Omeprazol.

Omeprazol. Pixabay.

Salud

El popular medicamento que se vincula con el cáncer de estómago y que en España tomamos a diario

Distintos estudios han relacionado el consumo de este fármaco con distintos riesgos para la salud, entre ellos la aparición de tumores.

Más información: El primer medicamento que edita directamente el ADN: podría curar el colesterol con una dosis

Publicada

El omeprazol, ampliamente conocido y consumido en nuestro país, comparte protagonismo con medicamentos tan comunes como el paracetamol o el ibuprofeno. A pesar de que muchos lo conocen como un "protector del estómago", su verdadero mecanismo de acción es el de inhibir la bomba de protones, reduciendo artificialmente la producción de ácido gástrico. Como ocurre con cualquier otro fármaco, su uso responsable es seguro, pero su abuso puede conllevar consecuencias perjudiciales.

Aunque su uso principal está indicado para tratar afecciones como el reflujo gastroesofágico o la acidez crónica, y también se emplea durante un periodo corto para combatir infecciones por Helicobacter pylori, el omeprazol se ha convertido en un medicamento de uso casi rutinario. Esta tendencia, motivada por su malinterpretación como "protector gástrico", ha provocado un incremento preocupante en su consumo. Su uso prolongado, sin embargo, puede implicar riesgos severos para la salud, como un aumento en la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas, deterioro cognitivo e incluso ciertos tipos de cáncer.

Fue en el año 2017 cuando se encendieron las alarmas sobre su posible vinculación con el cáncer de estómago, a raíz de un estudio publicado por la prestigiosa revista British Medical Journal (BMJ). La investigación, realizada por expertos de la University College de Londres y la Universidad de Hong Kong, analizó a 63.000 pacientes tratados con antibióticos y omeprazol por infección de Helicobacter pylori. Los resultados fueron contundentes: quienes utilizaron inhibidores de la bomba de protones mostraron hasta el doble de riesgo de desarrollar cáncer gástrico en comparación con quienes no los tomaban.

Este estudio también sugirió que aquellos que tomaban omeprazol a diario tenían hasta cuatro veces más de riesgo de sufrir cáncer gástrico, en comparación a tomarlo una vez a la semana. Sin embargo, cabe recordar que la infección por H. pylori por sí sola se relaciona con un aumento de riesgo del cáncer de estómago, por lo que hay que tomar estos resultados con cautela.

Asimismo, otro metanálisis más reciente publicado en Alimentary Pharmacology and Therapeutics sugirió que no existe suficiente evidencia para asegurar esta relación entre omeprazol y cáncer de estómago, aunque sus autores sí reconocen que los IBP se están consumiendo en exceso hoy en día.

Además de la infección duradera por H. pylori, existen otros factores de riesgo para sufrir cáncer de estómago, como la inflamación crónica o gastritis crónica, la enfermedad por reflujo gastroesofágico y los pólipos gástricos. Y en todos estos casos se suele aconsejan la toma de omeprazol u otros IBP, por lo que también existe probabilidad de que el omeprazol sea posterior a la causa inicial del cáncer, y no el causante como tal. Es algo que hoy en día sigue en debate.

El exceso de omeprazol y el riesgo de infarto

Por otro lado. otro trabajo advirtió de que el consumo constante de omeprazol y otros IBP se habría relacionado con un mayor riesgo de ichus o infarto de corazón. Al menos así lo sugeriría un estudio llevado a cabo por Andreana Foresta y sus colegas del Instituto Mario Negri de Investigaciones Farmacológicas tras estudiar a 280.000 adultos de Lombardía (Italia), todos diagnosticados de diabetes y mayores de 65 años.

El estudio, publicado en la revista Drugs and Aging, sugeriría que la toma habitual de omeprazol se relacionaría con hasta un 24% más de riesgo de muerte, un 36% más de riesgo de infarto de corazón y un 14% más de riesgo de ictus, tras un seguimiento de 6 años. Así mismo, otro estudio publicado a finales del año 2022 sugirió que un uso regular de los IBP aumentaba en un 27% el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares tras seguir a 19.000 personas con diabetes tipo 2 durante 11 años.

De nuevo, estos estudios tienen 'truco', dado que se trata de estudios observacionales donde se objetiva una relación pero no una causalidad. No existen ensayos clínicos aleatorizados que hayan detectado dicha causalidad a día de hoy.

El exceso de omeprazol y el riesgo de demencia

Para finalizar, otro estudio publicado en la revista Neurology analizó si la toma constante de omeprazol tendría riesgo con la demencia. En este caso, Carin Northuis y sus colegas de la Universidad de Minnesota analizaron a 5.712 pacientes durante 5.5 años. Algunos de ellos llevaban tomando omeprazol hasta 20 años de forma diaria.

Según sus datos, 585 participantes desarrollaron demencia, y era a partir de los 4.4 años de consumo previos a la línea de base del estudio (iniciado entre los años 2011 y 2013) donde se detectó que empezaba a aumentar el riesgo de forma significativa: entre un 33% y un 42% más de riesgo.

De nuevo, no se pudo demostrar una causalidad, aunque los autores afirman que su trabajo proporcionaría una evidencia de clase III de que el uso del omeprazol y similares durante más de 4.4 años en adultos de 45 años o más se asociaría con una mayor incidencia de demencia. Se trata de la clase de evidencia más baja, y hay que tomar estos resultados con precaución, pero es un punto de partida para continuar estudiando.