El presidente del Barça, Joan Laporta, y el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, durante el Inter-Barça

El presidente del Barça, Joan Laporta, y el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, durante el Inter-Barça

Fútbol CHAMPIONS LEAGUE

En busca del tesoro perdido: la Champions como quebradero de cabeza para el Barça y vía de escape para Laporta

El título se le resiste a los culés desde hace más de diez años, y también planea la sombra del Camp Nou como la otra gran incógnita de esta competición.

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Mucho ha llovido desde que el Fútbol Club Barcelona levantó su última Champions League. Hay que echar la vista atrás más de una década para recordar aquel 6 de junio de 2015 en el que los culés vencieron a la Juventus para alzar su última 'Orejona'.

Desde entonces, ha habido muchísimas más sombras que luces para el Barça en Europa. Cuesta todavía olvidar aquellas dos temporadas consecutivas, con Xavi Hernández al frente, en las que el equipo ni siquiera superó la fase de grupos.

La situación, no obstante, se ha ido revirtiendo en los últimos años y ya el pasado curso los catalanes estuvieron muy cerca de sentir lo que es volver a jugar una final europea. Tan sólo aquella eliminatoria ante el Inter de Milán gobernada por la más absoluta locura les apartó de llegar al último paso.

El Barça, durante su partido contra el Valencia disputado en el Johan Cruyff

El Barça, durante su partido contra el Valencia disputado en el Johan Cruyff EFE

Desde aquel 2015 el Barça ha ganado Ligas, Copas, Supercopas y hasta el Mundial de Clubes. No el nuevo, sino el anterior formato. Pero desde entonces la copa más cotizada, la que permite mirar por encima del hombro en el continente, no ha vuelto a entrar a las vitrinas. En el Real Madrid, por el contrario, sí que lo ha hecho en varias ocasiones.

Por eso la Champions sigue siendo la asignatura pendiente del Barça y hoy mismo comienza un nuevo asalto al título que nadie sabe si terminará con éxito. Todo ello, mientras la sombra del Camp Nou sigue planeando y dándole quebraderos de cabeza a Joan Laporta.

Con optimismo

No hay motivos para que el barcelonismo no esté ilusionado con el asalto a Europa esta temporada. Lo sucedido el año pasado le demostró al equipo que está preparado para volver a luchar por las cotas más altas, y la forma en la que ha empezado este curso también invita al optimismo.

Por el momento, el equipo de Hansi Flick está invicto en La Liga y sigue muy de cerca el rastro del Real Madrid en lo más alto de la clasificación.

El Barça comenzó con un paseo triunfal ante el RCD Mallorca, y aunque pasó más apuros ante el Levante y el Rayo Vallecano, la última goleada por 6-0 ante el Valencia vuelve a ser un soplo de aire fresco.

Los azulgranas confirmaron su buen momento incluso sin la presencia de sus mejores jugadores en el once inicial. Ni Raphinha ni Lamine Yamal fueron de la partida, tampoco Lewandowski, pero aún así demostraron una solvencia espectacular para salir del paso sin apenas esfuerzo antes de empezar la Champions.

El calendario no es tampoco excesivamente duro en esta fase inicial. Newcastle, Olympiacos, Brujas, Eintracht de Frankfurt, Sparta de Praga y Copenhague aparecen como víctimas perfectas para sumar los puntos necesarios como para avanzar directamente a octavos de final. Más difícil lo pondrán PSG y Chelsea.

El dilema del Camp Nou

Sin embargo, entre tanto optimismo deportivo aparece la historia de nunca acabar que tiene nombre propio. El Camp Nou. Una y otra vez la fecha de regreso a casa se va retrasando y parece que nunca va a llegar el momento de volver a la normalidad.

Ya la temporada pasada la directiva prometió en balde varias fechas de vuelta al Camp Nou, pero por supuesto ninguna de ellas se llegó a cumplir. El retraso en las obras es evidente, pero aun así Joan Laporta se empeñó una y otra vez en prometer que la afición iba a poder estar en 'casa' antes de tiempo.

Ahora, salvo milagro de última hora, el Barça tendrá que volver a jugar la Champions League lejos de Les Corts. Los culés arrancan fuera de casa para tener algo más de margen, pero Montjuïc se dibuja como el escenario más plausible para albergar al menos los encuentros de esta fase inicial.

UEFA, en cualquier caso, permite antes de los cruces directos hacer un único cambio de estadio, por lo que si todo va bien en octavos de final el Barcelona podría estar en el Camp Nou. Aunque a estas alturas ya nadie es capaz de prometer nada.

Se juntan, por lo tanto, los dos grandes quebraderos de cabeza para Joan Laporta. El Camp Nou y la Champions League.