Ni atún ni especias: el truco que uso siempre para convertir un bote de judías verdes en una cena proteica llena de sabor

Hay días que parece que no van a terminar nunca y, cuando por fin llegamos a casa después de estar todo el día de acá para allá intentando llegar a todo, nos toca decidir qué hacer de cena. Es tarde, estamos cansados y tenemos hambre, lo último que nos apetece es pasarnos una hora cocinando y ensuciar un montón de cacharros. En ese momento, una receta sencilla, como este revuelto de judías verdes, puede ser la solución que estamos buscando.

Con mucha fibra, rápida y riquísima: la cena superfácil y sin manchar mucho que preparo casi todas las semanas

Por suerte, hay algunos atajos que nos salvan la noche sin renunciar a cenar algo rico que, a la vez, sea saludable. A mí me salvan la vida los botes de legumbres y de verduras, simplemente cocidas y, siempre que es posible, bajas en sal, para poder condimentarlas yo a mi manera. La verdad es que no hace falta mucho más para preparar una cena sabrosa y saciante en pocos minutos, como la de hoy, que es una opción tan rápida como reconfortante para cuando queremos cenar rico y que el mundo se apague por unas horas.

Receta exprés, placer total

Solo vamos a necesitar un bote de judías verdes, unos huevos y unos dientes de ajo. El ajo, en general, combina bien con todo lo verde, pero a las judías, en concreto, les da un sabor muy especial y es este sencillo truco el que usaremos para darle muchísimo sabor a un sencillo revuelto que no nos llevará hacerlo ni 10 minutos.

Un revuelto de judías verdes es una buena opción para una cena fácil de hacer, ligera, equilibrada y rica en nutrientes esenciales. La elección de las judías verdes cocidas en conserva ahorra mucho tiempo en la preparación, al no tener que planificar la compra y no tener que dedicar unos minutos a limpiarlas, trocearlas y cocerlas, y nos permite preparar el plato sin renunciar al valor nutricional. Las judías verdes aportan fibra, vitaminas del grupo B, vitamina C, y minerales como magnesio y potasio. Además, son muy bajas en calorías. Todo esto hace que sean un ingrediente ideal para la última comida del día.

Los huevos son la fuente de proteínas de la receta y permiten alcanzar el objetivo nutricional de unos 20  gramos de este macronutriente por ración. Se trata de proteínas de alto valor biológico que contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no es capaz de producir y debemos introducirlos a través de los alimentos. Además, los huevos son fuente de colina, un nutriente importante para la salud cerebral, así como de vitaminas liposolubles como la A, D y E. Al cocinar los huevos en forma de revuelto con pocas grasas añadidas, estamos evitando el uso técnicas más agresivas como freírlos, que aumentarían innecesariamente las grasas totales del plato.

El aceite de oliva virgen extra, utilizado con moderación tal como se hace en esta receta, aporta grasas monoinsaturadas saludables y antioxidantes naturales como los polifenoles. Estos compuestos ayudan a proteger el sistema cardiovascular y reducen la inflamación. Es una grasa ideal para utilizar en la cena, especialmente si se emplea en crudo o cocinado a temperaturas moderadas, como en esta preparación.

La combinación de estos ingredientes da como resultado un plato que es saciante, pero a la vez ligero, ideal para una cena que no produzca sensación de pesadez durante la digestión, lo que favorece un descanso reparador.

Más ideas para cenar rico con unas judías verdes de bote

Las judías verdes de bote siempre pueden ser un salvavidas a la hora de preparar una cena rápida, sabrosa y saludable. Las siguientes ideas pueden servir de inspiración para la cena de muchos días:

• Salteado de judías verdes con jamón serrano y huevo escalfado. Un clásico que no falla, el sabor umami y salado del jamón hace que se crezcan las judías y queden deliciosas. Para hacerlo, salteamos las judías verdes con ajo y taquitos de jamón en una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Añadimos un huevo escalfado encima justo al servir y terminamos con un poco de pimienta recién molida. Un plato completo en menos de 15 minutos.

• Ensalada templada de judías verdes con atún y vinagreta de mostaza. La mostaza es otro ingredientes que hace muy buena pareja con las judías verdes. Mezclamos las judías con atún al natural, cebolla morada en tiras y huevo duro. Aliñamos con una vinagreta de aceite, vinagre y mostaza. Ideal como cena ligera.

• Judías verdes al curry con leche de coco y arroz. Cocinamos las judías en una sartén con cebolla, pasta de curry amarillo o rojo y leche de coco. Acompañamos con arroz basmati. Rápido, exótico y muy sabroso.

• Tortilla de judías verdes y cebolla. Una alternativa al revuelto para los que no teman darle la vuelta a la tortilla. Para hacerla, salteamos cebolla hasta que esté dorada, añadimos las judías y luego batimos con huevos. Cuajamos la tortilla. Es perfecta para una cena rápida y sin complicaciones.

• Salteado oriental de judías verdes. Cocinamos las judías a fuego fuerte con jengibre, ajo, salsa de soja y unas gotas de aceite de sésamo. Se puede añadir tofu o tiras de pollo para más proteína.