Fajitas, burritos, tacos, quesadillas, enchiladas, wraps… Hay tantas variantes de aperitivos mexicanos que tienen como base la tortilla de trigo (o de maíz) que se han convertido en la comida más internacional de la gastronomía mexicana y en uno de los fast-foods más populares en todo el mundo.

Ingredientes para 4 wraps

  • 4 tortillas de trigo de 25 cm de diámetro
  • Pechuga de pollo, 400 g
  • 2 cebolletas
  • 3 dientes de ajo
  • 2 tomates pequeños
  • 2 zanahorias
  • 1 pimiento verde
  • 1/2 calabacín
  • Champiñones, 75 g
  • Yogur, 125 g
  • Caldo de pollo, 300 ml
  • 1 hoja de laurel
  • 2 clavos de olor
  • Comino, 15 g
  • Pimentón dulce, 15 g
  • Cúrcuma, 10 g
  • Coriandro, 10 g
  • Jengibre, 8 g
  • Canela en polvo, 6 g
  • Salsa de yogur y mojo picón para acompañar (totalmente opcional)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta

Técnicamente un wrap es un burrito cuya singularidad radica en el ingrediente que lleva en su interior, que debe ser el propio de un sándwich. Así que, teniendo en cuenta el relleno que vamos a utilizar hoy bien podrían denominarse tacos (o más bien burritos debido al tamaño y no wraps, aunque he de confesar que yo siempre he llamado wraps a las tortillas de gran tamaño enrolladas de forma cilíndrica.

Rellenaremos nuestras tortitas con un pollo al curry totalmente casero, suave y riquísimo, acompañado de unas verduras salteadas. Además, aprenderemos cómo enrollar los burritos o wraps y cómo sellarlos perfectamente para que queden crujientes y deliciosos.

Cómo hacer unos wraps o burritos de pollo al curry con verduras

01: Marcamos el pollo y comenzamos preparando la base del curry

Fileteamos la pechuga de pollo en filetes de cierto grosor, para evitar que se sequen con demasiada rapidez.

Salpimentamos los filetes y los marcamos por ambas caras en una sartén con unas gotas de aceite, para que se doren por fuera pero permanezcan muy rosados en su interior. Una vez hayamos dorado rápidamente la pechuga de pollo por ambas caras, retiramos y reservamos.

En esa misma sartén, que habrá recogido los caramelizados del sellado de la carne, comenzamos a elaborar el sofrito que formará la base de nuestra salsa de curry.

Picamos los dientes de ajo y los añadimos a la sartén, junto con las cebolletas picadas en juliana. Añadimos también al sofrito los clavos de olor y la hoja de laurel.

Cocinamos en blanco la cebolla a fuego lento de modo que se poche y quede traslúcida pero sin llegar a coger color y caramelizarse. Llegado ese momento, añadimos los tomates troceados y sofreímos todo unos pocos minutos más.

02: Añadimos las especias y mojamos con el caldo

Una vez esté la base de ajo, cebolla y tomate cocinada, es el momento de añadir buena parte de las especias de nuestra salsa de curry. Añadimos el jengibre (rallado o en polvo), el comino, el coriandro, la cúrcuma, la canela en polvo y el pimentón (dulce, picante o mezclado, según el grado de intensidad que queramos en la salsa). Salpimentamos también.

Rehogamos un instante la verdura con todas las especias y mojamos con el caldo. Cocinamos a fuego suave alrededor de 10 minutos, tiempo en el cual las especias soltarán toda su fragancia y nos llenarán la cocina con todo su aroma.

03: Añadimos el yogur y trituramos

Una vez hayamos cocido la salsa de curry durante 10 minutos a fuego pausado, retiramos el laurel y los clavos de olor, ya que de triturar la salsa con cualquiera de estos ingredientes el sabor que darían sería demasiado pronunciado.

Añadimos el yogur a la salsa y mezclamos, cociendo a fuego muy lento tan solo unos instantes. Retiramos del fuego y trituramos. Podemos colar la salsa de curry para que quede más fina si así lo deseamos.

04: Añadimos el pollo a la salsa de curry y salteamos la verdura cortada en juliana

Una vez tenemos la salsa de curry preparada y lista, volvemos a incorporar el pollo, que habremos cortado en tiras finas y no demasiado grandes. Terminamos de cocinar el pollo en la salsa de curry, cociendo el conjunto un par de minutos.

Por otro lado, vamos a preparar rápidamente un salteado de verduras que añadiremos a nuestro pollo al curry al rellenar los burritos. En este caso yo he utilizado pimiento verde, zanahoria, calabacín y champiñones, pero podéis usar cebolla y pimientos tricolor o la combinación de verduras que más se ajuste a vuestros gustos o a lo que tengáis por el frigorífico.

