El aceite de oliva es uno de los alimentos más susceptibles al fraude y el engaño, y es que es muy tentador para algunos productores mezclar con otros aceites o someter al de oliva virgen extra a ciertos procesos físicos y químicos para multiplicar sus ganancias.

Es por ello que ya la Comisión Europea ha reaccionado con una inversión de cinco millones de euros en la lucha contra el fraude del aceite de oliva, pero esto no queda ahí. Reino Unido se suma a esta lucha, y de hecho quiere situarse como abanderado por acabar con uno de los mayores engaños alimenticios que existen.

El plan por parte de Reino Unido pasa por verificar la calidad de todo el aceite de oliva que importan de otros países, ya que suele ser fuera donde este producto es adulterado y convertido en una sustancia diferente a la que el etiquetado muestra. El organismo encargado de esta verificación del aceite de oliva se llama Campdem BRI, y garantizará la calidad del aceite de oliva, comprobando si efectivamente un aceite de oliva etiquetado como virgen o virgen extra lo es.

La tarea no es nada sencilla, ya que aquellos productores que se han decidido por sumarse a la estafa de la adulteración del aceite de oliva son ya expertos en la materia, y habrá que recurrir a análisis químicos de lípidos del aceite para detectar cuando un aceite no cumple los requisitos necesarios.

Es bueno ver que se mueve ficha en la lucha contra el fraude del aceite de oliva, y esperemos que estos sean solo los primeros pasos de un largo camino que hay que recorrer. Y aunque en España creamos que por ser productores directos y no importar tanto estemos a salvo de estos problemas, no es así. También deberíamos comenzar una lucha contra cualquier engaño relacionado con el aceite de oliva, y en general contra cualquier fraude relacionado con la alimentación.

vía | Gastronomía&Cía