‘Drag Race España’ 02x08: Marionetas, el Hada Marina y Amparo de ‘Kika’

‘Drag Race España’ 02x08: Marionetas, el Hada Marina y Amparo de ‘Kika’

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‘Drag Race España’ 02x08: Marionetas, el Hada Marina y Amparo de ‘Kika’

El programa eligió su top 4 en un ‘roast’ que dejó el nivel bastante alto y en la que cada cual interpretó las heroínas de España a su manera.

16 mayo, 2022 08:28

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A Drag Race España le queda ya un suspiro para cerrar las puertas de su taller, el cual cada día parece más grande, con las pocas concursantes que quedan. Así lo decían ellas mismas al entrar, no sin echar de menos a Drag Sethlas, la última expulsada, a la que todos parecían querer mucho. Algo que no se puede decir, tal cual, de Juriji Der Klee, que no sabemos hasta qué punto por edición, y hasta dónde por méritos propios, se ha convertido en la bitch de la temporada. O al menos, es señalada como “artífice de los problemas”, que queda más fino.

El primer mini reto de la semana fue los ‘drag guiñoles’, esto es, cada participante tendrá una marioneta de un compañero ‘out of drag’. En diez minutos tienen que customizarla y hacer una interacción con ella en un pequeño teatro, donde debe imitar o exagerar los principales rasgos de la reina que le haya tocado.

A Venedita Von Däsh le tocó Marina, a Marina Juriji, a Juriji Venedita, y Estrella Xtravagaza y Sharonne se imitaron mutuamente. Hay que decir que es verdad que la prueba de este año se presentaba muy difícil. Sharoronne es una drag tan perfecta que no hay algo a lo que puedas aferrarte para una imitación, y Marina, Juriji y Venedita son bastante calmadas. Solo Estrella tiene una personalidad arrolladora, con una forma muy viva de expresarse, y ahí Sharonne lo clavó. Con sus gritos, sus expresiones, con la voz clavada. Al menos Venedita pudo hacer humor con Marina cuando se pone a girar como una loca y se tira pedos, pero por ejemplo Juriji estuvo terrible con esa Venedita de voz ronca, que no tenía explicación, Marina no terminó de aterrizar los chistes con los silencios de Juriji, y Estrella ni cambiaba la voz para hablar con su títere de Sharonne, que era cero Sharonne. Como era de esperar, la ‘Charo’ fue la ganadora.

La prueba semanal consistía en hacer un roast (un monólogo cargado de ataques humorísticos) a las cinco reinas mejor clasificadas del año pasado: Dovima Nurmi, Pupi Poison, Killer Queen, Sagittaria y Carmen Farala. Como Sharonne ganó los guiñoles tuvo el privilegio de poder asignar el orden a sus compañeras, y Marina pidió ser la primera, porque iba a hacer algo un tanto diferente a lo que se esperaba y así no sería comparada con las de antes. Pero Sharonne, muy seria, dijo que usaría su poder, y que por eso la dejaría última, dejando a Marina y a todo el público descolocado.

Era una broma, la puso la primera, como quería, pero admito que yo desde casa me llegué a creer que la iba a dejar última solo por fastidiar, y que nos íbamos a encontrar una Sharonne competitiva y zorra a dos capítulos de la final.

Las reinas de la primera temporada pudieron dar consejos a las de esta temporada sobre el roast, sobre por dónde podrían ir y qué temas es mejor evitar. Yo pensé que todas hablarían con todas, que se irían rotando, pero no, cada una tenía una mentora y solo una, y suerte con la que te haya tocado y lo que pueda contarte.

En el taller, Juriji der Klee se abrió un poco sobre sus vivencias personales, y cómo era su relación con su abuela, que murió por covid justo después de que ella declinase ir a una comida familiar, alegando que ya habría tiempo para verse. Algo que entroncaría luego con su pasarela.

La invitada especial del capítulo era la actriz Anabel Alonso, la “Amparo de Kika”. Me llama la atención de que esta cinta sea de las menos valoradas de Almodóvar, pero cómo ha dejado su huella en programas como MasterChef Celebrity (que reunió a Verónica Forqué, Victoria Abril, Anabel y Bibiana Fernández) o Drag Race España, donde ha estado presente en pasarelas o incluso en el Snatch Game.