Cortamos la verdura en juliana, en tiras finas y alargadas y la salteamos poco a poco en de aceite de oliva. En este caso primero añado la zanahoria y el pimiento verde, que son las verduras más fibrosas y que más tiempo tardan en hacerse. Cuando ambos ingredientes comiencen a entregarse, añado el calabacín y los champiñones cortados en medias láminas. Salteo toda la verdura unos pocos minutos más, intentando que queden cocinadas pero mantengan un punto al dente.

Reservamos la verdura hasta el momento en que rellenemos los wraps.

05: Rellenamos los burritos o wraps

Para rellenar los wraps lo ideal es que tanto el pollo al curry como la verdura en juliana estén tibios, ni fríos ni excesivamente calientes.

Disponemos la tortilla de trigo y la pasamos brevemente por una sartén antiadherente amplia puesta al fuego unos segundos por cada lado, para que el calor haga que sean más manejables y flexibles y eviten que se rompan y cuarteen fácilmente.

Colocamos la tortilla calentita en la encimera o la tabla. En la parte central, tirando un poco hacia nosotros, colocamos una cama horizontal de verdura en juliana, dejando un par de dedos libres por cada lateral. Cubrimos la verdura con el pollo al curry generosamente pero sin pasarnos, puesto que si no nos será complicado cerrarlos a continuación.

Ahora viene el truco importante para cerrar los wraps o burritos, cosa que es supersencilla pero que hasta que no se pone en práctica un par de veces puede ser problemática. Doblamos las solapas laterales que hemos dejado sin rellenar hacia dentro, así como la inferior, con la que cubriremos parte del relleno. Manteniendo esas tres solapas de la tortilla hacia adentro, enrollamos la tortilla hacia adelante mientras seguimos doblando las solapas laterales y apretamos el wrap o burrito para que el relleno quede prieto y la forma sea perfectamente cilíndrica.

Terminamos de enrollar el burrito o wrap, introduciendo los pliegues de la tortilla de los costados hacia adentro, para que el relleno no se nos salga cuando lo sellemos a continuación.

06: Sellamos los wraps o burritos de pollo al curry y verduras en una sartén y servimos

En la misma sartén donde hemos ablandado la tortilla vamos a sellar ligeramente el wrap para que adquiera un pequeño toque tostado y crujiente. Si marcamos el wrap a fuego lento este se ablandará y no quedará crujiente, mientras que si lo hacemos a fuego fuerte es muy posible que se nos queme, amargue y estropee todo el trabajo hecho.

Calentamos la sartén antiadherente por tanto a fuego medio, sin gota de aceite. Una vez haya calentado alrededor de un minuto, colocamos el wrap sobre el fuego de modo que el pliegue de la tortilla quede en contacto sobre la sartén, para que así el wrap se cierre perfectamente. Una vez observemos que el pliegue se ha sellado y empiece a coger un bonito color dorado, vamos girando el burrito poco a poco y con cuidado, hasta que quede bien dorado por todo su contorno. Tened cuidado y vigiladlos constantemente, porque se queman con mucha facilidad si el fuego es alto. Asimismo, prestad atención a recoger los pliegues laterales hacia adentro para que no se salga el rellano por ellos durante el plancheado.

Sacamos los wraps tostados a una tabla y los cortamos suavemente a la mitad con la ayuda de un cuchillo de sierra.

Servimos los wrpas o burritos acompañándolos de unos nachos, alguna salsa o condimento o la guarnición que más os guste.

Resultado final

Estos wraps o burritos de pollo al curry con verduras están sabrosísimos, son muy fáciles de hacer y resultan supersaludables.

El pollo al curry que nos hemos currado de manera tan fácil es sorprendentemente suave y rico, y además de para preparar estos burritos de pollo es una elaboración que nos sirve como plato principal, acompañándolo de arroz blanco, o como base de otra gran cantidad de preparaciones. Yo con el pollo que me sobró me marqué otra receta cuyo resultado fue delicioso, quizá pronto la comparta también para que veáis las posibilidades de este pollo al curry casero, suave y auténtico.

Aunque para elaborar esta receta yo he utilizado tortillas de trigo compradas en la tienda, si tenéis tiempo y ganas os animo a preparar vosotros mismos vuestras propias tortillas: aunque a priori no lo parezca, es una tarea increíblemente rápida, limpia y sencilla.

Una idea genial la de preparar estos wraps o burritos de pollo al curry para una cena entre amigos, una comida informal o como plato principal desenfadado, original y diferente a las clásicas fajitas y burritos con los mismos rellenos de siempre.