La podóloga Carolina Rosende en su despacho.

La podóloga Carolina Rosende en su despacho.

Salud

Doctora Rosende, la sabia del pie: "Uno de los hitos de la evolución humana es su dedo gordo"

"Solo llevo tacón en ocasiones muy, muy especiales" / "Deberías usar tacones solo cuando sea absolutamente necesario" / "La moda del calzado deportivo es beneficiosa para su salud" / "Las chanclas no son un calzado para caminar".

27 marzo, 2023 02:19

Carolina Rosende Bautista es diplomada en Enfermería por la Universidad de Santiago de Compostela, y en Podología por la de A Coruña, donde es profesora contratada doctora e investigadora sobre las alteraciones morfoestructurales del pie en la infancia y la edad adulta, así como en la morfología del arco longitudinal interno del pie. Tiene decenas de artículos publicados sobre la problemática de nuestros pies y preside la Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología. Además, es licenciada en Antropología Social y Cultural.

Pocas personas han mirado tantos pies y con tanta profundidad como Carolina Rosende. Sus 'rayos X' trascienden las capas exteriores de nuestros humildes apéndices y ven todo aquello que pasa por dentro.

Después de todo, pocas partes del cuerpo se someten a tanto castigo diario: pisar suelos de todo tipo y aguantar el peso y el equilibrio de todo lo que hay por encima. Y no se lo ponemos fácil, con tacones, suelas planas, chanclas, botas... 

Por suerte, algunas modas están al rescate, como la generalización del calzado deportivo. Eso sí: si quiere cuidar su cuerpo, hágalos trabajar. Y cómprese unos buenos zapatos.

¿Cuál es el problema más común en la consulta de un podólogo?

Las alteraciones dermatológicas, lo que se conoce entre la población general como durezas, callos u ojos de gallo pero que, a nivel técnico se llaman hiperqueratosis y helomas, continúan siendo el motivo de consulta más frecuente, junto con las alteraciones de las uñas.

En los últimos años, la preocupación por la salud ha hecho que haya más consultas por problemas biomecánicos. La gente tiene más conciencia de que el pie es una estructura fundamental y el análisis de la biomecánica del pie explica muchas patologías, que se presentan en el pie, en la pierna, en la rodilla, en la cadera e incluso en la espalda.

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Colegas de diferentes profesiones y especialidades nos derivan cada vez más a los pacientes para intentar ver si la biomecánica del pie está influenciando la aparición de alteraciones de rodilla o cadera.
 
¿Cuáles son los problemas de origen biomecánico más comunes?

A nivel general, podríamos decir las talalgias y metatarsalgias, dolor de talón y dolor del antepié. Esos dolores pueden estar originados por muchas patologías: desde alteración de músculos, tendones, ligamentos o existencia de alteraciones en las estructuras nerviosas como el famoso neuroma de Morton… El objetivo de la exploración podológica es intentar determinar cuál de las estructuras es la dañada para hacer un tratamiento del origen de ese dolor.

¿El mundo se divide en pronadores y supinadores?

El mundo se divide en gente con tendencia a tener el pie pronado y otra gente, mucha menos, a tener el pie supinado. Todas las personas, cada vez que dan un paso, su pie debe pronar y supinar.

Hay gente que, por su morfología ósea, por su laxitud ligamentosa o por su fuerza muscular tiene más tendencia a exceder los rangos de pronación, y eso es lo que a veces puede ser causa de lesión.

La postura más frecuente es el pie pronado, por la propia morfología de las estructuras del  pie en sí mismas y por la propia gravedad. La pronación es totalmente necesaria para que la estructura del pie se pueda adaptar al terreno, desde que chocamos el talón hasta que tocamos el suelo con el antepié y los dedos.

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Una vez que se produce el contacto de todo el pie en el suelo, para que la marcha sea efectiva, necesitamos que esa articulación que se había llevado las cargas hacia la zona media las distribuya hacia el lateral. En el calzado deportivo, por ejemplo, se tiene tendencia a contener la cantidad de pronación porque, para la carrera, es más efectivo un pie que funciona con menos pronación.

¿Se puede conocer a alguien por la pisada?

