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No puedo estar más de acuerdo con Carlos Herrera, en lo que a los fideos con costillas se refiere. En mi caso, este popular plato de la cocina almeriense es también un recuerdo recurrente de infancia.

Para el locutor y presentador de Herrera en Cope, nacido en Cuevas de Almanzora (Almería), el plato es también un símbolo de familia y se refiere a él como uno de sus favoritos.

Una receta ultrasencilla en la que el ingrediente clave son los fideos perla o fideos gruesos -los del número 4 y el número 5 son perfectos-, que no tienen mucho que ver con los que habitualmente se emplean para cocinar la fideuà.

Aparte de los fideos, el secreto está en jugar con las verduras que da la huerta mediterránea para dar sabor y color al plato y algunos pequeños trucos que os dejamos a continuación..

Comida favorita de Carlos Herrera

Una vez metidos en la cocina y puestos a hacer una buena cazuela de fideos con costillas, el primer paso que hay que dar es dorar bien la carne. El objetivo de esto es que se produzcan las reacciones de Maillard en la superficie, que aportarán aroma y sabor a todo el guiso.

Además, ese tostado que se forma en el fondo de la cazuela es una base de sabor muy potente si se aprovecha para desglasarlo con vino blanco y se incorpora al guiso.

En cuanto a la cocción, conseguir que las costillas tengan la textura tierna que buscamos depende, sobre todo, del control del fuego y del tiempo de cocción. Una ebullición suave y durante el tiempo necesario permite que el colágeno de la carne se transforme poco a poco en gelatina, lo que nos llevará a esa carne melosa que tanto deseamos.

Por el contrario, si el hervor es excesivo o irregular, las fibras musculares se contraen bruscamente y la carne puede endurecerse.

Respecto a la cocción de los fideos, que la llevaremos a cabo cuando las costillas ya estén tiernas, es esencial ajustar la proporción de líquido y el tiempo. Esto es así porque los fideos liberan almidón, que ayuda a espesar el guiso, pero también absorben caldo, por lo que es imprescindible asegurarnos de que hay suficiente para conseguir unos fideos más o menos caldosos en función de nuestros gustos.

Pese a esto, conviene aclarar que, en ningún momento buscamos una sopa de fideos, sino un guiso con más o menos caldo que envuelva al resto de los ingredientes.

Ingredientes

  • Costilla de cerdo troceada, 400 g
  • Fideos gruesos (tipo perla o n1 4), 300 g
  • Pimiento verde, 1 ud
  • Pimiento rojo, 1 ud
  • Tomate triturado, 200 g
  • Cebolla, 1 ud
  • Ajo, 2 dientes
  • Caldo de pollo, 1 litro
  • Vino blanco, 100 ml
  • Pimentón dulce, 1 cucharadita
  • Laurel, 1 hoja
  • Aceite de oliva virgen extra, cantidad necesaria
  • Sal, al gusto
  • Pimienta negra molida, al gusto
  • Perejil fresco picado, para decorar (opcional)
  • Rodajas de limón fresco, para decorar (opcional)

Paso 1

Salpimentamos las costillas troceadas y, en una cazuela amplia con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra, las cocinamos a fuego medio-alto removiéndolas hasta que se doren por todos los lados. Las retiramos y reservamos.

Paso 2

En el mismo aceite, añadimos la cebolla picada finamente y los ajos laminados. Sofreímos a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente y ligeramente dorada.

Paso 3

Incorporamos los pimientos cortados en tiras finas o en dados pequeños y seguimos rehogando durante unos minutos hasta que se ablanden.

Paso 4

Añadimos el tomate triturado y cocinamos durante unos 8-10 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el sofrito pierda el exceso de agua.

Paso 5

Incorporamos el pimentón dulce y mezclamos rápidamente para evitar que se queme. Inmediatamente echamos el vino blanco, dejamos que se evapore el alcohol durante 2–3 minutos e incorporamos de nuevo las costillas junto con la hoja de laurel.

Paso 6

Vertemos el caldo de pollo caliente hasta cubrir las costillas y dejamos cocer a fuego lento durante unos 30-35 minutos, hasta que la carne esté tierna. Rectificamos de sal y pimienta si es necesario.

Paso 7

Añadimos los fideos a la cazuela y cocinamos a fuego medio durante 10-12 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se peguen. Si es necesario, añadimos un poco más de caldo o agua caliente para que quede más o menos caldoso a nuestro gusto.

Paso 8

Una vez los fideos estén en su punto y el caldo bien ligado, apagamos el fuego, dejamos reposar 5 minutos y servimos con perejil picado y rodajas de limón.