Borja Mayoral durante el partido ante Austria.

Borja Mayoral durante el partido ante Austria. EFE

Fútbol

La sub-21 evita el desastre con la ley del mínimo esfuerzo

Empata en Albacete ante Austria (0-0) y hace bueno el 1-1 de la ida. Se clasifica para el Europeo 2017 pero deja muchas dudas para el torneo del próximo verano.

15 noviembre, 2016 20:20

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Faltan calificativos para explicar la situación actual de la sub-21, una selección que durante años fue la joya de la corona del fútbol español y que ahora se tambalea tras ser incapaz de elaborar un equipo por encima de nombres. Con jugadores de primer nivel, todos ellos ya en Primera División, 'La Rojita' se clasifica para el Europeo de Polonia del próximo verano, tras empatar 0-0 en Albacete ante Austria y hacer válido el 1-1 de la ida, resultado que ha acabado siendo clave. Lo hace sin marcar, sin superar a un equipo muy inferior y con dudas que seguirán en el futuro.

Jugó mejor España, tuvo muchas más ocasiones pero no marcó. Y esa máxima en el fútbol de que el que marque uno más que el contrario es el que gana ya hace tiempo que no es del todo real. A doble partido, dos empates, con un gol fuera de casa, te vale. Bien lo sabe esta sub-21 que es el mayor ejemplo de rentabilidad de goles ante la falta de juego y de ideas. Pero lo importante. Está clasificada y evita el ridículo.

Y eso que Austria se entonó por momentos con lo poco que tenía. Un disparo de Gregoritsch que atrapó con problemas Kepa, un cabezazo del central Schoissengeyr que se fue fuera o un disparo de Sallahi que sacó con el puño el portero del Athletic. Fueron de las pocas que tuvieron los austriacos, pero todas ellas crearon parte de dudas en un Carlos Belmonte que prácticamente se llenó, demostrando que en España también gusta la sub-21 a pesar de que ésta no responda actualmente. Por eso no se podrán quejar los de Celades del ambiente o del terreno de juego, esta vez sí totalmente apto. Tampoco del penalti que le birlaron a la media hora de juego por claras manos de Mwene, una especie de Alaba (el jugador más famoso actualmente de Austria) pero con menos años. Nada justificará el soporífero juego de España y las pocas expectativas que levanta. 

El mencionado disparo de Sallahi espoleó a España, que se dio cuenta que al mínimo detalle podría quedarse fuera otra vez de un Europeo. Fue entonces cuando se estiró y tuvo cuatro ocasiones claras, con Deulofeu, Mikel Merino y Borja Mayoral de protagonistas. El primero la tuvo con una de esas jugadas características de él, en la que regatea a todo aquél que se le presenta por su camino, pero cuyo disparo no entra. Después el jugador navarro del Dortmund, una de las novedades en el once de un cada vez más cuestionado, a pesar de la clasificación, Celades, tuvo un cabezazo a dos metros que pasó pegado al larguero. Más tarde el delantero del Wolfsburgo tendría dos muy claras, la primera con un disparo desde lejos cruzado y la segunda en la que fue la mejor jugada del partido, en una pared con Jonny que dejó a Mayoral solo ante el portero pero tiró fuera.

Ni la entrada de Asensio cambió a una selección tremendamente espesa, con muy pocas ideas, sin una base en la que creer. Además, tiene un problema de gol preocupante, porque ni con Deulofeu y Borja Mayoral, en dos jugadas distintas, solos ante el portero en el tramo final marcó España. El catalán tuvo una doble oportunidad que pudo evitar la agonía final, pero ni con esas. A la sub-21 española solo le queda agradecer que Austria no se lo creyera demasiado y que el árbitro hundiera más la moral de los visitantes con una rigurosa expulsión de Schopf. Con eso se acabó un día que deja a España sub-21 en la Eurocopa, pero con muchas dudas para el torneo. Mucho tendrá que cambiar para no completar el ridículo en Polonia el próximo verano.