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Cuenta Dani García que la inspiración para crear un arroz distinto a la tradicional paella nació en 2013, durante una estancia en un restaurante de Nueva York.

En ese entorno cosmopolita y abierto a la innovación, el chef marbellí comenzó a reflexionar sobre cómo podía reinterpretar el arroz, un ingrediente profundamente ligado a la tradición culinaria de España, sin ceñirse a los cánones clásicos.

Fue entonces cuando surgió la idea de incorporar un elemento principal como protagonista del plato, dispuesto sobre el arroz, rompiendo así con la estructura habitual de la paella.

Esta visión no solo aportaba una estética renovada, sino que también abría la puerta a una mayor creatividad gastronómica que ha sido tendencia en la última década.

Para el cocinero, lo esencial era preservar el alma del plato, lo que se refleja en su énfasis en lograr un buen socarrat, esa capa crujiente y caramelizada en el fondo de la paellera que considera irrenunciable.

Además, destaca la versatilidad de cocinar el arroz así, sin necesidad de laboriosos sofritos, sino simplemente con un buen caldo y una sencilla mezcla de especias que es una bomba de sabor.

Esto, además de simplificar la receta si se compara con la de una paella tradicional, supone un ahorro de tiempo, ya que puede emplearse un caldo hecho con antelación y, en el momento de cocinar, solo habrá que cocer el arroz.

Especias para matizar el sabor

Como esta nueva manera de cocinar el arroz no lleva el tradicional sofrito, el chef insiste en que la clave está en el uso de una mezcla de especias previamente trituradas.

Dani García emplea azafrán, clavo, pimienta negra y comino en polvo en proporciones equilibradas para aportar un extra de aroma que potencia el sabor del caldo, pero sin taparlo.

Los trucos de Dani García para preparar un arroz lleno de sabor y sin sofrito

En esta ocasión, el chef prepara el arroz con una chuleta de ternera y un caldo de pollo muy sencillo de hacer.

Además, el cocinero marbellí propone varios trucos que son esenciales para conseguir el sabor y aroma de su arroz de chuleta, un clásico de su restaurante Lobito de Mar.

El primer punto a tener en cuenta es el caldo, el chef Dani García explica que para su arroz de chuleta es fundamental para el sabor, pero su característica principal es que debe ser "elegante" y no "excesivamente potente".

Basta con algo sencillo, utilizando carcasas de pollo, alitas de pollo, un poco de tomate, sal, aceite de oliva y agua, para conseguir un caldo de sabor delicado.

A diferencia de otros arroces donde los caldos pueden ser muy intensos para una sola cucharada, el chef busca que su arroz permita al comensal disfrutar de una ración completa sin saturarse, así es como la experiencia resulta adictiva.

Otro de sus trucos es añadir un "chorrito de aceite" al caldo, con eso consigue lograr un "maravilloso socarrat suelto buenísimo".

En cuanto a la carne, el chef insiste en caramelizar bien la chuleta por el lado de la grasa utilizando apenas unas gotas de aceite para que esta se funda lentamente. Esto es clave para el resultado final.

Esa grasa liberada se convierte en un ingrediente clave para dar el toque final al arroz. Una vez terminada la cocción, se pinta la superficie del arroz con ella, logrando que cada grano se impregne del sabor y el aroma de la chuleta.

Ingredientes para hacer el arroz de chuleta de Dani García

  • Arroz bomba, 320 g
  • Chuleta de ternera, 1 ud
  • Sal fina, al gusto
  • Pimienta recién molida
  • Aceite de oliva, para engrasar
  • Ramita de romero

Para el caldo

  • Carcasas de pollo, 400 g
  • Alitas de pollo, 400 g
  • Tomate, 200 g
  • Sal, 8 g
  • Aceite de oliva, 20 ml (más un poco extra para el socarrat)
  • Agua, 2 litros

Para la mezcla de especias

  • Pimienta negra en grano, 4 g
  • Clavo, 2 ud
  • Comino en polvo, 2 g
  • Azafrán, 0,2 g

Paso 1

En una olla grande, colocamos las carcasas de pollo, las alitas de pollo y los trozos de tomate. Cubrimos con agua, añadimos sal al gusto y unos 20 ml de aceite de oliva.

Paso 2

Llevamos a ebullición y dejamos cocer durante 20 minutos. Añadimos otro chorrito de aceite para favorecer la formación de un socarrat suelto y sabroso.

Paso 3

En un mortero, incorporamos la pimienta negra en grano, el clavo, el comino en polvo y las hebras de azafrán y las machacamos hasta reducirlas a polvo.

