El pollo asado es sin lugar a dudas una de los platos que más se consumen en nuestras casas. Sobre todo porque es casi todo el mundo en algún momento acaba echando mano del típico pollo asado de pollería. Pero hoy os voy a contar cómo asar un pollo al horno que queda crujiente por fuera y tierno por dentro, con una salsa espectacular y sin esas tristes alitas resecas o incluso carbonizadas de los pollos asados comprados.

Ingredientes

Para asar el pollo

  • Pollo entero y limpio, 1
  • Sal
  • Pimienta molida
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vino blanco, 1/2 vaso

Para la salsa

  • Caldo de pollo, 250 ml
  • Romero, 1 ramillete
  • Ajo, 4 dientes
  • Mantequilla, 1 cucharada
  • Lima, 1
  • Vino blanco, 1/2 vaso

Paso 1

Precalentamos el horno a 180ºC.

Salamos el pollo por todas partes y lo untamos en aceite de oliva con ayuda de las manos o con una brocha de silicona, que es casi más cómodo y nos evita pringarnos las manos. Untamos también un poco de aceite en la bandeja del horno, que debe ser de un tamaño similar al pollo, pues nos interesa recoger todos los jugos que vaya soltando el pollo durante la cocción y si la bandeja es demasiado grande los jugos se desparramarán por la bandeja y se evaporarán.  Finalmente ponemos el pollo en la bandeja con la pechuga mirando hacia arriba durante una hora a 180ºC.

Paso 2

Mientras se va haciendo el pollo preparamos la salsa. En una sartén derretimos la mantequilla y a fuego alto pasamos unos segundos el romero. Bajamos a la mitad de potencia y doramos los ajos. Añadimos la ralladura de la lima y el vino blanco, subimos el fuego unos segundos hasta que se evapore el alcohol y añadimos el caldo de pollo. Dejamos a fuego medio reduciendo mientras se sigue haciendo el pollo en el horno.

Paso 3

Pasada la primera hora de horno, sacamos el pollo, lo regamos con el vino blanco, que no debe estar de la nevera y que debemos tener cuidado de que lo vamos echando sobre la carne -especialmente si la bandeja es de vidrio o de gres, materiales que podrían verse dañados con el cambio brusco de temperatura- y lo volvemos a meter al horno durante otra hora a 180ºC o hasta que esté bien dorado por fuera.

Paso 4

Cuando esté listo el pollo recogemos todos los jugos que ha ido soltando el pollo en la bandeja y los reservamos. Trinchamos el pollo, separamos la carne de la carcasa -no la tiréis, podéis usarla para preparar un caldo y hacer unas croquetas de pollo asado como estas o pasarla por la sartén a fuego alto para tostarla y que termine de soltar toda su esencia, la retiramos y añadimos la salsa preparada antes con el romero y los jugos del propio pollo que hemos reservado. Juntamos todo durante unos minutos a fuego medio hasta tener una salsa ligada que serviremos acompañando al pollo-.

Notas

Ahora ya sabes cómo asar un pollo al horno crujiente por fuera y tierno por dentro, pero recuerda que la clave está en esa primera hora en la que no hemos añadido ningún líquido. Es muy importante seguir este paso y añadir el líquido pasada una hora, así se consigue ese pollo asado perfecto.

La salsa admite muchísimas modificaciones, podemos utilizar otros cítricos como la naranja si queremos un toque más suave y dulzón o limón, si preferimos un toque más ácido, o se pueden eliminar por completo si no te convence el toque ácido. Puedes cambiar el romero por tomillo. O usar una mezcla de especias tipo bouquet garni, ninguna opción es mala y obtendremos diferentes resultados.

Yo guardo un poco de esta salsa antes de añadir el caldo de pollo para hacer patatas asadas. Las cuezo en gajos durante 8 minutos, cuelo el agua, en una sartén pongo media cucharada de mantequilla, salteo las patatas precocidas hasta que se doren por fuera, añado la salsa y las dejo a fuego mínimo hasta que terminan de hacerse. 

Y a ti, ¿con qué especias te gusta el pollo asado? ¿Sueles asarlo entero o prefieres asarlo en trozos? ¿Qué tal si nos lo cuentas y la próxima vez que hagas pollo asado en tu casa le haces una foto y la subes a las redes sociales? Puedes etiquetarnos en Facebook o Instagram.