Montaje con los Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES) Javier Abella y José Manuel Martín.

Montaje con los Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES) Javier Abella y José Manuel Martín. P.G.S.

Salud

Los conductores de ambulancia estallan: "El 70% de los avisos son de gente que no nos necesita"

Los Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES) aseguran que a menudo trasladan a personas que pueden acudir por sus propios medios al hospital.

22 mayo, 2023 02:53

Trasladar en ambulancia a un paciente que reside a 50 metros del centro de salud porque le duele la cabeza. Éste tan sólo es un ejemplo de las "situaciones surrealistas" a las que se enfrentan más a menudo de lo que desearían los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) durante su jornada laboral, en la que atienden en su mayoría a casos que no consideran de urgencia. Esto se debe, entre otros motivos, a que desde los centros de coordinación donde se gestionan este tipo de llamadas acceden a trasladar un vehículo de transporte sanitario aunque sepan de antemano que la gravedad no sea como para ello.

"Desde el centro coordinador no pueden negarte la asistencia, ¿quién se arriesga a decir 'no te pongo una ambulancia'?", se pregunta Manuel Martín-Angulo, TES en el vehículo de Intervención Rápida (VIR) en Comarruga (Tarragona), acerca de una situación que ha empeorado con el paso del tiempo, según los técnicos. "Antes, para llamar a una ambulancia te tenías que estar muriendo y ahora llaman hasta para un dolor de muelas".

"En los últimos tres años sobre todo he percibido que cada vez es peor". Quien habla en esta ocasión es el TES en el Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) de Huelva José Manuel Martín-Álvarez, quien ejerce esta profesión desde que se reconoció oficialmente en 2007. Coincide con su compañero en que a día de hoy las ambulancias no son vehículos que acudan únicamente a socorrer emergencias. "Vamos a todo y casi todo se traslada".

Ambos se han visto 'escoltados' por los familiares de los pacientes, quienes acuden al hospital en su propio coche. ¿El motivo? "Piensan que con la ambulancia te atienden antes en urgencias. Y, por supuesto, no es así", apunta Martín-Angulo. Al llegar al centro sanitario, el personal transfiere la información de la atención prestada para clasificar la demanda. "Es decir, que al usuario se le atiende como si hubiera llegado por sus propios medios", explica Javier Abella, conductor de ambulancias asistenciales del 061 en Ferrol (Galicia) y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).

La ambulancia como taxi

Con casi 20 años de media a sus espaldas, estos TES se sorprenden cada vez menos con los traslados que realizan. "Algunos están ya en la puerta cuando llegamos, como quien espera un taxi", denuncia Martín-Álvarez. En otras ocasiones el sorprendido es el propio usuario cuando llama al 112 o al 061 para realizar una consulta médica (uno de los servicios que también se realizan desde estos teléfonos). "Hay veces que no les dejan ni terminar la consulta y ya le están enviando la ambulancia".

Aunque no existen cifras oficiales, el balance que elaboran no es positivo en ninguno de los testimonios. "Entre el 60 y el 70% de los avisos que recibimos a diario son de personas que pueden acudir por sus propios medios al hospital", denuncia Abella. Este uso irresponsable no sólo tiene 'viaje de ida' para algunas personas, ya que intentan que el médico que les ha atendido de urgencia pida una ambulancia que les traslade de vuelta a casa.

Uno de los motivos por los que se solicita ese 'viaje de vuelta' es porque la llamada se ha producido a altas horas de la noche y no tienen un familiar que pueda acudir al centro sanitario a recogerlos. Fue precisamente a las tres de la madrugada cuando Abella tuvo que trasladar la ambulancia por una persona que no era capaz de conciliar el sueño. Tal y como lo lee. "Nos dijo que no se encontraba mal, simplemente que no podía dormir", rememora. También de noche, Martín-Álvarez tuvo que atender a una persona que había tenido una pesadilla. "Te quedas con cara de '¿para esto nos ha llamado?'".

Además de trasladar a aquel paciente veinteañero con dolores de cabeza que vivía a 50 metros del centro de salud, Jorge Martín-Pereira ha vivido en sus 14 años como TES experiencias propias de ciertos programas televisivos. "Hubo una ocasión en la que nos encontramos con una niña que dijo ver fantasmas", expone este actual enfermero. Por supuesto, en la llamada no se precisó como tal, sino que se limitaron a decir que tenía una crisis nerviosa. La situación se agravó cuando la progenitora reconoció que también los veía. "Acabamos llamando a la Guardia Civil porque la madre agredió al médico".

La violencia no suele ser tan común como sí lo es la exageración del relato. Martín-Angulo pone el ejemplo de un accidente de tráfico en el que llaman porque el herido estaba atrapado y realmente lo que pasaba es que no podía salir del coche o el de una mujer que llama por una caída de su marido desde varios metros mientras podaba y se había caído desde su propia altura podando un rosal.

Casos como estos son los que provocan que se atienda una rotura de un dedo o un pie en vez de acudir a tiempo a un accidente, un parto o un infarto de miocardio, tal y como advierte Abella. Aun así, entienden que los compañeros que están detrás del teléfono poco más pueden hacer, más allá de enviar una ambulancia la mayoría de las veces.

Falta de educación sanitaria

Esta situación no sólo ha empeorado con el tiempo, sino que también influye según la zona geográfica. En este sentido, Abella percibe una diferencia sustancial entre el paciente de la ciudad y el de las zonas rurales. Pese a ser los que menos servicios sanitarios suelen tener a su alcance, son personas que no piden una ambulancia hasta que optimizan todos los recursos que tienen. "Incluso te piden perdón por haberte llamado a las tres de la mañana, como si te hubiesen molestado", valora.

Martín-Álvarez también ha notado esta desigualdad en su ámbito regional. "El umbral del dolor parece que es diferente en la sierra que en la costa y la capital [Huelva], reconoce. Desde otras comunidades creen que existe una mayor conciencia en el norte que en el sur, aunque las quejas son muy parecidas y sigue habiendo un mal uso de las ambulancias en general.

Para evitar el colapso innecesario de las ambulancias, todos los TES entrevistados por este periódico reclaman una mayor educación sanitaria. "No quiero disculpar a la población, pero el desconocimiento sanitario puede confundir una urgencia de aquella que no lo es", advierte Martín-Pereira.

Los técnicos también encuentran una falta de información en el aspecto económico. "Pensamos que cuando llamamos a una ambulancia es gratis, cuando no es así. Por ejemplo, si el centro coordinador envía médico y enfermero, más el conductor, la ambulancia 'cuesta' unos 1.000 euros", indica este antiguo TES.

Es por este motivo por el que algunos de ellos plantean incluso la posibilidad de cobrar al usuario que haga un uso indebido de estos servicios. Sin embargo, no creen que sea una medida que pueda tener algún recorrido en España. De hecho, el Ministerio de Sanidad retiró en 2012 la decisión de aplicar el copago de ambulancias.

En el país vecino cuentan con un panorama completamente distinto al nuestro. Martín lo conoce bien ya que su padre estuvo trabajando allí durante 40 años. "Como suelo decir, en Portugal no tienen ambulancias en todas las farolas". Precisamente, el Parlamento portugués acabó con el copago sanitario en 2019, aunque se mantiene en las urgencias de los hospitales.

Volviendo al caso español, la combinación de una mala gestión por parte de los centros coordinadores y una mala educación sanitaria por parte de la población provoca una 'bomba' difícil de desactivar. "La suma de todos estos factores dan pie a que una persona con un dedo roto quiera que una ambulancia le vaya a recoger", concluye Martín-Pereira.