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    Aliadas contra la hipertensión.

    Uno de los condimentos que tiene una mayor presencia en cualquiera de los alimentos que consumimos cada día es la sal. No solo por aquella que añadimos nosotros cuando cocinamos o nos preparamos un tentempié, sino porque muchos de los alimentos procesados ya la incluyen de forma casi sistemática entre sus ingredientes. Su consumo es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, ya que nos aporta sodio. "El sodio interviene en el equilibrio ácido-base y ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos corporales dentro y fuera de las células", afirman desde la Fundación Española del Corazón. Además, ayuda a que los músculos respondan correctamente a los estímulos y ayuda a que los músculos respondan correctamente a los estímulos.

    A pesar de estos indudables beneficios, consumirlo en exceso puede tener repercusiones muy negativas. Según la OMS, los adultos no deberían consumir más de 5 gramos de sal al día, lo que ayudaría a reducir el riesgo de sufrir tensión arterial y  enfermedades cardiovasculares. De hecho, en un estudio publicado en Circulation, revista de la Asociación Americana del Corazón, hace pocos meses, se apunta que el consumo excesivo de sodio es uno de los tres principales factores de riesgo evitables asociados a las enfermedades cardiovasculares. Entre las conclusiones se señalaba que reducir la ingesta de sodio en un 30% podría ayudar a disminuir la presión arterial y a evitar otros 40 millones de muertes, y eliminar las grasas trans podría prevenir 14,8 millones de fallecimientos prematuros.

    Es por ello que es conveniente evitar abusar de la sal. Es cierto que esto puede conllevar una pérdida de sabor en muchos platos y, en consecuencia, hacerlos menos apetecibles. No obstante, existen muchos otros productos que pueden actuar como sustitutivos, y ofrecer un agradable sabor al tiempo que nos ayudan a cuidar nuestra salud. Aquí os presentamos algunas de las especias que pueden cumplir con esta saludable función.

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    Orégano.

    Con un nombre que deriva del griego y que significa ‘esplendor de la montaña’, el orégano es una de las especias más utilizadas en la cocina italiana, pero también en el resto de gastronomías mediterráneas. Por lo general, se consumen sus hojas secas o frescas. Presenta un sabor fuerte que, además, ayuda a realzar los alimentos a los que acompaña. De tal forma, se puede utilizar para sazonar una infinidad de platos, desde hamburguesas hasta pizzas, pastas y lasañas, sin olvidar que combina perfectamente con el tomate. De hecho un plato ideal para el verano es la ensalada de tomate con mozzarella y orégano.

    Además de ofrecer un buen sabor, también aporta beneficios a nuestro cuerpo, ya que posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, digestivas  y antimicrobianas, por lo que su consumo ayuda a mejorar la digestión, a tratar catarros, resfriados y afecciones respiratorias y a calmar algunos dolores leves.

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    Cúrcuma.

    Esta especia muy popular y utilizada en la cocina asiática puede aportar importantes beneficios al organismo. Su sabor es picante y cálido pero al mismo tiempo emite una agradable fragancia. A lo largo de la historia ha servido para muchos usos, desde colorante hasta ser el ingrediente principal del curry. Entre sus características destaca su alto contenido en fibra y vitaminas. También es rica en minerales, manganesio y hierro, también es una muy buena fuente de potasio, calcio, magnesio, cobre y zinc. Esta completa composición le confiere propiedades digestivas, antiinflamatorias y antioxidantes.

    Se puede usar para una amplia variedad platos: Sopas y guisos, arroces, legumbres, ensaladas de vegetales y salsas y aderezos.

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    Comino

    Esta especia, que forma parte de la familia del perejil, destaca por su sabroso, pero ligeramente picante, sabor.  Se utiliza en gran medida en la cocina del sudeste asiático, norte de África, México y Tailandia, donde se valora su característico sabor ahumado y terroso a la comido. Además, encaja a la perfección con diversos platos, tales como cordero, caza y arroz. Además se puede combinar con otros condimentos para dar un aire exótico a nuestras comidas, como orégano y chile para un toque mexicano; o cardamomo, cilantro y cúrcuma para viajar, gastronómicamente a India .

    Además, posee una gran variedad de nutrientes que incluyen hierro, calcio, potasio y vitamina A, e, incluso contiene grasas poli y monoinsaturadas.

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    Nuez moscada.

    Con este nombre se conoce un grano seco que se obtiene de un árbol de hoja perenne llamado mirística. Su principal característica es el aroma que emana, con un ligero toque picante. Este condimento contiene aceites esenciales y trazas de saponica, además de limoneno y geraniol, entre muchas otras sustancias de las que derivan sus propiedades digestivas, antioxidantes y antiespasmódicas.

    Es muy útil para elaborar diferentes tipos de alimentos, com postres, panes, purés y verduras. Sin embargo, no se recomienda el consumo excesivo por contener miristicina, una sustancia que puede afectar al sistema nervioso.

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    Pimienta.

    Aunque de forma casi inconsciente solemos asociarlo a la sal, como si fuese un pack inseparable, estas semillas secas molidas pueden ser un buen sustituto del condimento blanco. Los más comunes son los granos de pimienta negra, pero existe mucha más variedad, con diferentes colores, como el rojo, el verde y el amarillo, cada uno de ellos con diferentes grados de pungencia o dulzor.Entre los nutrientes que aportan destacan la fibra. Su consumo ayuda a la pérdida de peso y a combatir gases intestinales y úlceras gástricas. También posee capacidad antioxidante y mejora la absorciòn de nutrientes.

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    Jengibre.

    El jengibre es una planta con flores, cuyo origen se encuentra en China. Forma parte de la familia de los Zingiberaceae, y se encuentra estrechamente relacionado con otros condimentos y granos, como la cúrcuma, el cardamomo y galangal. La parte que se consume como especia es el rizoma, es decir, la parte subterránea del tallo. Se puede utilizar de muchas formas: fresco, seco, en polvo o como un aceite o jugo

    Sus peculiares características, como su fragancia y su sabor únicos son consecuencia de sus aceites naturales, el más importante de los cuales es el gingerol  principal compuesto bioactivo del jengibre, responsable de gran parte de sus propiedades medicinales. Entre sus propiedades, destacan las antiinflamatorias y antioxidantes.

    Estas son algunas de las opciones y, sin duda, existen más. En cualquier caso, te invitamos a que experimentes con nuevos condimentos para lograr unos sabores diferentes y una dieta más saludable. Tu paladar y tu bienestar te lo agradecerán.

Vicent Selva