Batalla campal durante el partido que enfrentó al Real Oruro y Blooming. Captura de redes sociales
La batalla campal en un partido termina con 17 expulsiones: la policía intervino con gas pimienta y gases lacrimógenos
Lo que comenzó como un cruce verbal creció rápidamente hasta transformarse en un caos en la zona cercana a los vestuarios en un partido de los cuartos de final de la Copa Bolivia.
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El fútbol boliviano ha protagonizado uno de sus episodios más vergonzosos y violentos que se recuerdan en mucho tiempo. El duelo de vuelta por los cuartos de final de la Copa Bolivia, entre Real Oruro y Blooming, derivó en un descontrol generalizado que ya figura entre los capítulos más oscuros del deporte nacional.
El conflicto estalló tras el pitido final del árbitro Renán Castillo. Una acalorada discusión entre jugadores y miembros del cuerpo técnico de Blooming encendió la reacción del equipo local. En cuestión de segundos, la tangana se convirtió en una batalla campal imposible de controlar.
Lo que comenzó como un intercambio verbal terminó degenerando en un enfrentamiento físico en la zona de los vestuarios, lo que obligó a la Policía a intervenir.
¡UNA PATADA DE TERROR! 😱
— Deporte Total (@deportetotal_bo) November 26, 2025
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Durante la pelea en Oruro, las camaras captaron una terrible patada que propinó Marcelo Robledo a un miembro del Cuerpo Técnico de Blooming. ¡MUY FUERTE! 👇😰 pic.twitter.com/PTKe6GYS3F
Las cámaras registraron cómo la violencia se propagó por distintos sectores del estadio Jesús Bermúdez.
Mientras el técnico de Blooming, Mauricio Soria, intentaba contener a algunos futbolistas, en otras áreas ya se producían empujones y golpes entre jugadores y miembros de los cuerpos técnicos de ambos clubes. En cuestión de segundos, la situación se volvió inmanejable.
Entre los protagonistas del altercado estuvieron los futbolistas de Real Oruro, Julio Vila y Sebastián Zeballos, quienes se enfrentaron directamente con jugadores de Blooming.
La tensión escaló al punto de que la Policía debió lanzar gases lacrimógenos y gas pimienta, afectando incluso a personas que no participaban en los incidentes.
El saldo del tumulto incluyó varios heridos. El entrenador de Real Oruro, Marcelo Robledo, fue agredido por personal del club cruceño y terminó hospitalizado.
En Blooming, un miembro del área de logística sufrió una fractura facial que requirió intervención quirúrgica.
Importantes consecuencias
El acta arbitral reflejó la magnitud del escándalo: 17 expulsados entre jugadores, entrenadores y personal médico. Ahora, las autoridades disciplinarias deberán determinar las sanciones, que podrían ir desde largas suspensiones hasta multas severas.
Las imágenes de la trifulca se viralizaron rápidamente, generando un fuerte repudio público y dejando al descubierto una jornada completamente alejada del espíritu deportivo.