Hay una tendencia generalizada a considerar que la forma de la pisada puede reflejar la morfología del pie. Clásicamente el diagnóstico de la morfología del pie se hacía por la pisada, una tendencia que duró hasta la decada de los 80 y 90. Hoy se ha demostrado que no es cierto, que la pisada es una información más que nos refleja aspectos de la morfología del pie del paciente pero tambien nos da mucha información sobre su índice de masa corporal.

Cuanto más pesa una persona, más se aplana su huella plantar, pero no siempre que la huella es plana [quiere decir que] las estructuras óseas están alteradas. Muchos estudios cuestionan el diagnóstico por huella plantar. Cuando la gente tiene sobrepeso, la huella se aplana porque la planta del pie tiene más grasa. Sin embargo, ese aplanamiento de la huella no se corresponde con estructuras óseas de arco bajo o pie plano. La huella plantar nos aporta información a los  profesionales, pero no puede ser un único elemento para hacer el diagnóstico de la morfología del pie.
 
¿El pie está diseñado para caminar?

Claramente, el pie está diseñado para caminar y soportar peso. Ha sufrido una evolución muy importante desde los ancestros. Dos hitos de la evolución humana se reflejan en el pie. Uno ha sido que el dedo gordo del pie sea longitudinal al eje, no como el de la mano, que es prensil.

El otro ha sido la formación del arco plantar que se considera un paso necesario para alcanzar la posición bípeda. El pie ha evolucionado claramente para conseguir caminar sobre dos extremidades.
 
¿Cuáles son los principales mitos en torno a la salud del pie?

El uso de tratamientos ortopodológicos, plantillas, consigue modificar y corregir la forma de un pie: esto no es cierto. Las plantillas u ortesis plantares son como las gafas: cuando las tienes puestas ves mejor pero, si te las sacas, dejarás de ver bien. Con las plantillas caminas mejor, su uso nos permite mantener una posición, pero cuando te las sacas el pie volverá a su posición inicial. 

Otra de las cuestiones más habituales en las que existe confusión es el famoso espolón calcáneo, un crecimiento óseo que se genera en la zona plantar del calcáneo donde se inserta la fascia. La gente dice "me han hecho una radiografía y tengo un espolón que al caminar me pincha, me lo tenéis que sacar". Esa excrecencia ósea generalmente no produce dolor: este se genera por el exceso de tensión de los tejidos de la fascia plantar y de los tejidos blandos, que, por soportar una tensión excesiva, sufren un proceso de  inflamación y degeneración y estas son causas del dolor.

Otro gran mito viene de la infancia: los pies planos y la ansiedad de muchos padres para que se les trate. La morfología de pie plano se puede extender hasta los 7-8 años perfectamente sin que sea patológico. Hay un porcentaje de pies planos en la infancia que deben ser tratados, pero hay mucha ansiedad en los padres para que le realicen tratamientos con pie plano cuando la situación es completamente fisiológica.

¿Los padres no deben acudir a consulta hasta los 7-8 años?

Un pie plano flexible, que se modifica cuando caminamos, no es una alteración. Los padres deben acudir a consulta si el niño presenta dolor, si se cae con frecuencia, si es un niño patoso que renuncia a la actividad física… En esos casos sí debe ponerse tratamiento.

Es beneficioso que los niños acudan, en algún momento de la evolución, a revisar su morfología de pie, pero no siempre que hay un pie plano el niño necesita tratamiento. No todos los pies planos en los niños son patológicos. Sí en la edad adulta, cuando aparece un pie plano en una persona adulta suele haber patología y necesidad de intervención y modificación de la posición del pie con plantillas.

¿Por qué tenemos juanetes?

Es una desviación estructural importante de todo el primer radio del pie. La población suele fijarse en el bulto en la zona medial, pero el juanete encierra una deformidad mucho más extensa, una desviación del primer metatarsiano que se acerca a la línea media del cuerpo, una desviación del dedo hacia fuera y una descompensación muscular.

Es una deformidad importante que necesita la modificación estructural de dos o tres huesos. Son intervenciones complejas que deben ser realizadas con técnicas exhaustivas. Detrás de un juanete hay mucho más de lo que parece.

¿Cómo de crucial es un buen calzado?

Hay unas normas comunitarias de calidad que el calzado debe cumplir. Es fundamental el material con el que está hecho: materiales nobles, materiales técnicos que evitan la sudoración, que previenen la formación de infecciones bacterianas y fúngicas, de hongos… El calzado que no es de calidad no está realizado con materiales probados y  puede producir alergias, incrementa la sudoración, etc.

