La segunda juventud de Ricky Rubio.

La segunda juventud de Ricky Rubio. Instagram @penya1930

Baloncesto

Un renacer sin la obsesión por los números: la segunda carrera de Ricky Rubio que guía a un Joventut que vuelve a soñar

El base catalán es uno de los pilares sobre los que se sustenta el mejor inicio de temporada de La Penya de los últimos 16 años.

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Ricky Rubio ha recuperado la sonrisa después de unos años complicados debidos a sus problemas de salud mental. Sus declaraciones han sentado un precedente al hablar de este tema en el deporte y él se ha convertido en un ejemplo de superación para quienes viven esa 'oscuridad' en silencio.

Todo lleva un proceso: el del base catalán comenzó en 2016 tras el fallecimiento de su madre, Tona Vives, y terminó el 22 de julio de 2025 cuando se hizo oficial su fichaje por el Joventut.

Durante todo ese periodo de tiempo Ricky Rubio no ha estado inmerso en una depresión, pero con los años el cansancio psíquico era cada vez mayor hasta que en junio de 2024 decidió tomar una decisión que supondría un punto de inflexión: anunció su retirada.

Un año después, el baloncesto español recuperó a una de sus figuras más queridas y emblemáticas. El base de El Masnou anunciaba su regreso a la Liga Endesa fichando por el equipo que le vio nacer como jugador y que ahora le abría las puertas para cerrar un círculo vital y deportivo.

El fichaje de Ricky Rubio por La Penya no fue un simple movimiento de mercado, era un gesto de amor, identidad y madurez. "He ganado mucho en mi carrera, pero ahora vuelvo por ilusión", reconoció, feliz, en su presentación.

Cuando la idea del regreso empezó a tomar forma, no hubo dudas. El Joventut no era una opción entre varias: era la opción. Allí debutó con apenas 14 años, allí deslumbró a España, allí entendió por primera vez lo que significaba jugar con el corazón.

Volver a Badalona ha sido, para él, una reconexión con el origen y el sentido del juego. Además, el club lo ha recibido como lo que es: un símbolo. No solo un jugador de élite, sino un hijo pródigo que había regresado al lugar donde empezó a soñar.

Un inicio soñado

En su vuelta al parquet su rendimiento era una incógnita incluso para él, que admitió no saber qué nivel podía ofrecer tras permanecer un año inactivo.

Sin embargo, entre la pretemporada y los primeros partidos de fase regular, queda más que claro que Ricky puede aportar mucho a un Joventut que es un avión. Siete victorias en ocho encuentros (tres en la Champions League).

La vuelta oficial a la competición se produjo el 5 de octubre de 2025, quince meses después de su último partido en la ACB con el Barcelona.

El escenario no pudo ser más simbólico: el Palacio Municipal de Deportes de Granada, el mismo recinto donde debutó el 15 de octubre de 2005 con apenas 14 años, convirtiéndose en el jugador más joven en pisar una cancha de la Liga Endesa.

Su actuación fue sencillamente espectacular. Sin ser titular, Rubio completó un partido de 30 de valoración con 18 puntos, 4 asistencias, 7 faltas recibidas y un impecable 9/9 en tiros libres, además de 3/4 en tiros de dos puntos y 1/3 en triples.

En la segunda jornada, el 12 de octubre, Rubio disfrutó de su primer partido oficial en el Olímpic de Badalona ante el Casademont Zaragoza, contribuyendo con 12 puntos y 7 asistencias en la victoria por 89-86.

Una semana después, el 19 de octubre frente al Surne Bilbao Basket, firmó su mejor actuación en términos de distribución del juego con 11 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias, rozando el doble-doble.

La primera derrota llegó el 26 de octubre ante Valencia Basket (102-90), donde el equipo sufrió ante el aumento de intensidad defensiva del rival. Rubio finalizó con 10 puntos, 3 rebotes y 7 asistencias en un partido que, pese a la derrota, evidenció su importancia en el sistema de juego.​

El último compromiso liguero antes del 2 de noviembre fue precisamente ese día ante el Hiopos Lleida, en el derbi catalán que el Joventut ganó por 82-68. Aunque Rubio tuvo un papel más discreto con 5 puntos.

Un cambio de mentalidad

Hasta el momento, Ricky Rubio ha disputado cinco jornadas en la Liga Endesa con un promedio de 11,8 puntos y 5,8 asistencias por partido con una valoración de 16,6.

Previo al partido contra el Hiopos Lleida, sus números promediaban 13,5 puntos y 6,8 asistencias por partido, unos registros estratosféricos y, para su mayor felicidad, justo cuando no los busca.

Las estadísticas, sin embargo, son lo que menos le importan al jugador ahora: "Es algo que me ha obsesionado, que me llegó a perjudicar, el pensar tanto en números, y se está perdiendo un poco que el baloncesto es un deporte de equipo y que las sensaciones son diferentes a las cifras", confesó el pasado jueves en 'El Larguero' de la Cadena SER.

En este sentido, el jugador del Badalona desveló que hubo un momento en el que ni siquiera disfrutaba jugar.

"Antes iba a los partidos incluso con miedo. Es verdad que se tiene que tener una tensión, eso aún lo tengo, pero era como una presión que no se la recomiendo a nadie. Si jugaba bien, 'uf, por fin, pero mañana tengo otro partido', y es otro examen, y no disfrutaba", explicó.

"Ahora mismo, estoy viendo los partidos con otra perspectiva. Los números incluso están siendo mejores que cualquier otra temporada. Pero no es cuestión de números, es cuestión de actitud, de ir a la pista y disfrutar, de estar presente en el momento", terminó Ricky Rubio.

El base catalán sigue trabajando para dejar un legado que empezó a construir con 14 años. Y es que para Ricky lo importante no es solo jugar, sino dejar tu propio sello en la historia.

Eso es precisamente lo que está consiguiendo en este inicio de temporada con La Penya, un equipo que ha cuajado un arranque histórico -el mejor de los últimos 16 años- y se sitúa tercero en la clasificación de la Liga Endesa.