Si el otro día os hablábamos de los cuchillos de cocina, las tablas de cocina son otro elemento que puede parecer algo simple, pero en el que si nos ponemos abuscar, podemos profundizar mucho más allá de su tamaño, composición, peso, grosor… espera ¿pero te paras a mirar todo esto cuando compras la tuya?
Primero quiero presentaros la tabla con reborde o ergonómica. Hecha en madera noble, resistente, de un buen grosor (aunque algo pequeña para mi gusto y sin mango o asa) pero con la particularidad de que cuando cortamos o picamos algo, ya no tenemos que alinear en el borde la encimera el plato y dejar caer, o recoger con la mano o el cuchillo, si no que se adapta al plato, y voilá, empujamos los alimentos y caen limpios al plato, sin esfuerzo. Como en la mayoría de los casos de grandes inventos de la humanidad, tan genial que asusta y por eso casi nadie la tiene, nos asusta lo fácil y genial….
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Y la segunda tabla que os presentamos, es la típica tablita de plástico de esas que en cuanto cortemos algo de embutido se quedará con el color del pimintón en las zonas de corte por los siglos de los siglos. Sin embargo tiene una cómoda regla para medir los alimentos…… y bien, puede parecerte una estupidez, pero hay muchas dietas donde te especifican comer un bocadillo de 14 cm, o si quieres hilar más fino, para cortar algo con la misma medida por motivos decorativos. Siempre, siempre siempre, que haya un invento, habrá alguien interesado en tenerlo. Ahí os lo dejo. Y vosotros, ¿que tabla para cortar tenéis?.
Se lleva Premio (un beso virtual) el que mejor especifique como es tu tabla de cocina 🙂
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