Paso 4

Asamos la chuleta de cerdo a la brasa hasta que quede bien marcada y cocida, cuidando que no pierda su jugosidad. En casa, podemos cocinarla en sartén o sobre fuego fuerte o en una plancha eléctrica. Reservamos la grasa que se libere durante la cocción.

Paso 5

En una paellera o sartén baja, llevamos el caldo a ebullición junto con un chorrito de aceite de oliva.

Paso 6

Añadimos el arroz y dejamos que comience a cocerse a fuego vivo. Incorporamos en este momento la mezcla de especias, removiendo para que se distribuya uniformemente, pero sin ligarlo.

Paso 7

A los 14 minutos, cuando el arroz esté prácticamente hecho, lo metemos al horno a 200 ºC durante unos 5 minutos. Este "golpe de horno" ayudará a darle el toque final de textura y concentración de sabor.

Paso 8

Justo antes de servir, colocamos la chuleta sobre el arroz como elemento central del plato.

Paso 9

Si lo deseamos, podemos añadir un toque de ahumado prendiendo una ramita de romero y colocándola sobre el arroz al finalizar la cocción.

Paso 10

Pintamos ligeramente el arroz con parte de la grasa fundida de la chuleta, espolvoreamos con sal al gusto y decoramos con un poco de romero seco para aportar aroma y frescura.

La alternativa fácil y saludable para la paella del domingo

Desde el punto de vista nutricional, esta receta de arroz de chuleta que presenta Dani García es un plato equilibrado que contiene carbohidratos complejos, proteínas de alta calidad y grasas que son una explosión de sabor.

El arroz bomba, al ser un cereal, proporciona energía, mientras que la chuleta, rica en proteínas y minerales como el hierro y el zinc, aporta valor nutricional y saciedad.

La grasa de la chuleta, usada de forma controlada para aromatizar el arroz, añade sabor sin necesidad de recurrir a salsas o ingredientes ultraprocesados.

Además, la ausencia de sofrito y el uso de especias naturales como el azafrán, el comino, el clavo y la pimienta, reducen la carga calórica, así como el tiempo de ejecución.

Como opción para una comida de domingo, este plato es ideal y es una buena alternativa a la paella para los que no tienen ganas de complicarse la vida. Tiene un aire festivo sin necesidad de muchas elaboraciones.

Y muchas veces, eso es todo lo que necesitamos, algo que nos permita centrarnos en lo que es más importante, sentarnos a la mesa, relajarnos y disfrutar de una comida rica, casera y con el sabor inconfundible de un buen arroz con carne.

Ideas para reinterpretar el arroz de Dani García

Partiendo de la propuesta original de Dani García, una excelente forma de reinterpretar este arroz es sustituyendo la chuleta de ternera por otras proteínas que sean también muy sabrosas y que se puedan colocar sobre el arroz ya terminado.

Por ejemplo, podemos utilizar chuletas de cerdo ibérico, que ofrecen una textura jugosa y un sabor intenso, ideal para acompañar un arroz aromatizado con un caldo igualmente suave pero sabroso, como uno preparado con costillas de cerdo, verduras asadas y un toque de tomillo.

Otra opción muy interesante sería usar secreto o presa ibérica, dos cortes muy valorados por su grasa infiltrada y sabor.

En estos casos, podríamos potenciar el arroz con un caldo hecho a base de los recortes de la propia carne, huesos de jamón y alguna hortaliza dulce como la zanahoria, para aportar equilibrio.

Estos cortes, cocinados a la brasa o marcados en sartén, pueden coronar el arroz justo al final, aportando ese contraste entre la untuosidad de la carne y la textura del socarrat.

Si buscamos una versión marinera, podríamos sustituir la carne por pescado a la brasa, como un lomo de lubina o dorada, o incluso por mariscos como gambas, cigalas o langostinos.

En este caso, el caldo tendrá que estar en consonancia con el ingrediente principal. Por ejemplo, un buen fondo de pescado y marisco elaborado con cabezas, espinas y cáscaras, enriquecido con ajo, cebolla y un poco de tomate.

Para dar profundidad y un toque especial, se podría incluir un poco de tinta de calamar o unas cucharadas de salmorreta. El resultado será un arroz más ligero, pero igualmente sabroso.

También podríamos experimentar con caldos vegetales intensificados con setas secas o alga kombu, que son ricas en umami y se lo aportan al caldo, si buscamos una versión más sutil o incluso una base para pescados blancos.