Una receta con pollo. (Imagen de archivo)

Una receta con pollo. (Imagen de archivo) gkrphoto iStock

Carne Cenas rápidas

Saciante y proteica: la receta que preparo en 15 minutos cuando me apetece cenar algo delicioso

Solo se necesita una sartén, un bol y una tabla de cortar.

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En el mundo hay dos tipos de personas, las que empiezan eligiendo las recetas, apuntan todos los ingredientes en una lista y van a comprar exactamente eso que han apuntado y las que empezamos yendo a la compra, volvemos a casa con algunos ingredientes que se nos han antojado y luego ya vemos qué hacer con ellos.

Ambas formas de proceder tienen ventajas e inconvenientes, la primera puede ayudar a reducir el desperdicio alimentario, pues solo compras aquello que vas a necesitar para el menú que has planificado, pero puede requerir un mayor esfuerzo a la hora de reunir todos los ingredientes.

La segunda manera facilita el consumo de productos de temporada y agiliza el proceso de compra de las materias primas, pero requiere improvisar más si no queremos que se nos estropeen algunas cosas en casa por no saber qué hacer con ellas. Decidir qué método es mejor es algo que corresponde a cada persona, pues depende de los gustos y circunstancias de cada uno.

Recetas diferentes ingredientes en común

Algunos pueden pensar que comprar unos cuantos alimentos de temporada o de oferta y cocinar con ellos hasta que se acaben es algo que obliga a repetir platos varios días seguidos. La respuesta corta es que no, no es necesario comer todos los días pollo hervido con arroz por muy saludable que sea esta combinación.

Con un poco de imaginación y unos pocos ingredientes se pueden hacer recetas muy diferentes que nos permitan comer variado, la clave está en perderle el miedo a especias y condimentos. Estos nos harán viajar a distintas gastronomías sin apenas aportar calorías y llenando los platos de sabores diferentes.

Pollo, calabacín, boniato, cebolleta y una receta chino-americana

Aunque pocos son los restaurantes chinos en España que ofrecen un chop suey en la carta. Estos sabrosos salteados de carnes o mariscos con vegetales ligados con una salsa espesa y deliciosa no son un plato tradicional de la cocina china, sino que se trata de una receta que nació y se popularizó en América.

Aunque el origen del chop suey es debatido, la teoría más aceptada es que fue creado por inmigrantes chinos en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Así pues, sería una adaptación de sus platos tradicionales a los ingredientes disponibles en América. El nombre del plato podría derivar del cantonés "tsap sui", que significa "trozos mezclados" o "sobras variadas".

Sabiendo esto, el chop suey se presenta como un gran aliado para preparar un plato rico y saludable con lo que tengamos por la nevera. En esta ocasión, os proponemos contramuslos de pollo, calabacín, boniato y cebolleta, pero al final del artículo os proponemos un montón de variantes para poder adaptar la receta a lo que tengas por la nevera.

Una receta deliciosa y equilibrada para cenar

Elegir estos ingredientes para preparar un chop suey da como resultado un plato equilibrado desde el punto de vista nutricional, ya que utiliza proteínas magras -podrían serlo más aún si se emplea pechuga en vez de contramuslos, pero se perderá algo de sabor y jugosidad-, carbohidratos complejos y una buena cantidad de fibra y micronutrientes que son aportados por las verduras.

El pollo es una económica y excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el mantenimiento y desarrollo de la musculatura de nuestro cuerpo. Además, al utilizar contramuslos sin la piel, se reduce la cantidad de grasa saturada, manteniendo una textura jugosa y sabrosa.

El boniato aporta carbohidratos de absorción lenta, lo que ayuda a mantener niveles estables de glucosa en sangre y proporciona energía sostenida. Además, es rico en betacarotenos, un antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A, fundamental para la salud ocular y el sistema inmunológico, y en potasio, que contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y del corazón. Por otro lado, el calabacín y la cebolleta, al tener un alto porcentaje de agua, son verduras bajas en calorías, pero con un alto contenido de fibra, vitaminas y minerales, lo que favorece la digestión y la saciedad.

Los condimentos utilizados en la receta, como la salsa de ostras, la miel y la salsa picante, al usarse solo pequeñas cantidades, aportan sabor sin que apenas se note en el balance calórico de la receta. Aún así, conviene señalar que es recomendable moderar la cantidad de salsa de ostras y miel para controlar el contenido de sodio y azúcar. También existe la opción de utilizar una salsa de ostras sin azúcar y baja en sodio. Además, el uso de limón y ajo en la receta no solo realza el sabor, sino que también aporta beneficios nutritivos gracias a su función como antioxidantes y antiinflamatorios.

