Dos personas iluminadas por la luz de las velas al caer la noche durante el apagón eléctrico en Ourense.

Dos personas iluminadas por la luz de las velas al caer la noche durante el apagón eléctrico en Ourense. Brais Lorenzo EFE

Sociedad

Ni palas ni papel higiénico: estos fueron los productos más vendidos en España durante el histórico apagón de luz

La caída a cero del sistema de electricidad en la península ibérica ha agudizado el ingenio de los españoles para adquirir los recursos necesarios.

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El gran apagón que tuvo lugar en España a las 12:33 horas del mediodía de ayer lunes 28 de abril será recordado como otra jornada histórica, como el 15 de marzo de 2020 por el inicio del estado de alarma por la pandemia, o el 29 de octubre de 2024 por la fatídica dana en Valencia.

Así, como en otras crisis, muchas personas, atenazadas por el miedo, han hecho acopio de diferentes productos rápidamente para no quedarse sin ellos. En la pandemia de la Covid-19 fue el papel higiénico;, en la gran nevada ocasionada por Filomena, las palas para apartar la nieve. En esta nueva crisis, han sido los transistores.

Gran parte de la sociedad -exceptuando los residentes en el archipiélago balear o canario y en Ceuta y Melilla- perdió la luz y, por tanto, toda la conexión con la última hora informativa sobre el mayor apagón de la historia del país. Por ello, las radios analógicas han vuelto a ser el compañero ideal y uno de los productos que más personas adquirieron en los comercios.

Durante más de 10 horas, e incluso casi 20 en algunos puntos de la Península, fue imposible mantener ningún tipo de comunicación con amigos, familiares, compañeros o seres queridos. No obstante, había una opción de mantenerse conectado con la realidad, de saber cuándo iba a volver la electricidad, la situación del tráfico, de los trenes o incluso de los aeropuertos: la radio.

En este sentido, mucha gente ha sacado del fondo del cajón los transistores que usaban antes de la llegada de la era digital, en la que la radio se escucha habitualmente en el móvil o, en especial los jóvenes, en formato podcast.

La radio nunca muere

Como alternativa al transistor, en muchos edificios residenciales se podía ver a gente bajando, ya en pijama, al garaje para encender la radio en el coche. Esta era, en muchos casos, la única forma de mantenerse informado.

Por otra parte, aparte del consumo de información de último minuto, muchos ciudadanos han hecho acopio de productos básicos en los supermercados. Destaca la compra de agua, pan, papel higiénico, legumbres y velas.

En concreto, según han publicado algunos usuarios en sus redes sociales, la comida precocinada, las ensaladillas y las botellas de agua son algunos de los productos con más ventas hasta la hora de cierre de los establecimientos. Productos que no requieren de una fuente de electricidad para poder ser consumidos.

Por último, durante toda la tarde se apreció que muchas personas se lanzaron a las terrazas de los bares. Ya fuera para tomar una cerveza o un refresco, compartir una conversación agradable en un momento tan extraordinario pudo ser la alternativa ideal para conseguir un rayo de luz en medio de toda la oscuridad.