Tadej Pogacar yJonas Vingegaard

Tadej Pogacar yJonas Vingegaard David Vicente / Reuters

Ciclismo RIVALIDAD

Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, rivales para siempre: un duelo para la historia del deporte

Este 2023 se confirmó una rivalidad que va camino de marcar una época en el ciclismo por sus impresionantes batallas en el Tour de Francia.

26 diciembre, 2023 02:15

El deporte y su épica se construyen a base de grandes historias y sobre todo de grandes rivalidades. Pocas cosas mejores existen para el espectáculo que dos figuras consolidadas batiéndose en duelo en cualquier disciplina, enfrentamientos que centran las miradas en todas las partes del mundo y que dejan momentos para el recuerdo.

Rafa Nadal y Roger Federer, Alain Prost y Ayrton Senna, Larry Bird y Magic Johnson, Muhammad Ali y Joe Frazier, o Cristiano Ronaldo y Leo Messi son algunas de las disputas que, en diferentes disciplinas, quedarán en la memoria de los aficionados para la posteridad como los momentos más apasionantes de la historia del deporte. 

El ciclismo también tiene las suyas y de distinto calado. Aquellos 'enfrentamientos' entre Bartali y Coppi, los de Luis Ocaña con Eddy Merckx, Anquetil y Poulidor o Fignon y el norteamericano LeMond recuerdan batallas de otras épocas del ciclismo, pero ahora hay otra más que 'amenaza' con abrirse camino.

Tadej Pogacar, por delante de Vingegaard en un descenso.

Tadej Pogacar, por delante de Vingegaard en un descenso. REUTERS

Se trata de la rivalidad que mantienen Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard. Dos corredores muy diferentes, cada uno con un estilo propio que nada tiene que ver con el de su contrincante, pero que han regalado dos años de disputas maravillosas en la mejor carrera del mundo, el Tour de Francia.

Ya hay fotografías icónicas, como aquella del Tour de 2022 la que los dos se dieron la mano en plena competición después de que Pogacar se fuera al suelo y Vingegaard le esperara en el descenso de Spandelles durante la etapa 18. Con 25 años el esloveno y 27 el danés, todo hace indicar que todavía el aficionado disfrutará a lo grande durante un tiempo más con sus batallas, empezando por el 2024. 

Vingegaard y Pogacar se dan la mano en el Tour de Francia.

Vingegaard y Pogacar se dan la mano en el Tour de Francia.

Son los dos grandes vueltómanos del momento, aunque los registros de Pogacar abarcan muchas más posibilidades. Por el momento, la lucha directa entre ambos está 2-1 para el danés en el Tour. Vingegaard se ha llevado las ediciones de 2022 y 2023, las que realmente han sido un enfrentamiento directo, mientras que Pogacar venció en 2021 por delante de Jonas, que asumió el rol de líder de su equipo tras el abandono de Roglic.

Sus peleas en el Tour de este año por simples bonificaciones en los primeros días en el País Vasco, la victoria de Pogacar en Cauterets, las remontadas de Vingegaard en los días siguientes, su aplomo en la contrarreloj y la insistencia de Tadej incluso cuando la carrera ya estaba muerta, dejan claro que podemos estar ante uno de los grandes enfrentamientos de la historia del deporte. 

Pogacar, el insaciable

El ciclista esloveno ha conseguido él solo, por su manera de correr, reenganchar a la gente al ciclismo. Aficionados que llevaban mucho tiempo sin ver una carrera se han vuelto a pegar frente a la televisión o han ido de nuevo a las cunetas a ver pasar al pelotón simplemente por la mera presencia del corredor del UAE Team.

Deslumbró muy joven y con apenas 22 años ya podía presumir de ser ganador del Tour de Francia. Y de qué manera, desbancando en una cronoescalada final a Primoz Roglic cuando parecía que la carrera ya estaba vista para sentencia.

