Jesús Quintero en una imagen de RTVE.

Jesús Quintero en una imagen de RTVE.

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Desgranando los silencios de Jesús Quintero: la serie documental de RTVE que enseña cómo hacer entrevistas

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El silencio lo que necesita es de una seguridad apabullante para saberlo mantener, para que ese espacio en blanco no parezca un fallo. Entonces, ¿qué logra Quintero? Logra llenar ese silencio”. Esta frase, expresada por la periodista Joana Bonet en El Loco. Los silencios de Quintero, resume muy bien la esencia del periodista andaluz fallecido en octubre de 2022 y al que ahora RTVE reivindica en esta serie documental de dos episodios.

El Loco. Los silencios de Quintero es un original de RTVE Play producido por En Cero Coma, sello de Fremantle España, y que a demás de estar disponible desde la pasada semana en la citada plataforma, se emitirán esta noche a partir de las 22:00 horas en Documaster de La 2.

Mencionar el nombre de Jesús Quintero es añorar una televisión que ya no existe. En la que había cabida a las entrevistas en profundidad, pausadas, en las que no se está pendiente de qué está haciendo la competencia para ofrecer un mayor cubo de carnaza. En la que un ciudadano de a pie de lo más pintoresco tenía el mismo hueco que la mayor estrella del mundo del deporte o el espectáculo, sin distinciones.

Lola y Andrea, hijas de Quintero, Isabel Gemio, Rocío Carrasco, Javier Rioyo, Manuel Vilas o Ignacio Vidal Folch, entre otros, aparecen en esta serie documental para compartir recuerdos y, sobre todo, analizar por qué como él no hubo, ni hay ahora mismo, otro igual. “Mi padre tenía su método, un método que a día de hoy no he visto en otras personas. Rasgos, alguna imitación, pero nada, nada como lo que hacía mi padre”, destaca una de sus hijas.

Y así, todos a una, van desgranando el por qué Quintero cultivó el silencio como pocos. Fran Rivera fue un gran amigo del comunicador andaluz, y también participa en la producción. De Jesús dice que era implacable, “porque lo mismo te hacía sentir muy cómodo que te hacía sentir muy incómodo, entonces no sabías nunca por dónde iba te iba a salir”. Y, como ejemplo, el espectador comprueba la vez que entrevistó a Carmen Sevilla y, tras alabarle su buen ver, le lanzó que cómo una mujer como ella llevaba el que su hombre se fuese con otras. Una de cal, una de arena, y la entrevistada contestando sin cortapisas todo lo que le viene por la cabeza.

De todo el material que se ofrece, llama la atención el ensayo del primer programa de El Perro Verde, programa emitido en TVE en los años 80. Y ahí, Quintero da las claves de su manera de entender la televisión. Reconoce, mientras la cámara graba con complicidad, que su objetivo era que el invitado olvide que esté en la televisión a los dos minutos, y que se tiene que divertir con él, “entrando en su película, observándolo atentamente, que vea que estoy con él, ese es el tema. Y a base de miradas, y de gestos y de sorpresa” conseguir que entre por donde él desea.

Así, poco a poco, El Loco. Los silencios de Quintero se convierte en un máster para aquellos que quieren hacer buenas entrevistas, pues da claves muy valiosas sobre cómo dejar que quien está frente a ti se abra. Tanto que cuente más de lo que tenía previsto y, a pesar de ello, no se sienta atacado.

Equipo responsable de la serie documental junto a las hijas de Jesús Quintero.

Equipo responsable de la serie documental junto a las hijas de Jesús Quintero.

Como bien expresa Carla Antonelli, cualquiera conocía sus silencios, pero una cosa era saber la teoría desde casa, y otra plantarte delante, con mesa por medio, micrófono por medio, Jesús Quintero al otro lado y de pronto quedarse...”. Tan arraigado era ese distintivo en sus charlas que resulta hasta tierno ver cómo Santiago Segura una vez le agradeció el silencio, pues pensó que en su entrevista no iba a poder disfrutar de uno, porque “me hunde”.

Así, poco a poco se insiste en cómo este loco de la colina, este vagamundo sabía que callándose el entrevistado tendría algo más que decirle, sin perder los nervios. Aunque queda claro que era mucho más que un periodista prudente que dejaba hablar al de enfrente. Y es que, como también destaca Isabel Gemio en la serie, “el silencio realmente no me parece que sea lo más fuerte de Jesús. Porque él era un artesano, para mí es mucho más importante el cómo concebía él la comunicación, un programa, una entrevista, una puesta en escena”. Una artesanía que ya difícilmente se ve en la televisión actual.