Burofax de Enríquez Negreira a la Real Federación Española de Fútbol

Burofax de Enríquez Negreira a la Real Federación Española de Fútbol Diseño: Arte EE

Fútbol CASO NEGREIRA

Así amenazó Negreira a la Federación de Fútbol: "Me obliga inexorablemente a tomar otros derroteros"

El exdirectivo arbitral mandó un burofax en septiembre de 2019 con el objetivo de reunirse con Rubiales. El presidente no lo hizo y jamás le contestó. 

24 febrero, 2023 02:15

José María Enríquez Negreira nunca aceptó de buen grado su despido de la Real Federación Española de Fútbol. Luis Rubiales le echó junto al resto del Comité Técnico de Árbitros la noche del 17 de mayo de 2018 después de ganar las elecciones a la presidencia. El excolegiado catalán dejó de cobrar del Fútbol Club Barcelona tras ser destituido como vicepresidente de los árbitros. 

Enríquez Negreira intentó montar un "lobby arbitral" para mantener su influencia, tal y como publicó EL ESPAÑOL. Sin embargo, no encontró apoyo y como última opción amenazó con denunciar a la Federación si no era recibido por Luis Rubiales. 

El exdirectivo arbitral mandó un burofax a la RFEF el 24 de septiembre de 2019, casi un año y medio después de ser despedido. Negreira no estaba conforme con la forma en la que se había liquidado la relación laboral entre las partes y mostraba un especial interés, casi obsesión, por reunirse con Rubiales.

EL ESPAÑOL publica el burofax que envió José María Enríquez Negreira a la Real Federación Española de Fútbol amenazando con denunciar "ante el Ministerio de Hacienda, la Dirección General de Trabajo y la Seguridad Social" por la negativa constante de Rubiales a "mantener un encuentro para dialogar". 

Burofax de Enríquez Negreira a la Real Federación Española de Fútbol

Burofax de Enríquez Negreira a la Real Federación Española de Fútbol

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol nunca se llegó a reunir con Enríquez Negreira y tampoco contestó al burofax amenazante del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Rubiales nunca cedió ante el excolegiado a pesar de sus malas formas y de su continuo interés en tener un encuentro.

Negreira comienza su misiva recordando que "a través de su abogado" ha intentado contactar con Rubiales para "mantener un encuentro" y "dialogar con el fin de resolver y liquidar" la relación. El excolegiado reconoce que el presidente de la RFEF nunca estuvo predispuesto a recibirle y que tampoco quiso "explorar otros modos o alternativas".

[Negreira trató de fundar un "lobby arbitral" tras ser despedido de la RFEF para poder seguir facturando]

El vicepresidente del CTA e investigado por los pagos del FC Barcelona amenaza entonces a la Federación porque, según Negreira, le "empuja involuntaria e inexorablemente a tomar otros derroteros" para "valorar alternativas de actuación". El exdirectivo arbitral se victimiza y asegura que lamenta la situación pero que no le dejan otra opción por hacer "caso omiso" a sus misivas. 

El exárbitro catalán demanda en el burofax varias veces a Rubiales a reunirse con él para evitar las denuncias. Negreira afirma que "en breve plazo", y "tras ordenar y clasificar la información" de la que disponía, tomaría acciones legales. 

En su despedida, el exdirectivo arbitral vuelve a pedir una reunión con Rubiales y afirma que se mantiene "abierto al diálogo". Además, insinúa que frenará las denuncias si el presidente "cambia de opinión" y acepta recibirle, aunque Negreira insta otra vez a la Federación a dar una respuesta "en breve". 

[El hijo de Negreira seguía acompañando a árbitros de Primera: el CTA acaba con los 'asesores']

El directivo arbitral ya había amenazado anteriormente al FC Barcelona por el mismo método, tal y como publicó El Mundo. Con la Federación actuó después tras ver que no era capaz de regresar al Comité Técnico de Árbitros y que su "lobby arbitral" a través de una asociación había fracasado al no tener apoyos. 

El imperio Negreira se desmoronó el día que Luis Rubiales le destituyó. Una decisión que puso fin a sus 25 años como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros y que desencadenó que los ingresos de su empresa se fueran a cero en un abrir y cerrar de ojos. Por ello intentó, bajo amenazas, una reunión con el presidente de la Federación, ya que confiaba en convencerle y volver. Algo que nunca se produjo y que puso el punto y final a la historia de José María Enríquez Negreira en el fútbol español.