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Gordon Ramsay es uno de los cocineros más famosos del planeta, siendo uno de los grandes responsables de extender la alta cocina al público a través de programas tan conocidos como MasterChef. Además, a lo largo de su carrera ha obtenido un total de 17 estrellas Michelin, de las que conserva 8 en la actualidad.

Todo ello, sumado a su exposición en los medios, lo han hecho convertirse en toda una de las grandes referencias y en una voz autorizada a la hora ¡de hablar de la gastronomía a nivel internacional.

Entre sus últimos proyectos se encuentra la apertura de su nuevo restaurante en Ibiza, en el que es el primer Hells’s Kitchen’ de Europa. Este local se encuentra situado en el The Unexpected Ibiza Hotel, donde los comensales pueden disfrutar de sus toques españoles.

En una entrevista a la revista Esquire, Gordon Ramsey deja claro que tiene "un gran respeto" por la gastronomía española, y al mismo tiempo se ha referido a los vinos españoles, muy presentes en sus restaurantes.

Considera que estos "están en otra liga" y que en Estados Unidos estos licores son de los más buscados. Sin embargo, también ha hecho una afirmación que sorprende a todos, al asegurar que los vinos españoles "llevan años siendo invisibles".

"Los vinos españoles llevan años siendo una de las joyas escondidas del mundo. De nuevo, no necesitan decirlo muy alto ni presumir, solo tienes que mirar la etiqueta y te lo dice todo", recalca Ramsey, que trabaja con 35 bodegas diferentes.

¿Por qué los vinos de España son famosos?

España es un país con una enorme y rica tradición vitivinícola que se remonta a miles de años. Su diversidad geográfica, suelos únicos y condiciones climáticas favorables han permitido una producción de uvas de una extraordinaria calidad.

Desde La Rioja hasta los viñedos de Andalucía, se puede disfrutar de una amplia variedad de vinos que ha conseguido conquistar a los paladares más exigentes, tanto de expertos como de aficionados al vino alrededor de todo el planeta.

La combinación de historia con innovación y pasión por la enología la ha llevado a ser una referencia a nivel global en el sector vinícola. Uno de sus grandes atractivos es precisamente su diversidad de denominaciones de origen, cada una de ellas con sus propias características.

Entre ellos se encuentran los conocidos vinos de Castilla-La Mancha, que destacan por su extensa superficie de viñedos y la producción de variedades tanto autóctonas como internacionales.

Esta región está considerada la bodega de Europa y ha sabido combinar tradición y modernidad a la hora de elaborar tintos, blancos y espumosos que han conseguido ganar reconocimiento en los mercados nacionales e internacionales.

Gracias a su esfuerzo por mejorar su calidad, y en la aplicación de técnicas de vinificación innovadoras, han conseguido colocarse como los vinos más valorados y apreciados del planeta.

Más de 70 denominaciones de origen

España cuenta con más de 70 denominaciones de origen protegidas, por lo que se puede garantizar la autenticidad y la gran calidad de sus productos. Regiones como Ribera del Duero o La Rioja se reconocen a nivel mundial por la excelencia de sus vinos tintos, mientras que Rías Baixas y Rueda, hacen lo propio con la producción de blancos frescos y aromáticos.

Por otro lado, otro de los factores que han llevado a los vinos españoles a ser tan populares es que se combina la innovación con la tradición, y es que, mientras que hay bodegas que mantienen los métodos tradicionales de producción, otras apuestan por tecnología de vanguardia.

La implementación de técnicas ecológicas y biodinámicas han permitido a muchas marcas ofrecer bebidas que son más naturales y respetuosas con el planeta, respondiendo de esta manera al aumento de la demanda de productos sostenibles en el mercado internacional.

Gran parte de su éxito también se debe a su excelente relación calidad – precio, puesto que a diferencia de lo que sucede en otras regiones, en España se ofrecen muchas opciones accesibles sin comprometer la excelencia en la elaboración y el sabor.

Este hecho ha permitido que tanto los expertos del sector como los consumidores ocasionales puedan encontrar etiquetas de una gran calidad a unos precios competitivos, lo que favorece su expansión y consumo alrededor de todo el mundo.

El reconocimiento de los vinos españoles no se limita a su presencia en mercados internacionales, sino que tiene que ver con los numerosos premios y distinciones que han obtenido en competiciones de prestigio.

A nivel interno, el país sigue mostrando una tendencia al alza en el consumo de vino, puesto que según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), el consumo alcanzó los 9,83 millones de hectolitros a fecha de mayo de 2024, lo que supone un aumento del 1,4% con respecto al año anterior.

Este crecimiento muestra una vez la recuperación progresiva del sector tras las dificultades vividas por la pandemia en años anteriores. Además, el consumo per cápita se sitúa en torno a los 20,13 litros por habitante, evidenciando la importancia en la cultura y gastronomía española.

El vino es todo un símbolo de cultura y tradición en España, que ha sabido promocionar sus productos de la mejor manera posible, convirtiéndose en uno de los mayores exponentes de la vitivinicultura mundial. La combinación de innovación y tradición ha hecho que los vinos españoles sigan conquistando mercados de todo el planeta.