Imagen| Justin Sullivan/Getty Images

Hace unos días circulaba por ahí una noticia que decía que Amazon iba a construir un supermercado de 4000 m² y que para su funcionamiento solo serían necesarias 3 personas ya que el resto del trabajo sería realizado íntegramente por robots. En las últimas horas el medio en el que aparecía la noticia ha tenido que rectificar después de recibir un comunicado oficial desde Amazon en el que desmiente la existencia de ese proyecto y, no contentos con eso, ha tenido que soportar los irónicos tuits de Jeff Bezos -fundador de Amazon- respecto al tema.

Pero lo que sí existe, porque ya está construído en Seattle y porque ya funciona aunque solo sea en modo de pruebas para empleados de Amazon, es Amazon Go, un supermercado sin cajas de ningún tipo en el que simplemente entrarás, cogerás lo que necesites y te irás… eso sí, tranquilo que no  te irás sin pagar.

¿Cómo serán los supermercados del futuro?

Pues viendo lo que ya existe y al ritmo que avanza la tecnología, aunque de momento no sea cierto lo de los robots, es más que probable que en un futuro más o menos próximo los supermercados sean más o menos eso, una gran superficie en la que una serie de robots se encargarían de reponer la mercancía en las distintas secciones a la vez que irían controlando el stock, así podrían pedir más mercancía cuando estuviese a punto de agotarse y en todo momento estaría actualizado el inventario.

Con algo así y un sistema similar al que ya ha desarrollado Amazon para Amazon Go, en el que el cliente se identifica con la aplicación de su smarthphone al entrar, y gracias al sistema de baldas inteligentes que detectan cuando un cliente ha cogido un producto -o si lo devuelve a la balda-, los productos se van sumando en el carrito de la compra de la aplicación y cuando sales del supermercado, el importe de los mismos se carga en tu cuenta.

Como podéis ver en el vídeo, en los supermercados del futuro no habrá que hacer cola para pasar por caja, no habrá necesidad de hablar con nadie, podremos ver la frescura de los productos sin tener que tener confianza ciega como cuando pedimos online para que lo traigan a casa, no necesitaremos cestas ni carritos porque solo utilizaremos la bolsa de la compra en la que nos llevaremos a casa nuestros productos.

Compraremos rodeados de otros clientes mientras conversaremos virtualmente con nuestros contactos en las redes sociales.

Dejaremos de intercambiar recetas con el carnicero para buscar recetas en internet mientras echamos en la bolsa la bandeja de carne que está en oferta ese día.

Y sí, ahorraremos mucho tiempo, y sí, también es posible que hasta ahorremos dinero, pues al haber menos empleados podrán abaratarse los costes, pero… ¿merecerá la pena?

Fuente | New York Post