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La gastronomía española está repleta de platos a los que es imposible resistirse, y muchos de los más populares llevan como ingrediente el tomate, que es muy versátil y un componente clave de la dieta mediterránea.

Sin embargo, es habitual que se comentan errores en su uso, siendo ahora el chef David Guibert quien ha dado las claves para hacer una ensalada de tomate perfecta, aunque para ello hay que prestar mucha atención a la preparación del tomate.

Para empezar, el experto de la cocina explica que no se debe cortar el tomate nada más sacarlo de la nevera, ya que con este gesto es como “tirar el sabor a la basura”. Por este motivo, explica los tres reposos necesarios para una ensalada de tomate perfecta.

El chef comienza indicando que hay que sacar el tomate de la nevera 30 minutos antes de cortarlo, puesto que con el frío se pierde sabor. Ahora habrá que añadir la sal y dejar que repose 10 minutos junto con la ralladura de lima para conseguir que sude.

De esta forma, aportará una mayor frescura mientras reposa. Aprovecha ese tiempo para cortar una cebolla bien fina. De esta manera, siguiendo sus pasos, se consigue menos agua y más sabor.

Con respecto al aliño, se añade zumo de media lima para equilibrar el sabor dulce del tomate, su propio jugo, y se bate como si se estuviese haciendo una tortilla hasta conseguir que espese. Para terminar la ensalada, David Guibert añade cebolla, polvo de olivas negras y queso ahumado recién rallado.

Tras aliñar, se deja reposar durante cinco minutos para disfrutar de una ensalada de tomate más jugosa y llena de sabor.

Los beneficios del tomate para la salud

El tomate es un alimento básico de la dieta mediterránea, siendo una excelente fuente de fibra y muchas vitaminas y minerales como colina, vitamina E, vitamina C, potasio, magnesio o fósforo.

Se trata de la principal fuente dietética del licopeno, un antioxidante que, además de otorgarle su característico color rojo, está relacionado con otros muchos beneficios, contribuyendo a reducir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el de próstata, pulmón, mama y estómago.

El consumo de tomate también ha sido relacionado con una reducción del riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles como enfermedades cardiovasculares, hipertensión y obesidad.

Tampoco hay que olvidar que son buenos para la salud de la piel, contribuyendo a protegernos frente a las quemaduras de sol. Por todo lo anterior, son un alimento especialmente recomendable para incluir en la dieta, especialmente durante el verano.

Cómo aprovechar mejor el tomate

Para poder sacar el máximo partido al tomate y disfrutar de todos sus beneficios, es conveniente tener presentes una serie de recomendaciones básicas sobre su uso y consumo, así como en la forma en la que se almacenan.

Para empezar, hay que prestar especial atención cuando se acude a comprarlos, momento en el que es preferible decantarse por aquellos que tengan colores vivos, con una piel fina y libres de grietas, arrugas, golpes o puntos blandos.

Los tomates maduros se notarán ligeramente, ya que al tocarlos estarán algo blandos, y además desprenderán un aroma dulce que se percibe bastante bien, por lo que son indicativos de que podemos estar ante una buena elección.

Según su estado de maduración, se podrán guardar de una u otra forma:

  • Si los tomates aún no se han abierto o no están listos para consumir, lo mejor es guardarlos a temperatura ambiente, además de evitar que se encuentren expuestos a la luz directa del sol.
  • Para conseguir acelerar el proceso de maduración, si así se desea, es posible introducir el tomate en una bolsa de papel junto a una manzana o un plátano, de manera que se consiga.
  • Si el tomate, por el contrario, parece que está demasiado maduro, es preferible guardarlo en la nevera. En ese caso, habrá que seguir las recomendaciones de David Guibert antes de consumirlos, es decir, sacándolos unos 30 minutos antes.

El licopeno del tomate se encuentra en mayor concentración en la piel del tomate. Por lo general, cuánto más rojo sea, más licopeno contiene un tomate.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, a diferencia de lo que sucede con la mayoría de los antioxidantes, el licopeno se absorbe mejor tras procesarse, ya sea mediante cocción o exprimido.

Esto significa que el tomate cocido o el zumo de tomate hace que el organismo asimile mejor el licopeno que en el caso del tomate crudo. Igualmente, destacar que el licopeno es liposoluble, por lo que, si se agrega aceite de oliva a su preparación, ayuda a su absorción.

Finalmente, hay que recordar que el tomate es muy versátil y que se puede consumir de una infinidad de formas, ya sea en ensaladas, sopas, salsas, mermeladas o en gazpachos, un plato estrella del verano. La forma de consumo puede variar según las preferencias personales.

En cualquier caso, se aconseja consumir el tomate entero, ya que tanto la piel como las semillas contienen nutrientes importantes, si bien hay personas que lo pueden preferir pelado por gusto o por favorecer la digestión.

También es recomendable alternar entre consumirlo crudo y cocido, en el primer caso para aprovechar su vitamina C y cocido para incrementar la biodisponibilidad del licopeno, puesto que ambas formas tienen sus beneficios para la salud.