Comer en los mercados está de moda. Pioneros como el Mercado de San Miguel, han dejado paso a los mercados de abastos que ahora combinan sus puestos dónde hacer la compra, junto a pequeños restaurantes donde gozar comiendo y propuestas de ocio. Hoy nos trasladamos al Mercado de Vallehermoso, que en tan solo un par de años, ha ido sumando más y más puestos donde darse al placer de comer. En concreto, visitamos Tripea, el espacio del chef Roberto Martínez Foronda.

Restaurante Tripea Madrid

Tripea es el puesto de cocina de Roberto Martínez Foronda en el Mercado de Vallehermoso. Allí se practica una carta corta pero muy resultona, especializada en sabores peruanos y viajeros.

  • Lo mejor: Los wonton o la croqueta, pero todos los días cambia, así que déjate aconsejar
  • Dirección: Puesto 44. Mercado de Vallehermoso. Vallehermoso, 36. Madrid
  • Horario: de M-S de 14:30 a 15:30 h y de 21:30 a 22:30 h. D-L cerrado.
  • Reservas: Aceptan reservas a través de su página web www.tripea.es
  • Precio: 35 euros por persona.
  • Nota: 4,5/5

Si nos retrotraemos en la experiencia de Roberto, veremos que no es poca. Ya a los 17 años se inició en la escuela de hostelería, para más tarde debutar junto al desaparecido Darío Barrio en Dassa Bassa. A ello le siguieron un paso por Alboroque y un stage en El Celler de Can Roca. Pero su cabeza no paraba quieta. Quería ver mundo y conocer otras culturas gastronómicas. ¿El elegido? Perú, donde trabajó en Malabar y Maido se enamoró de sus cocina. Ya de vuelta en España, y habiendo abierto sus miras, empezó a trabajar en Nikkei225, junto a Luis Arévalo. ¿Sabías que también fue uno de los creadores de Nakeima? Sí, ese restaurante en el que hay que hacer cola y apuntarse para no quedarse sin sitio. Tras dos años allí, volvió a las órdenes de Arévalo, ejerciendo como jefe de cocina de Kena. Hasta que llegó el día de emprender el vuelo, y lo hizo solo, poniéndose al frente de su Tripea.

Tripea, come y flipa

Y ¿qué es Tripea? Es un lugar donde comer bien, con cocina creativa, divertida y sabrosa. Ubicado dentro del mercado de Vallehermoso, este espacio surgió de la unión de Roberto con el grupo Tiradito. Con el know how de ambos, han conseguido crear un ‘restaurante de mercado’ memorable. En cocina tan solo son 3 personas y en sala como tal una más, que presenta los platos y asesora con los vinos no menos originales que su carta de comida. En el poco tiempo que llevan con este proyecto, han conseguido afianzarse como un referente de buena cocina. ¿La comida? De inspiración peruana sí, pero también viajera con tintes mexicanos, japoneses, chinos y por supuesto, españoles.

bravas

Tripea se estructura alrededor de una gran mesa comunal con taburetes altos y una pequeña recién añadida, más cómoda para los que no quieren sentarse en alto. Cuentan con una carta con algunos platos fijos y otros que van entrando y saliendo, aprovechando la coyuntura de estar en un mercado con todos los productos al alcance. La carta suele contar con unas 7 u 8 elaboraciones, además de platos extra que te contarán en cada visita.

¿Qué pedir en Tripea?

Decidimos probar casi toda la carta. ¡Qué gordis somos! Y los extras que nos contaron. Arrancamos con un aperitivo a base de papita a la huancaína con siracha, su particular versión de las patatas bravas. Ricas y picantes.

Roberto nos dio a probar algo en lo que estaba trabajando. Se trataba de un chupito de crema fría de chicha de jora, un fermento del maíz, que trituran con maíz dulce. Con un sabor peculiar, parecido a una sidra, se terminaba con un aceite de limón y hierbabuena.

ceviche

Le siguió un ceviche de corvina con leche de tigre de frutos rojos y crema de aguacate. Rico, bien aliñado y con una curiosa leche de tigre de color rosa por los frutos rojos. A continuación tomamos uno de los extras, un Taco fresh, sobre un bol con hielo donde se disponían dos tacos de lechuga sobre los que encontramos cazón en adobo, sofrito de tomatillo verde en la base y maíz de chipotle. Para comer de un bocado, sabroros y refrescantes.

taco

Uno de los platos que se ha convertido en clásico e inamovible desde su apertura han sido las setas shitake y los champiñones Portobello salteados con ajo y jengibre sobre una crema de huevo frito, también con unos trozo de focaccia para acompañar. Delicioso. Llegaba otro de los extras, dos pequeños bocados a base de empanadillas chinas de galo celta y picadillo asturiano con salsa de barbacoa coreana y takobushi. Muy logradas y con sabor potente.

gyozas

Avanzando en el menú, probamos su wonton de pato confitado con mole, salsiki fresca de cabra, granada y kikos. Un plato contundente a la par que jugoso, se come rebañando todas las salsas.

croqueta

helado

De postre, tomamos una de las creaciones de Marua Vila, un delicioso helado de jengibre, chocolate blanco y lemon grass. ¡Perfecto para el verano!

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