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El cocinero vasco más popular de la televisión ha despedido la temporada de Cocina Abierta a su manera: con risas, ingredientes de temporada y una receta que muchos van a querer repetir en casa. Aunque el programa se toma un descanso, él lo deja claro: "Seguro que la repiten una y otra vez en Antena 3". Y no es para menos, con el éxito de audiencia que ha cosechado.

Durante la emisión, Arguiñano recordó que el programa ha sido líder gracias a un equipo con el que lleva trabajando 15 años. También lanzó un mensaje claro en plena época de excesos alimentarios: "Hay que hacerle la guerra a la obesidad". Y lo hizo como mejor sabe: cocinando con ingredientes frescos, sin complicaciones y con sabor.

Bonito, su pescado favorito para rebozar

Para cerrar temporada, el chef apostó por un clásico del verano: bonito rebozado con piperrada. Un plato que, según Arguiñano, es ideal para freír siempre que se haga con mimo. “El truco está en no pasarse con el punto: tiene que quedar poco hecho en el centro”, explicó mientras cocinaba en directo.

Una piperrada con cariño

Arguiñano comienza sofriendo cebolla, pimiento y ajo hasta que estén "pasaditos", y luego añade tomate pelado cortado en trozos grandes. "Es muy interesante pelarlo", comenta entre risas. Todo se deja pochar a fuego suave durante 15-20 minutos, para que se evapore el agua y se concentren los sabores.

Una vez lista, la fritada se extiende con cuidado en una fuente. "Con mimo, con cariño", insiste el chef mientras reparte la mezcla sobre la base.

El rebozado perfecto

El lomo de bonito se corta en lonchas no muy gruesas. Se salpimenta con sal y pimienta molida, se pasa primero por harina (eliminando el exceso) y luego por huevo batido. A la hora de freír, Arguiñano advierte: "Nunca echéis a freír desde altura". Hay que acercar el pescado a la sartén para evitar salpicaduras y lograr un dorado uniforme.

El pescado frito se coloca cuidadosamente sobre la fritada. El contraste entre el bonito crujiente y la base jugosa de verduras es lo que hace de este plato una receta redonda.

Un toque final y una sonrisa

Para decorar, Arguiñano coloca unas hojas de parra tiernas sobre el bonito. "Qué sensación agradable y buena", comenta mientras remata el emplatado con su habitual humor: "¿Ves ese Ferrari? Pues una caja de herramientas del mismo color".

Con esta receta sencilla, el chef se despide del público hasta la próxima temporada. Pero como bien dice, las ideas buenas no caducan. Y seguro que este plato se repetirá mucho más allá de los fogones de su plató.