. Un millar de forofos copaban el lugar y veneraban una imagen de 'D10S' ubicada junto a una réplica de la copa mundialista y una virgen de Luján.

[Leo Messi y su Mundial soñado: "Sabía que Dios me lo iba a regalar"]

En medio del delirio de los hinchas argentinos en las calles y las plazas por 'la Scaloneta' no olvidaron a su prócer futbolístico nacional. Abundaban los carteles con la imagen del fallecido astro Diego Maradona besando la copa mundialista y la leyenda "D10S es argentino".

Si Maradona ha sido 'D10S' ahora Messi es el 'Messías' (así lo apodan los relatores futbolísticos). Su currículum impresiona por donde se lo mire. Batió el récord de partidos en mundiales: 26. En 18 años de carrera, acumuló 1.002 encuentros, 791 goles, 350 asistencias, 42 títulos y 78 premios (7 Balones de Oro incluidos), además de innumerables récords futbolísticos.

Un aficionado de Argentina celebra el título en el Mundial con una bandera albiceleste con Maradona y Messi

Un aficionado de Argentina celebra el título en el Mundial con una bandera albiceleste con Maradona y Messi EFE

En Qatar quedó segundo goleador (7) detrás del francés Kylian Mbappé (8) y también la de asistencias con Antoine Griezmann (Francia), Bruno Fernandes (Portugal) y Harry Kane (Inglaterra), todos con (3). Además, fue elegido por la FIFA como el Jugador del Partido en cinco ocasiones (México, Australia, Países Bajos, Croacia y Francia), con lo que igualó la marca que él mismo había logrado en Brasil 2014 y el neerlandés Arjen Robben en Sudáfrica 2010.

Al jugar su quinto Mundial completo igualó en esa marca al alemán Lothar Matthäus; los mexicanos Antonio Carbajal, Rafael Márquez, Andrés Guardado y Guillermo Ochoa; el italiano Gianluigi Buffon y el portugués Cristiano Ronaldo.

[Qatar se adueña de la foto de Leo Messi: le obligan a ponerse una túnica para recoger la Copa del Mundo]

A pesar del impresionante palmarés, el propio Messi y sus fans están conscientes de que este campeonato global ha sido el del adiós. "Seguramente sea mi último Mundial. Faltan muchos años para el siguiente y no creo que me dé", vaticinó el ídolo.

A diferencia de Mundiales anteriores en que el Gobierno de turno quiso ganar popularidad aproximándose al seleccionado, esta vez la Casa Rosada escogió un discreto segundo plano. El propio Presidente argentino, Alberto Fernández, rechazó sendas invitaciones del Gobierno de Qatar y del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, para viajar al país árabe y presenciar la final.

"Gracias a jugadores y equipo técnico. Son el ejemplo de que no debemos bajar los brazos. Que tenemos un gran pueblo y un gran futuro", manifestó el Presidente Alberto Fernández en su cuenta de Twitter. Y la vicepresidenta, Cristina Fernández viuda de Kirchner, también reaccionó en la red social: "Gracias infinitas capitán… A usted, al equipo y al cuerpo técnico, por la enorme alegría que le han regalado al pueblo argentino. Y un saludo especial después de su maradoniano 'andá pa'allá, bobo', con el que se ganó definitivamente el corazón de los y las argentinas".

Celebraciones en el Obelisco de Buenos Aires tras el Mundial ganado por Argentina

Celebraciones en el Obelisco de Buenos Aires tras el Mundial ganado por Argentina EFE

Argentina parecía explotar de júbilo este domingo mientras cuenta las horas que faltan para el regreso de 'la Scaloneta' a Buenos Aires y darle un baño de masas. En 1986, el seleccionado campeón del Mundial, con Maradona a la cabeza, se asomó por el balcón de la Casa Rosada –el símbolo del poder político en Argentina- y saludó a la multitud congregada en la plaza de Mayo.

[Las lágrimas de Di María en la final del Mundial: el reflejo de la emoción de toda Argentina]

Resta por verse si Messi y sus compañeros quieren imitar aquel gesto omnipotente de 'D10S', que cuando falleció en 2020 fue velado en la Casa Rosada, o prefieren una celebración sencilla, rodeados del afecto y las carantoñas de la gente.

Desde el Vaticano, el Papa Francisco, fanático del fútbol y en concreto hincha del club argentino San Lorenzo, dejó su mensaje. "Nuestros mejores deseos a los campeones, pero les invito a vivirlo con humildad. Y a los que no ganen, a vivirlo con alegría", declaró en una entrevista con la televisión italiana Canale 5. "El valor más grande no es ganar o no ganar, sino jugar limpio", opinó.