El roast arrancó pues con Marina, quien se inventó un personaje, el del ‘Hada Marina’ que concede deseos a los drags, y que tenía acento argentino. Brilló, sencillamente. Fue su mejor noche en el concurso, y sorprendió porque normalmente proyecta timidez y contención. Todos sus chistes aterrizaron, tuvo un poco de mala leche, que es lo que se espera, y terminó con un ruveal pequeño en el que aparecía la verdadera Marina para despedirse. Lo clavó.

Sharonne lo hizo muy bien, como era de esperar, pero un giro de tuerca más a las reinas a las que estaba leyendo se habría agradecido. Destacó su teatralidad, sabe manejar el ritmo a las mil maravillas y da gusto verla en cualquier situación.

Estrella Xtravaganza volvió a darnos una Paquita Salas, una representante que te vendía las virtudes de sus representadas. Estaba en el siete, totalmente acelerada, pero a pesar de todo tenía mucha gracia. Estuvo mejor que en su Snatch Game, lo cual tampoco era muy difícil.

Venedita no estuvo mal del todo, pero delante había tenido a tres bestias pardas que hicieron que su show se quedase mucho más flojito. Y lo mismo le sucedió a Juriji, que estuvo mejor que su predecesora, pero también sabía a poco ya a esas alturas. Creo que, con otras rivales, ambas habrían estado al menos salvadas.

La pasarela semanal giró alrededor de las heroínas españolas, y yo esperaba ver allí versiones drags de la Monja Alférez, Agustina de Aragón o Mariana Pineda, pero cada una lo interpretó a su manera. Juriji acudió con un traje muy especial para ella, hecho con trozos de croché hecho por su abuela, que huyó de España por el franquismo. Representaba a las 13 rosas, las mujeres republicanas que fueron ajusticiadas en 1939; su historia me gustó, pero las flores del traje se caían. Una lástima.

Marina llevó un traje muy conceptual que giraba alrededor de la lucha trans, que quedaba francamente bien en pasarela. Tenía unos brazos muy largos, llenos de manos, que protegían un corazón que tenía en su cabeza, y se entendía muy bien. Ella recordó que es una persona trans no binaria, y que eso provoca que a veces le cueste mucho encajar.

Estrella reivindicó a las mujeres pioneras en el periodismo, y llevaba un traje de chaqueta con noticias firmadas por mujeres, y puso sobre la mesa algunas figuras que deberían reivindicarse. Por sacarle un par de faltas, la abertura de la pierna quedaba rara, y que la fantasía del look, que era entero en blanco y negro, incluido el maquillaje, se rompía por los colores que tenía la cámara de fotos.

Sharonne representó a un ama de casa, como una heroína cotidiana que tiene que llevar para adelante familia, labores del hogar y todo lo que se le cruce delante. Fue un traje muy teatral, lleno de complementos muy bien integrado (ese ordenador en el pecho), pero admito que me dio más una mamá estadounidense, de esas que cocinan tarta de manzana y las ponen a descansar en el alféizar, que a un ama de casa española.

Y terminó la pasarela Venedita, que reivindicaba el papel de todas las pintoras que no se estudian en el colegio… Pero no dio un solo nombre, y eso me chirrió. Podría haber hecho un guiño a alguna en concreto, porque yo solo vi una pintora en un taller, con su buena mantilla, y ya. Estéticamente estaba muy chulo, pero no terminé de ver una historia sobre heroínas en concreto.

En el lipsync acabaron Juriji y Venedita, quienes hicieron ‘Fuego’ de Eleni Foureira. La canción resultó un poco larga, y acabó con ambas haciendo la marrana en mitad del escenario, en el que Juri a veces estaba más concentrada en ser sexy que en la letra. Juriji terminó su aventura en el programa con un ‘sashay, te vas’, y por lo tanto, nos quedamos con un top 4 formado por Venedita, Sharonne, Estrella y Marina. De ellas, Sharonne destaca con dos tres victorias, seguida de Estrella con dos, y Marina y Venedita con una cada una. A ver cómo se las apañan con el make over de la próxima semana.

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