La mítica ensalada de col americana (la coleslaw) es ya una habitual en muchas partes del mundo como acompañamiento de platos de costillas que han llegado a nosotros a través de los "diner" americanos. Pero la col nos puede servir para muchas recetas más, tanto frías como calientes, y es que hay ensaladas fáciles maravillosas que no llevan ni lechuga ni tomate - como la ensalada de lombarda con ciruelas y requesón -  y también opciones como la col guisada con huevo o el pastel de patata, beicon y col

Pero la de hoy es una receta fría que nos va a llevar a los sabores de Asia, con un toque fantástico de cacahuete, el sésamo, algo de picante y la soja que no puede faltar. La miel nos ayudará a que sea el dulce y a que nos invite a no dejar de comer en ningún momento y la podréis disfrutar tanto como primer plato o entrante como acompañamiento de cualquier carne o aves; la veo menos para los pescados. La mejor recomendación con este tipo de ensaladas de col es la maceración.

El repollo es bastante tieso y tosco por lo que el vinagre y los condimentos lo reblandecerán y la ensalada estará en su punto óptimo tras, al menos, 15 minutos de reposo una vez aliñada. Lo ideal debería ser dejarla hasta una hora, pero no más tiempo porque podremos sufrir el efecto adverso y ver cómo se malogra.

De hecho, es una ensalada que se puede conservar muy bien de un día para el otro, pero la recomendación es que lo dejéis todo hecho por separado: por un lado los vegetales rallados o picados y por el otro la vinagreta. Para que los vegetales no se oxiden mucho lo mejor será regarlos con un poco de limón, unas gotas, y cubrirlos con papel de plástico a contacto sin que haya aire que es lo que permite la oxidación.

En el aliño, hay tres puntos que deberéis regular a vuestro gusto: el ácido, el picante y el dulce. Yo considero que tienen que estar los tres algo presentes porque la combinación es maravillosa, pero entiendo que bajéis el picante o lo quitéis si van a comer niños o que disminuyáis la miel si tenéis problemas con el azúcar. Siempre la podéis sustituir por otra melaza al gusto o incluso por sirope de arce o sirope de agave.

Cómo hacer ensalada de col asiática

Ingredientes

  • Col o repollo, 1/8 ud
  • Zanahoria, 1 ud
  • Manzana, 1/2 ud
  • Diente de ajo, 1/2 ud
  • Jengibre fresco pelado, 8 g
  • Salsa de soja, 1 cucharada
  • Aceite de sésamo, 1 cucharadita
  • Vinagre de arroz o de manzana, 2 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Miel, 2 cucharaditas
  • Crema de cacahuete, 1 cucharada
  • Polvo o escamas de chile, al gusto
  • Cebollino picado, 2 cucharadas
  • Sésamo tostado, 2 cucharadas

Paso 1

Empezaremos preparando el aliño de nuestra ensalada que es la parte más importante. Para ello, en un bol habrá que mezclar el vinagre con el aceite de sésamo, la salsa de soja, el aceite de oliva, la miel y la crema de cacahuete y mezclar bien hasta que esté todo integrado.

Paso 2

Por otra parte, pelar y picar el ajo muy finito o ayudarnos de un machacador de ajo para tal misión. Hacer lo mismo con el jengibre fresco. Añadir ambos al aliño y mezclar bien. Incorporar también los polvos de chile al gusto de cada uno.

Paso 3

Con la ayuda de un rallador grueso, o con el cuchillo y algo de paciencia, rallar finamente la col y también la zanahoria. Pelar la manzana y rallarla de igual manera.

Paso 4

Picar el cebollino (o cebolleta china) y el cilantro si se quiere emplear y mezclar todo en un bol grande junto con el aliño preparado. Poner a punto de sal y dejar marinando durante unos 10-15 minutos antes de servir.

Paso 5

Servir la ensalada con algunas semillas de sésamo por encima. Lo que os sobre lo podréis guardar en la nevera, bien tapado con papel film, unas 48 horas como máximo antes de que la col se estropee mucho.