Un Barça muy mermado se mide a un Mallorca eufórico tras su pase a la final de la Copa del Rey

En un día de la semana atípico para el Fútbol Club Barcelona, el equipo culé alza el telón de la nueva jornada de La Liga este viernes. Los de Xavi Hernández se miden al RCD Mallorca (21:00 horas, Montjuïc), flamante finalista de la Copa del Rey tras derrotar a la Real Sociedad en la tanda de penaltis, y lo hacen con la idea de recuperar su mejor versión tras los brotes verdes de algunos de sus últimos envites.

El partido llega en un momento importante de la temporada para los culés. El próximo martes se juegan el pase a los cuartos de final de la Champions League ante el Nápoles (de ahí lo de jugar en viernes), y lo hace con la obligación de ganar después del empate cosechado en la ida en el Diego Armando Maradona.

Pero eso será otra película y primero los azulgrana deben centrarse en lo más inmediato, es decir, La Liga. Sus opciones de pelear por el título son ya escasas porque son 8 los puntos que les separan del Real Madrid, el líder de la clasificación, pero no quieren darse por vencidos antes de tiempo.

Lewandowski se lamenta de un fallo. REUTERS

El hecho de jugar tan temprano esta jornada le da la ventaja al FC Barcelona de poder meter presión al Real Madrid, que jugará el domingo ante el Celta de Vigo. Dejarle claro a los blancos que no se van a poder relajar lo más mínimo para llevarse el título es algo que quieren llevar los culés hasta el extremo. 

El desgaste del Mallorca

El RCD Mallorca se plantará en Montjuïc en pleno subidón de moral después de haber vivido una semana fantástica hace apenas unos días. Los de Aguirre llegan pletóricos de confianza aunque pueden acumular la tensión tan grande que han vivido, especialmente con la Copa del Rey.

Dieron la campanada en el torneo del KO al dejar en la cuneta a la Real Sociedad y además en su casa. Eso sí, se vieron sometidos a un gran desgaste porque tuvieron que llegar a la prórroga y a los penaltis para completar semejante hazaña y poder pelear por una Copa tanto tiempo después. 

Los jugadores del Mallorca, exultantes en Anoeta por su pase a la final de la Copa del Rey. REUTERS

Pero no sólo eso, sino que unos pocos días más tarde los baleares consiguieron derrotar al Girona, la gran sensación de esta temporada. Los de Javier Aguirre, por lo tanto, han demostrado que están capacitados para sorprender a quien haga falta, independientemente del rival, así que Xavi Hernández habrá tomado buena nota de ello. 

Muchas bajas para Xavi

El encuentro vendrá condicionado por las numerosas bajas a las que tendrá que hacer frente del Fútbol Club Barcelona. Entre sanciones y futbolistas con molestias físicas poco antes del trascendental partido de la Champions League, Xavi Hernández tendrá que hacer encaje de bolillos para formar la alineación.

Ronald Araujo no podrá ser de la partida porque tendrá que cumplir ciclo de amonestaciones. El central uruguayo vio la quinta amarilla ante el Athletic Club y se tomará un respiro para estar a punto contra el Nápoles. Tampoco podrán estar Balde ni Marcos Alonso en la zaga, por lo que Cubarsí, que está dejando buenas sensaciones, gana enteros.

Pedri se retira lesionado durante el Athletic - FC Barcelona de La Liga Europa Press

En el centro del campo es donde el Barça está en serios problemas después de lo que pasó en San Mamés hace apenas unos días. A la lesión de larga duración de Gavi se le unen ahora las ausencias tanto de Pedri como de Frenkie de Jong. El canario tendrá que estar varias semanas apartado de los terrenos de juego en su particular calvario con las lesiones, mientras que De Jong se lastimó en su tobillo en el partido ante el Athletic.

Arriba causará baja Ferran Torres, aunque ahí es donde Xavi Hernández tendrá más alternativas para escoger entre Lewandowski, Lamine Yamal o Joao Félix. 

Los culés se vieron condicionados en San Mamés por las lesiones de Pedri y De Jong, pero contra el Getafe recuperaron una versión mejorada. Sin embargo, en Champions, en la ida ante el Nápoles, volvieron a dejar síntomas preocupantes, por lo que la temporada de los catalanes sigue siendo irregular.