Vas a abrir un frasco de mermelada para dar el toque final a un postre y ¡oh, sorpresa! está tan bien cerrado que no te da la fuerza para desenroscar la tapa. En ese momento, el primer impulso después de pelearte con el dichoso frasco durante unos segundos es pasarle el marrón a otro, y pedir ayuda a tu padre, a tu novio o a tu compañera de piso que por alguna extraña razón digna de formar parte de las leyes de Murphy consiguen abrirlo sin dificultad y te sueltan eso de ¡pero si no estaba apretado!

Pero vale, hay momentos en la vida en los que uno tiene que enfrentarse solo a los frascos de vidrio y a todo lo que venga y no por eso nos vamos a quedar sin mermelada ni vamos a acabar de los nervios por un tarro de cristal, así que os vamos a contar cómo abrir frascos de conservas sin quebraderos de cabeza.

Cómo abrir frascos de conservas apretados

Esos tarros de conservas rebeldes en la mayoría de los casos son tarros que no hemos abierto nunca y están apretados por el vacío en su interior, aunque hay veces que el problema es que el contenido del frasco contiene gran cantidad de azúcar que se cristaliza y hace que la tapa se quede literalmente pegada al cristal, pero también veremos como evitarlo o como solucionarlo si sucede.

Poner el frasco boca abajo y golpear la base con la mano

Para frascos cerrados al vacío, se sujeta el tarro boca abajo con una mano y con la otra se le dan unas palmaditas en la base. Eso ayuda a que se afloje un poco la tapa.

Cómo abrir frascos de conservas haciendo palanca en la tapa

Podemos usar un cuchillo sin punta -no es aconsejable que la tenga porque se podría romper-, o mismo una cucharilla e introducirlos entre el borde interior de la tapa y el cristal haciendo palanca hacia afuera hasta que oigamos un “clac” que indica que acaba de entrar el aire, en ese momento se podrá abrir fácilmente.

Es uno de los métodos más eficaces para abrir tarros de conservas, pero la tapa quedará deformada y no podremos reutilizarla para tapar nuevas conservas al vacío, solo servirá para tapar el frasco hasta que se acabe el contenido, pero no nos servirá para envasar de nuevo en ellos algo que tengamos intención de conservar durante mucho tiempo.

En el vídeo que os dejo a continuación podéis ver que es facilísimo hacerlo así.

Métodos para hacer que la tapa no resbale

Muchas veces la dificultad es debida a que la tapa resbala y no podemos hacer la fuerza necesaria para abrirla. Para mejorar el agarre podemos hacer varias cosas:

  • Ponernos guantes de goma.
  • Envolver la tapa con una goma elástica.
  • Envolver la tapa en un trozo de papel film arrugado.
  • Enrollar un trozo de cinta de pintor alrededor de la tapa.
  • Usar un trapo de cocina.

Usar agua caliente para abrir frascos apretados

Es un método que funciona bien tanto para frascos cerrados al vacío como para esos en los que los azúcares cristalizados han hecho que la tapa se quede pegada. Lo único que tenemos que hacer es llenar un recipiente con unos 2 o 3 centímetros de agua muy caliente y sumergir y colocar el frasco boca abajo de manera que la tapa quede completamente sumergida. Dejarlo así como mínimo 30 segundos y como máximo un minuto -no conviene dejarlo más tiempo porque seguramente no nos interesará que el contenido se caliente ni que el frasco queme y no lo podamos agarrar-. El calor hará que la tapa metálica se dilate un poco y será más fácil de abrir.

Un truco para evitar que las tapas se queden pegadas en los botes de ingredientes con mucho azúcar como la miel, es taparlos con un trozo de papel film antes de poner la tapa y cerrarla, así evitamos que se quede pegada al cristal.

 Abrir tapones de rosca con un cascanueces

cascanueces

A veces las tapas que se resisten son las de las botellas, y como en realidad si nos ponemos quisquillosos con la física, abrir una tapa no es una cuestión de fuerza sino de momento, un cascanueces es la herramienta perfecta para aumentar el momento sin tener que aumentar la fuerza.

Lo veis mejor en el vídeo que sigue:

Cómo abrir frascos de conservas golpeando la tapa

Otro método popular es dar unos golpecitos a la tapa con una cuchara de madera, pero ojo, no se trata de darle martillazos que nos podemos cargar el frasco y eso sí que es el desastre.

Estoy segura de que a partir de ahora. después de haber aprendido cómo abrir frascos de conservas que se resisten, cualquiera de vosotros podrá enfrentarse a cualquier frasco de vidrio y salir airoso tras la contienda.

Y por supuesto, si conocéis algún otro truco soy toda oídos.