Son tremendamente importantes también las características de ese calzado: las hormas, la morfología de los pisos, las suelas, el tacón, cuán dura o blanda sea la suela para decidir la actividad que vamos a realizar, etc.

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El calzado puede ser origen de muchas patologías, dérmicas, ungueales (de la uña) o incluso patologías óseas. Pero tambien, un buen calzado puede servir a los profesionales como elemento terapéutico. En podología usamos la calzadoterapia para mejorar diferentes patologías del pie. 

Es siempre mejor tener dos pares de zapatos buenos que 50 de mala calidad. No es como una prenda de ropa que sirve para que se vea o para ir a la moda, aparte de abrigar. El calzado puede generar patología en el pie, por lo que es importante que sea de calidad.
 
¿Qué piensa cuando ve zapatos en las apps de ropa de segunda mano?

Está totalmente contraindicado utilizar zapatos que ha utilizado otra persona. De un modo u otro, cuando nos ponemos un calzado estamos imprimiéndole nuestra forma de pisar, lo estamos desgastando para nuestra forma de caminar. En los niños nunca se debería heredar calzado, no se debería prestar calzado de unos hermanos a otros, ni de unas personas a otras.

¿Y qué hay de los tacones?

Los tacones, solo para cuando sean absolutamente necesarios. No es solamente el dolor que pueda producir cuando se tienen muchas horas puestos por las sobrecargas que genera en el antepié, sino que mantienen un acortamiento de la musculatura posterior de la pierna.

Si una mujer usa tacones siempre, acaba teniendo restricción de movilidad de la musculatura posterior, que al final arranca alteraciones de la columna y la pelvis. Por suerte, ahora tenemos una moda más cómoda y anatómica. Se utiliza mucho calzado de corte deportivo acordonado y eso facilita que no se produzcan tantas patologías.

Personalmente solo me calzo con tacón en ocasiones muy, muy especiales. Me parece una esclavitud: nuestras madres y abuelas llevaban tacón a diario. Vemos pacientes que ponen cuñas a las zapatillas de casa porque, si no, tienen la sensación de que se caen para atrás. Y es que tienen un acortamiento tal de la musculatura que son incapaces de ir sin tacones. Me ha visto con tacón muy poca gente [ríe].

¿Qué piensa de estas marcas famosas por ser incómodas o llevar suelas planas?

Hay calzado de marcas carísimas y de precios desorbitados que no cumplen los cánones mínimos de un buen calzado. Las zapatillas deportivas excesivamente planas: muchos usuarios les tienen que poner alzas para ir más cómodos. Después de todo, no necesitamos tacón, pero sí tener el talón un poquito elevado respecto al antepié, que facilita mucho una buena dinámica, hasta dos o tres centímetros se considera una altura adecuada.

Las modas a veces se imponen y concienciar a la población es complejo. En el deporte está la moda de ir o volver de entrenar con calcetines y chanclas. La chancla es un calzado para utilizar en la ducha, moverte de la tumbona al borde de la piscina o ir del coche a la playa, pero no es un calzado para caminar: tienes que sujetarlo con los dedos para que no se te caiga, te va chocando el talón…

Entre el tacón y las chanclas, ¿con cuáles se queda?

Entre el tacón y las chanclas, no me quedo con ninguno. Los dos, para ocasiones específicas. Tampoco podemos decirle a una persona que no puede llevar tacón, hay que ser flexibles, pero hay que tener cuidado. Es como el chocolate: si lo tomas un día, no pasa nada; el problema es cuando lo tomas todos los días.

¿Hay que gastarse mucho dinero para tener unas zapatillas decentes para hacer deporte?

El calzado deportivo es un ámbito superespecializado y de innovación constante. Lo malo es que el precio se incrementa notablemente. La especialización es tan grande que todo depende del uso que le vayamos a dar. Un buen calzado, ¿tiene que tener el precio desorbitado? Yo creo que no.

¿Qué ocurre? Cuando el deportista amateur o profesional se acostumbra a un buen calzado, bajar de ahí es muy complejo. Conozco deportistas que se han comprado 4-5 pares de un mismo modelo, no quieren usar otro.

