Las muertes por cáncer de pulmón en España en mujeres se disparan.

Las muertes por cáncer de pulmón en España en mujeres se disparan.

Salud Oncología

Más allá del tabaco: por qué las muertes por cáncer de pulmón en mujeres se han disparado un 120%

El cigarro es la principal causa para el desarrollo de este tumor, pero una nueva investigación apunta que los factores reproductivos también influyen. 

12 septiembre, 2023 02:28

El cáncer de pulmón sigue causando estragos. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) calcula que cada año se diagnostican 21.000 nuevos casos en nuestro país. Las cifras vienen alimentadas por el aumento de este tumor entre el género femenino y, desde el Grupo Español de Cáncer de Pulmón, apuntan que en dos o tres años morirán más mujeres por este tumor que por el de mama. No en vano, echando un vistazo a las cifras que arroja el INE, en 20 años la mortalidad por dicha causa ha aumentado un 120% en esta población (casi un 190% si se añaden traquea y bronquios).

Los expertos sugieren que este incremento viene sustentado por la incorporación de la mujer al hábito tabáquico, aunque como claman desde la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM), hay algo más. No hay que olvidar que desde la entidad observan que un 30% de las mujeres que son diagnosticadas de este tumor no son fumadoras, frente al 10% en el caso de ellos.

Ser mujer se dibuja así como un factor que parece predisponer al cáncer de pulmón y son varios mecanismos los han centrado los esfuerzos de la comunidad científica para dar con el quid de esta cuestión, como la genética o el impacto de las hormonas y su relación con factores reproductivos.

[Médicos y pacientes de cáncer de pulmón estallan: los nuevos fármacos no están llegando a España]

Sobre el primero, la evidencia es clara. Varios estudios han puesto de manifiesto que las mujeres son más susceptibles a las aberraciones moleculares causadas por el humo de tabaco y que las mujeres fumadoras presentan mayor frecuencia de mutaciones en los genes TP53, K-ras, c.erbB-2 o EGFR relacionados con la proliferación de este tumor— que los hombres fumadores.

Una evidencia dispar

Sin embargo, respecto a las hormonas la evidencia ha sido bastante dispar, aunque una nueva investigación presentada en la Conferencia Mundial sobre el Cáncer de Pulmón parece haber decantado la balanza por el sí.

De acuerdo con ella, son varios los factores reproductivos que poseen una "asociación significativa" con un mayor riesgo de cáncer de pulmón incidente entre las mujeres. Estos incluyen la menarquia precoz (antes de los 11 años), la menopausia precoz (antes de los 46) y una edad temprana en el primer parto (antes de los 20 o entre los 21 y 25 años).

Concretamente, el trabajo encontró una relación positiva entre estas circunstancias y el cáncer de pulmón de células no pequeñas, un término genérico que se utiliza para englobar distintos tipos de este tumor: el carcinoma epidermoide, el adenocarcinoma y el carcinoma de células grandes. Su losa son sus bajas tasas de supervivencia: para los hombres, a 5 años es del 17%. Para las mujeres, es del 24%.

[La batalla perdida de España contra el tabaco: el porcentaje de fumadores sólo baja un 2% en 25 años]

Al ser un estudio observacional, llevado a cabo con una muestra de más de 273.000 participantes, los autores no han podido trazar ninguna hipótesis de por qué esto puede ser así, pero sí han dado una pista de qué puede estar pasando: estos factores actuaban con más fuerza en personas con riesgo genético específico o que hubieran estado en contacto con agentes relacionados con este tumor, como el humo del tabaco. No tenía por qué ser fumadora, directamente podía estar en contacto con él de forma pasiva.

Cofactores en la carcinogénesis

Aquí es donde entran en juego las famosas hormonas, ya que tal y como señala la revisión desarrollada por el ICAPEM Cáncer de pulmón en mujeres: aspectos diferenciales, la hipótesis más plausible es que los estrógenos y el hábito tabáquico trabajan como cofactores en la carcinogénesis pulmonar y, en este sentido, las etapas referidas por la investigación están marcadas por estas hormonas. 

La menopausia no tanto, pero aquí entra en juego una de las polémicas de los últimos años: el incremento del uso de terapia hormonal sustitutiva, es decir, la administración de hormonas para compensar los problemas que pueda estar experimentando la mujer al fin de la menstruación.

El primero en plantar la semilla de la duda fue el ensayo Women's Health Initiative, que concluyó que el empleo de este tratamiento aumentaba la mortalidad por cáncer de pulmón. El resultado fue calificado de controvertido por algunos expertos e, incluso, se lanzaron trabajos en su contra, defendiendo la seguridad de la terapia hormonal sustitutiva. Si bien, trabajos posteriores le han dado la razón, como es el caso de uno publicado en la revista Experimental Biology and Medicine.

[Los médicos alertan de un preocupante aumento de cáncer en jóvenes: por qué los casos no dejan de subir]

Los autores apuntan que no es cuestión de demonizar la utilización de estrógenos, pero sí de tener en cuenta que estas terapias pueden interceder con otros factores, como es el caso de la exposición al humo del tabaco y de una predisposición genética.

Al hilo de esto, los autores de la investigación que se presenta en la Conferencia Mundial sobre el Cáncer de Pulmón piden que sus resultados sean tenidos en cuenta a la hora de abordar los retos que marca el cáncer de pulmón y de empezar a valorar dicha interacción. "Estos hallazgos son de suma importancia para nuestra comprensión de los posibles factores de riesgo de cáncer de pulmón entre las mujeres", valoran.

También pueden servir para abrir la puerta a nuevas vías que investiguen el papel de las hormonas en los distintos tipos de cáncer. Como se denunciaba en el Congreso Nacional de Endocrinología Oncológica, a pesar del gran impacto que tienen en la salud, poco se conoce sobre su rol en los procesos tumorales. Los resultados que presentaron, de hecho, son esclarecedores: los desequilibrios hormonales pueden afectar al menos uno de cada cuatro tumores.