Una pareja con mascarillas en un centro de salud.

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Salud

La gripe toca techo con su mayor pico epidémico desde antes de la pandemia y un 450% más de casos que el año pasado

A pesar de registrar las mayores incidencias, el pico de ingresos todavía se encuentra por debajo de las temporadas anteriores.

Más información: Los científicos alertan de que "los países deben prepararse" ante la nueva gripe K: más casos, más ingresos y mayor duración

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Las claves

La gripe ha alcanzado su mayor pico epidémico en España desde antes de la pandemia, con una incidencia un 450% superior a la del año pasado por estas fechas.

La variante K de la gripe A(H3N2) es la principal responsable del aumento de casos, especialmente desde noviembre y principios de diciembre.

Los síntomas más frecuentes son tos, fiebre y malestar general, y aunque la incidencia comienza a descender, se prevé la posible llegada de una segunda oleada en febrero o marzo.

La presión hospitalaria por la gripe se mantiene alta, pero sin alcanzar los niveles de la temporada pasada, mientras la incidencia de la Covid sigue siendo baja.

La gripe K parece haber tocado techo en España justo antes de las navidades con el mayor pico del virus desde antes de la pandemia de Covid.

Además, quintuplica la incidencia de la pasada temporada por las mismas fechas, según los datos del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda del Instituto de Salud Carlos III.

En la semana 51 del año, la que va del 15 al 21 de diciembre, las infecciones respiratorias atendidas en atención primaria afectan a 834,1 personas de cada 100.000.

Son ya casi tres meses completos desde que superaron el umbral epidémico, aunque la intensidad es considerada baja, y solo ha subido ligeramente desde la semana anterior, lo que indica una ralentización de los contagios.

La gripe por sí sola es el virus protagonista, por extensión y severidad. La incidencia se sitúa en 192,6 casos por cada 100.000 personas, un ligero descenso respecto a los 197,6 de la semana previa.

La cifra es la más alta de todo el periodo posterior a la irrupción de la Covid en 2020.

Supera en un 36,6% el pico observado en la temporada 2024-2025, que se alcanzó en la semana 4 del presente año, y es un 448,7% superior a la incidencia del año pasado por estas mismas fechas.

La precocidad de la epidemia de gripe esta temporada ha pillado por sorpresa a los servicios sanitarios.

La aparición de la variante K de la gripe A(H3N2) —uno de los tipos de gripe presentes cada temporada— ha llevado un incremento de los casos en noviembre y principios de diciembre como no se recordaba en mucho tiempo.

Así, ya tras el puente de diciembre la frecuentación de urgencias estaba marcando récords, con hasta un 20% más de consultas que en otros años.

Los síntomas más frecuentes de la enfermedad son la tos (86,7%), la fiebre (84,7%) y el malestar general (79,3%), así como la congestión nasal (69,1%) y el dolor de garganta (61,9%).

A la modesta reducción de la incidencia de la gripe le acompaña una bajada de la positividad a los tests del virus: ahora se sitúa en el 48% frente al 54,7% de la semana previa.

Esto indicaría que la gripe ha llegado ya a su pico y lo esperable sería que empezara a bajar.

Sin embargo, los factores que favorecen el aumento de la incidencia de virus invernales en las primeras semanas del año (frío, vacaciones y reuniones navideñas) siguen presentes, por lo que los expertos alertan de que no se debe bajar la guardia.

Un segundo pico de gripe no es algo extraño. Cada temporada de gripe está conformada por tres virus distintos: dos pertenecen al tipo A (H1N1 y H3N2) y suelen ser más virulentos, y uno es del tipo B.

Posible segunda oleada

Por regla general, uno de estos tipos predomina durante la primera mitad del invierno y da paso a otros en la segunda, en febrero o marzo.

La primera oleada suele protagonizarla algún virus del tipo A y la segunda el tipo B, por eso suele ser más suave (pero no hay que descuidarla).

Dado el predominio de A(H3N2) estas semanas, no es descartable que, una vez baje su incidencia, comience a subior la de los otros tipos.

Frente al protagonismo de la gripe, la Covid mantiene su perfil bajo en la temporada invernal: su incidencia es de 3,8 casos por 100.000 personas, y la positividad está en el 1,3%.

En los últimos años, mientras la gripe recobraba su prevalencia en la temporada de virus invernales, el SARS-CoV-2 ha encontrado su hueco, principalmente, a finales del verano.

A pesar de que la incidencia de la gripe este año ha superado la de cualquier temporada post-pandemia, los ingresos hospitalarios por virus respiratorios no se acercan al pico observado en la temporada 2023-2024.

Las 21,7 hospitalizaciones por cada 100.000 personas se asemejan a las cifras de aquella temporada pero, mientras que aquí el crecimiento parece haberse frenado, por aquel entonces seguiría ascendiendo hasta alcanzar su máximo dos semanas después, en 38,7.

De confirmarse que se ha alcanzado el pico de ingresos de esta temporada, también estaría por debajo de la de 2024-2025, cuando se llegó a 24,8 ingresos en la semana 2 de 2025.

La gripe también protagoniza las hospitalizaciones, con 9,2 casos por cada 100.000 personas, cifra similar a la de la semana previa, y una positividad (42,4%) que sigue en niveles muy altos pero que parece haber alcanzado también su máximo.

Por el contrario, la Covid es responsable de 0,2 casos por cada 100.000 habitantes y tiene una positividad en hospital del 0,7%.

El virus respiratorio sincitial, protagonista de las bronquiolitis o infecciones respiratorias en menores de dos años, aumenta su presencia con 3,1 ingresos por 100.000 personas desde los 2,6 de la semana previa.

La positividad también ha crecido: del 11,6% al 14,2%, cifra menor que la de la gripe pero no desdeñable.