Ingredientes para hacer chop suey fácil y rápido

Para el salteado

  • Contramuslos de pollo deshuesados sin piel, 2 ud
  • Boniato mediano, 1 ud (150-200 g)
  • Calabacín mediano, 1 ud (150-200 g)
  • Cebolleta, 1 ud

Para condimentar

  • Ajo, 2 dientes
  • Limón, 1 ud
  • Salsa de ostras, 2 cucharadas
  • Miel, 1 cucharada (opcional)
  • Salsa picante (sriracha o similar), 1 cucharadita (o más, según cuánto nos guste el picante)
  • Aceite, 2 cucharadas (preferiblemente que no sea oliva virgen extra para no enmascarar los sabores asiáticos de la receta)
  • Sal, al gusto
  • Pimienta negra molida, al gusto

Paso 1

Cortamos los contramuslos de pollo en tiras finas y los colocamos en un bol. Añadimos el zumo de medio limón, una cucharada de salsa de ostras, la miel, si la usamos, pimienta recién molida al gusto y la salsa picante. Mezclamos bien y dejamos marinar durante al menos 15 minutos y como máximo una hora.

Paso 2

Pelamos el boniato y lo cortamos en bastones ni muy gruesos ni muy finos (entre medio y un centímetro estará bien). Lavamos el calabacín y lo cortamos en tiras de tamaño y forma similar a las de boniato. Picamos la cebolleta en juliana y laminamos los dientes de ajo. Reservamos todo.

Paso 3

Calentamos una sartén grande o un wok a fuego medio-alto con una cucharada de aceite. Salteamos el boniato con una pizca de sal durante unos 5 minutos hasta que empiece a dorarse. Retiramos y reservamos.

Paso 4

Añadimos otra cucharada de aceite a la sartén y salteamos el pollo marinado a fuego alto durante 3-4 minutos, hasta que esté bien dorado. Lo retiramos y reservamos junto con el boniato.

Paso 5

En la misma sartén, añadimos el ajo laminado y la cebolleta. Sofreímos durante 1 minuto e incorporamos el calabacín. Salteamos todo junto durante 2 minutos para que las verduras queden crujientes.

Paso 6

Devolvemos el pollo y el boniato a la sartén. Agregamos el resto de la salsa de ostras y una cucharada de zumo de limón. Mezclamos bien y cocinamos 1 minuto más. Probamos y, si es necesario, ajustamos el punto de sal y pimienta.

Paso 7

Servimos inmediatamente. Podemos acompañarlo con una ración de arroz blanco o de fideos.

Cómo hacer un chop suey con lo que haya por la nevera

Lo más importante a la hora de adaptar un chop suey es, más allá de los ingredientes elegidos, que haya un equilibrio de sabores y texturas. No es necesario seguir una receta exacta, sino que se puede aprovechar lo que tengamos disponible y jugar con los ingredientes para conseguir un plato rico que nos haga disfrutar. La clave está en un buen salteado a fuego alto y una salsa bien equilibrada que nos permitirán convertir casi cualquier combinación de carne y/o marisco y verduras en nuestra propia versión de este plato clásico de los restaurantes chinos occidentales.

Es lo bueno de una receta tan versátil como ésta, que se presta siempre a hacer limpieza de nevera y darles uso a todas esas verduras que corren el riesgo de echarse a perder porque no sabemos qué hacer con ellas. Por poner algunos ejemplos, partiendo de la receta de hoy, si no tenemos pollo, podemos sustituirlo por cualquier otra proteína como ternera, cerdo, gambas o incluso tofu si quisiéramos una versión vegetariana. Hasta podríamos usar distintos tipos de proteína, como pollo y gambas o cerdo y calamares. También es posible usar restos de carne asada o a la plancha que hayan sobrado de una comida anterior, solo habría que tenerlo en cuenta ajustando los tiempos de cocción.

En cuanto a las verduras, podemos utilizar prácticamente cualquier hortaliza que tengamos en la nevera. Si no disponemos de boniato, una opción similar es la zanahoria, que también aporta un toque dulce y una textura firme. El calabacín puede reemplazarse fácilmente por pimientos, brócoli, col, coliflor o berenjena, dependiendo de lo que tengamos a mano. Por supuesto, como en cualquier receta con sabores asiáticos, los champiñones o setas también son un acierto y aportan un extra de sabor umami.

La cebolleta y el ajo son ingredientes fundamentales para dar sabor, pero en su ausencia podemos utilizar cebolla común, puerro o incluso, aunque sea menos frecuente tenerlo en casa, un poco de jengibre fresco rallado también le dará un toque aromático delicioso. En caso de no tener limón, el vinagre de arroz o incluso un poco de vinagre de manzana pueden cumplir una función similar, aportando acidez y equilibrando el dulzor de otros ingredientes como la miel.

En cuanto a la salsa, si no tenemos salsa de ostras, podemos improvisar con una mezcla de salsa de soja, un poco de azúcar, un chorrito de caldo de pollo y una pizca de maicena para darle profundidad de sabor y ligar todos los ingredientes. La salsa picante es completamente opcional y puede ser sustituida por copos de chile, pimienta de cayena o incluso un pequeño toque de pimentón picante.