Megan Rapinoe celebrando un gol con la selección estadounidense femenina de fútbol

Megan Rapinoe celebrando un gol con la selección estadounidense femenina de fútbol Reuters

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Megan Rapinoe presiona para frenar el regreso del presidente de US Soccer por ser un "cavernícola"

Carlos Cordeiro prepara su regreso con el objetivo de ganar las elecciones a presidente de la Federación. Rapinoe fue clave en su dimisión.

7 enero, 2022 06:00

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Megan Rapinoe ha vuelto al campo de batalla. La jugadora estadounidense es ya un icono mundial por su implicación en diferentes causas. Su pelea por los derechos LGTBI y sus peticiones para lograr el reconocimiento y trato igualitario del fútbol femenino son algunos de los frentes donde se ha dejado ver. Después de un tiempo alejada de los focos, está dispuesta a revivir la actitud más combativa para evitar que Carlos Cordeiro, a quien considera un ser "cavernícola", vuelva a convertirse en el máximo responsable del fútbol en Estados Unidos.

El conflicto con el exdirigente comenzó en 2019 con la denuncia de las jugadoras de la selección estadounidense de fútbol contra la propia Federación. Una pugna que se había desarrollado meses atrás y que tomaba forma con la denuncia por discriminación en pleno debate sobre la igualdad salarial con el equipo masculino (desestimada en 2020 por un juez). Sin embargo, la carrera de Cordeiro no cambiaría hasta un año después, cuando se vio obligado a dimitir de su puesto.

Era Marzo de 2020 y la pandemia ya había comenzado. Además, la batalla legal seguía su curso en los tribunales. Pero la filtración de un documento acabó con romper la momentanea paz que se estaba viviendo. El texto en cuestión lo elaboró la Federación y contenía las explicaciones por las que las jugadoras cobraban menos que los jugadores. Entre otras, se intentaba razonar que los hombres hacían frente a situaciones mucho más complicadas al jugar en estadios de México y otros de Sudamérica. Algo que, según esta teoría, las jugadoras no tenían que vivir.

Además, el documento también hablaba de que los chicos tenían "un nivel más alto de destreza basado en velocidad y fuerza que una jugadora" y, por último, justificaba que los ingresos por televisión y publicidad eran mayores en la selección masculina que en la femenina. Más allá de este último argumento, el resto no tuvieron demasiado recorrido y provocaron las críticas tanto de patrocinadores como de jugadores. En este último caso, de una Megan Rapinoe que había sido capaz de plantar cara a Donald Trump.

Cordeiro, que en su día defendió que no había tenido conocimiento íntegro de lo que ponía en el documento, no tuvo más remedio que dimitir. Así, dio un paso atrás en lo que supuso una victoria del fútbol femenino en general y de Rapinoe en particular. "Los argumentos y el lenguaje contenidos en la presentación legal de esta semana causaron gran molestia y dolor, especialmente a nuestras extraordinarias jugadoras del equipo nacional femenino que merecen algo mejor. Fue inaceptable e inexcusable", se despidió Cordeiro.

Sin él, que había llegado en 2018, Cindy Parlow Cone le sucedió en el cargo. Muchos hablaron de que las gestiones las iba a poder seguir haciendo en la sombra Cordeiro, pero el tiempo ha demostrado que no. Cone se convirtió en la primera mujer en alcanzar un cargo de estas características en Estados Unidos y dos años después se tendrá que enfrentar en las elecciones a quien fuera su antecesor. 

Carlos Cordeiro, presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, junto a Hope Solo

Carlos Cordeiro, presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, junto a Hope Solo Reuters

Cordeiro, según ha informado ESPN, cuenta con cierto respaldo en el sector. Especialmente de aquellos votantes de la Federación que no han entendido algunas gestiones de Cone. Por su parte, esta cuenta con el favor de la opinión pública y de referencias como Megan Rapinoe, que no ha dudado en salir a presionar nada más conocerse la noticia de esa más que probable candidatura. La jugadora, capaz de movilizar y potenciar mensajes, ya ha comenzado su particular campaña.

El silencio tras las críticas

Rapinoe, que hace no mucho reconoció que pensaba en la retirada aunque a largo plazo, había estado alejada de los focos en los últimos tiempos. La razón no fue otra que las críticas recibidas por una excompañera como Hope Solo, que la acusó de presionar en el vestuario para realizar gestos como el de hincar la rodilla contra el racismo.

"He visto a Megan Rapinoe casi intimidar a sus compañeras para que se arrodillen porque realmente quiere defender algo a su manera particular. Pero es nuestro derecho como estadounidenses hacerlo de la manera que nos sintamos cómodos", indicó en declaraciones para Goal. Una revelación que puso contra las cuerdas a la jugadora, que ahora ha reaparecido en la batalla mediática para tumbar a Cordeiro.

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