[El nuevo orden del Tour: la 'era Vingegaard', su reto con Pogacar y la estrella de Carlos Rodríguez]

Pogacar es de esos ciclistas que enamoran y a los que apenas se le pueden poner pegas si no gana. Su manera de correr huele a ciclismo añejo, al que daba puro espectáculo, se olvidaba de los datos, los vatios, las altimetrías y los gramos de comida, y prefería vivir el momento.

No tiene problemas en lanzar un ataque muy lejos de meta si se siente con fuerzas. De hecho, parece que se aburre en el pelotón cuando las cosas van tranquilas, y aunque tiene una de las escuadras más fuertes de todo el World Tour es un tipo inquieto al que le gusta evitar el control y probar a sus rivales, mirarles cara a cara. 

Sus registros son mucho más amplios que los de Jonas Vingegaard, y por eso plantea un calendario muy diferente cada temporada. Pogacar no es un vueltómano al uso, no es alguien que centra toda su temporada en un solo objetivo como el Tour de Francia, sino que tiene cualidades innatas para competir en las grandes clásicas y en los Monumentos.

Ahí está su palmarés. Con 25 años ya es triple campeón de Il Lombardía, vencedor de la Lieja-Bastoña-Lieja y también del Tour de Flandes. Tres Monumentos que ya los quisieran para sí muchos clasicómanos que se pasan la vida entera buscándolos. Y no hay quien le pare, también quiere la París-Roubaix y la Milán Sanremo. 

Se ha hablado de que esta generosidad a la hora de realizar esfuerzos durante la temporada después la termina pagando en el Tour de Francia, pero es cierto que no sólo de la ronda gala se compone el ciclismo y pase lo que pase Tadej Pogacar ya es uno de los mejores ciclistas de toda la historia.

Vingegaard, el calculador

Una personalidad y una forma de correr completamente opuesta representa Jonas Vingegaard. Frente al caos, el control, contra un calendario abultado, unas fechas bien definidas y siempre con un mismo tipo de patrón en sus carreras.

Ese es Jonas Vingegaard, la gran joya del Visma | Lease a Bike (hasta ahora Jumbo - Visma) que ha ganado de manera muy contundente los dos últimos Tour de Francia. Es indiscutible que el danés ha sido superior en 2022 y en 2023 a su gran rival, y no es menos cierto que lo ha hecho corriendo de una manera menos espectacular y más acorde con los tiempos modernos. 

[La traca final del Tour: de la lucha entre Vingegaard y Pogacar a las opciones de podio de Carlos Rodríguez]

A Vingegaard no le gustan las clásicas, no es alguien hecho para competir en pruebas de un día donde todo es caótico, hay pavé, tierra o trampas continuas. Su calendario se compone de pruebas de una semana perfectamente repartidas y con los esfuerzos muy calculados antes de llegar al Tour en plenas condiciones físicas. Lo fía todo a la ronda gala, y hasta el momento le está yendo muy bien.

Asumió con naturalidad y con una gran solvencia coger el testigo de líder del equipo en el Tour teniendo a Primoz Roglic, pero es que derribó la puerta abajo a base de golpes y después de su primera exhibición parecía ya imparable nombrarle el jefe de la escuadra.

Vencedor de Dauphiné o de la Itzulia, pruebas que se asemejan bien a sus condiciones, estuvo a punto de hacer doblete esta misma temporada cuando de improvisto decidió apuntarse a La Vuelta. Él fue parte de la exhibición de su equipo en la ronda española, colando a tres corredores en el podio con la victoria de Sepp Kuss que tanto revuelo generó durante tantos días de competición. El danés estaba para ganar La Vuelta, aunque se quedó a 17 segundos con el público clamando para que no 'traicionaran' a Kuss.

Vingegaard celebra su victoria en el Tourmalet.

Vingegaard celebra su victoria en el Tourmalet. Vuelta a España

Ahora es de nuevo el favorito número 1 para ganar el Tour de Francia otra vez más, de nuevo por delante de Pogacar. Será, no obstante, una preciosa batalla entre los dos para ver quién toma la delantera y se suma su tercer entorchado que le acerque todavía un poco más a la posteridad a los mejores nombres de la historia. Lo que es seguro es que los aficionados ya están esperando impacientemente.