El éxito del Mundial de Clubes se queda a medias en el estreno: sin lleno para ver a Messi a pesar de la bajada de precios

El Inter de Miami y el Al Ahly abrieron el telón al Mundial de Clubes. Un torneo cuya expectación era una de las incógnitas y que dejó luces y sombras en el estreno de Leo Messi. Acabó habiendo una gran entrada en el Hard Rock Stadium, pero no se llegó al lleno a pesar de todos los intentos de la FIFA.

Y es que en los últimos días las entradas de los encuentros se habían rebajado hasta en un 84% de su precio inicial fruto de la escasa demanda de los aficionados.

Desde que se pusieron a la venta en diciembre, los boletos más baratos pasaron de 306 euros a tan solo 50 euros, las entradas “premium” pasaron de 525 euros a 125 euros y las “VIP” de 725 euros a 260 euros.

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Una medida para salvar la imagen del torneo y que se tomó en vistas a un 'fiasco' en cuanto a la asistencia del público. Se salvó con una gran entrada, pero no hubo aforo completo para ver al equipo anfitrión y a uno de los futbolistas más mediáticos del torneo.

Hasta la rebaja de precios se habían vendido únicamente 25.000 de las 65.000 entradas disponibles. Un dato muy pobre que preocupó mucho a la FIFA. Sin embargo, se maquilló con éxito, pero con un beneficio económico mucho menor para el máximo organismo internacional.

Sin goles

Fueron Inter de Miami y Al Ahly quienes dieron el pistoletazo de salida al Mundial de Clubes y lo hicieron con un duelo que acabó sin goles. Hubo ocasiones, pero las exhibiciones de Óscar Ustari y Mohamed El-Shenawy hicieron que no se moviera el marcador.

El portero del cuadro estadounidense sostuvo a los suyos con un penalti detenido al borde del descanso y con una colección de siete paradas más. Por su parte, el meta del conjunto egipcio también desbarató las acometidas de Leo Messi.

La más importante llegó prácticamente en el último minuto. Messi botó un córner en corto, volvió a recibir el cuero cerca del pico del área y se sacó un disparo que cerca estuvo de sorprender al El-Shenawy.

El guardameta, que tuvo que recular y dar un par de pasos hacia atrás, voló para sacar una mano vital y hacer que el esférico tocara en el larguero antes de salir del terreno de juego. Una acción de gol que pudo dar los tres puntos al Inter Miami.