La altísima afluencia de turistas que está registrando el litoral de la provincia de Alicante este verano, unido a una cada vez mayor presencia de usuarios de redes sociales que no dudan en usar sus dispositivos móviles en todo momento, trae consigo un cada vez mayor avistamiento de especies marinas cerca de la costa. 

Uno de los últimos vídeos, en esta caso en la plataforma TikTok, apunta al posible avistamiento de ballenas en la cala Sardinera de Xàbia, al norte de la provincia. No es un fenómeno nuevo. A finales de junio de 2022, fueron vistas, en este mismo lugar, una zona especialmente virgen, ballenas rorcuales de aproximadamente 20 metros de largo. 

Precisamente en estas aguas, más pegado a la vecina Dénia, ocho ballenas rorcuales fueron vistas por socorristas días antes. Procedentes del mar de Liguria, entre Génova y Mónaco, se dejan ver por el cabo de Sant Antoni en su travesía camino del estrecho de Gibraltar para alejarse a las frías aguas del océano Atlántico. 

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La sorpresa mayúscula también ha tenido lugar este verano en Orihuela Costa, donde el avistamiento de un tiburón ha obligado a las autoridades a cerrar el baño hasta confirmar su ausencia. Ocurría a mediados de junio cuando un bañista daba la voz de alarma al divisar al escualo, de dos metros de longitud, a escasos metros de la orilla. Su presencia provocaba el ataque de ansiedad de una bañista que lo vio de cerca. 

A este respecto, otra mujer que estaba este pasado viernes bañándose en la playa de San Juan gritaba al asegurar que había visto los dientes de un tiburón, provocando el caos entre el resto de bañistas que salían apresuradamente del agua. Finalmente, la aleta de tiburón que varias personas aseguraban que estaban viendo era en realidad una boya que, movida por el fuerte viento, llevaba a la confusión. 

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Sin embargo, la presencia de tiburones en aguas alicantinas es más común de lo que se cree, donde conviven un centenar de especies, de las que destaca la tintorera por ser la más común. Por suerte, no hay registros de ataques a humanos, más frecuentes en otras latitudes del planeta. Que se acerquen a la orilla ya no es tan normal; los expertos consultados señalan que se suele deber a que han ido siguiendo un grupo de peces o debido a la temperatura inusualmente alta de la capa superficial del mar.

En Benidorm, por su parte, aún se recuerda la tintorera de dos metros y medio y 80 kilos de peso que apareció desorientado el verano pasado en aguas de la playa de Poniente, lo que obligó a cerrar el baño. Posteriormente, y tras un análisis de sangre, fue devuelta a altamar.

Más simpatías despiertan los delfines. Ocurría este pasado sábado en aguas de Guardamar del Segura (en la comarca de la Vega Baja) cuando tripulantes de dos embarcaciones captaban el baile que dos delfines protagonizaban a la altura de la proa, con saltos sobre la superficie incluidos. 

A este respecto, la ley recuerda que, en caso de avistamiento de animales marinos como cetáceos o delfines, las embarcaciones motoras han de reducir la velocidad a los 4 nudos o, directamente, parar el motor y, si es posible, mantener una distancia de 60 metros y la aproximación en todo caso debe ser sueva y lenta en paralelo.