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Incluso los que no sean grandes aficionados al café seguro que han tenido alguna vez cerca una cafetera italiana, en casa de los padres, en casa de los abuelos...

Es posible que, para muchos, el primer recuerdo del aroma del café esté ligado a las emanaciones de una de estas humildes y eficientes cafeteras.

Convertida en un icono del diseño casi un siglo después de su invención, la cafetera italiana o Moka que muchas personas tienen en casa se la debemos a Alfonso Bialetti, quien la patentó en 1933.

Una cafetera de inspiración art decó, fabricada en aluminio que supuso el inicio de una nueva era para los amantes del café en Italia y en el resto del mundo.

Su éxito se debió a varios factores, entre ellos, su bajo precio, su facilidad de manejo, su eficiencia energética y la posibilidad de utilizar diversas fuentes de calor para permitir una rápida extracción del café.

Sin embargo, este método también requiere seguir ciertos pasos para evitar que el café se sobrecaliente, lo que puede alterar su sabor y hacer que el café pierda calidad.

El error número uno al hacer café

En menos de un minuto, en un vídeo subido a su canal de YouTube, José, fundador de Cafés Santo Amaro, explica cuál es el principal error que solemos cometer al preparar café en un cafetera italiana.

"Echar agua a temperatura ambiente en la parte inferior", así de tajante es el experto a la hora de describirlo.

Si empezamos a preparar el café con el agua a temperatura ambiente, el proceso de calentamiento del café que está en el filtro de la cafetera empieza a una temperatura más baja.

Según explica, parte del agua se evapora antes de hervir y crea una presión en la base que fuerza la circulación del agua a través del café a una temperatura demasiado baja.

La solución para esto, tal y como sugiere, es muy sencilla. Si llenamos la base de la cafetera con agua caliente, la extracción del café comienza en torno a los 80 ºC, que es una temperatura ideal para sacar lo mejor del café.

Eso sí, debemos tener precaución a la hora de manipular la cafetera y usar un trapo de cocina o una manopla en el momento de colocar el filtro con el café y cerrarla para ponerla en el fuego, pues al estar la base llena de agua hirviendo, de no hacerlo así, nos podríamos quemar.

Otros errores que se deben evitar

Entre los errores comunes, aparte del mencionado por el experto, está usar café molido para espresso, que tiene una molienda demasiado fina. Esto provoca una sobreextracción, resultando en un sabor amargo y quemado.

También debemos evitar compactar el café en el filtro, ya que es una práctica que dificulta el paso del agua y aumenta la temperatura durante la preparación.

Otras equivocaciones frecuentes incluyen poner el fuego demasiado alto, dejar la cafetera al fuego hasta que termine de salir todo el café o no pasarlo a una jarra inmediatamente después de preparado, lo que produce el sobrecalentamiento.

Usar una cafetera sucia, aunque hay gente que dice que no hay que lavarla, es mala idea, ya que los residuos antiguos pueden aportar sabores rancios que estropean el café.

Cerrar la tapa durante la preparación del café también afecta negativamente, pues aumenta la condensación y temperatura interna, lo que contribuye a un café más aguado o con gusto amargo.