Uno no se puede imaginar la cantidad de innovación que hay tras el diseño del calzado. Hay empresas en nuestro país que están invirtiendo muchísimo en esto.

¿Merece la pena gastar dinero en unos buenos zapatos?

Siempre merece la pena. El riesgo de lesión es importante si no se lleva un buen calzado. No hace falta que sea ni un último modelo, ni con todas las características más innovadoras, pero un buen calzado es importante para cualquier actividad física.

¿Es cierto que caminar por la playa es beneficioso?

Caminar por la playa es beneficioso para el pie, principalmente, en determinadas edades y sobre todo si se camina sobre arena seca, que es blanda. Necesitamos mucho más trabajo muscular cuando caminamos por superficies blandas, y así fortalecemos mucho más la musculatura.

Caminar con los pies por el agua también es muy bueno, sobre todo en gente con falta de movilidad o problemas vasculares. En el agua siempre se pesa menos y es mucho más fácil mover los pies.

Si lo que queremos es hacer ejercicio, jugar a las palas en la arena seca, al fresbee, etc. nos va a hacer correr y movilizar mucho más los músculos que en superficies duras. Las agujetas al día siguiente van a ser importantes, eso sí.

¿Nos ha perjudicado el asfalto?

Sí. Las superficies excesivamente duras nos han hecho trabajar mucho menos la musculatura del pie y la pierna. Pero lo que más nos perjudica es el sedentarismo: el exceso de coche, poco caminar. Los  deportistas más rápidos han sido niños que han ido al colegio caminando muchos kilómetros todos los días.

En los niños pequeños se recomienda que en casa caminen descalzos, o con un calcetín. Los zapatos excesivamente rígidos tampoco son beneficiosos, el pie tiene que poder movilizarse en la zona del tobillo y el antepié. Antes, había la costumbre de ponerles botas por encima del tobillo cuando lo que hace es no permitirles ser conscientes de sus movimientos.

Pasaba también con los deportistas, antes usaban botas porque se creía que podía prevenir el esguince. Ahora, todos los modelos dejan el tobillo fuera porque la propiocepción (la capacidad de saber en qué posición está nuestra articulación) nos permite no excedernos.

¿También tenemos que deshacernos de las botas?

Donde yo vivo, en Galicia, los niños tienen que llevar botas en invierno, es imposible no hacerlo con lo que llueve. Lo que no es recomendable es llevar siempre botas, sobre todo botas ajustadas. Sería ideal si, después de estar caminando, al entrar en un sitio cerrado me llevo un zapato más flexible. También depende del tipo de bota, cómo vaya acordonada: hay botas de piel que nos permiten movilizar perfectamente el tobillo.
 
¿Cómo es la salud de los pies españoles?

En España tenemos unos índices de salud excepcionales. La podología en España es donde tiene una de las mejores formaciones, junto con EEUU, Reino Unido (donde hay muchos podólogos españoles), Sudáfrica, Australia...

¿Qué deberíamos mejorar en la salud del pie? El sendentarismo es una gran lacra; también el tabaquismo, que se está reduciendo pero es tremendamente lesivo también para el pie y el sistema vascular. Hay estudios que apuntan que, cuando uno deja de fumar, disminuyen las lesiones dermatológicas porque hay menor muerte celular y una mejor vascularización del pie.

¿El tabaquismo afecta a los pies?

Muchísimo. Tabaquismo y diabetes son una de las grandes lacras. La podología está insertándose en el SNS para una prestación gratuita y, principalmente, es por el aspecto vascular y la diabetes. El tabaquismo destroza la estructura vascular de las personas y los miembros inferiores son los primeros afectados. Nos encontramos úlceras que son causadas por la ausencia de vascularización del pie, y pueden necesitar amputaciones.

La diabetes altera el sistema nervioso y empieza afectando al sistema nervioso periférico, los pacientes no perciben lo que está ocurriendo en sus pies y acaban con ulceraciones importantes y amputaciones.

Hoy en día se están haciendo muchos estudios para conocer las necesidades en la salud podológica de la población. Se está trabajando, por ejemplo, con pacientes oncológicos, porque muchas veces la quimioterapia genera alteraciones importantes, ungueales, dérmicas… Son aspectos que trabajamos desde la podología para mejorar la salud de la población.