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Estas son las 10 preguntas que debes hacerte a diario para ser mejor persona

Entrar en un nuevo año es la oportunidad perfecta para saber qué cambios queremos que sucedan en nuestras vidas.

7 enero, 2024 17:13

El comienzo de año nos hace replantearnos muchas cosas y, sobre todo, plantearnos nuevos propósitos: ahorrar, crear hábitos saludables, no pensar demasiado las cosas, evitar el estrés o dejar de fumar.

Muchos de ellos quedarán escritos, pero nunca irán más allá; otros se cumplirán y los que quedan, se intentarán. Lo que está claro es que el cambio no se produce de forma automática, sino que somos nosotros quienes tenemos que poner de nuestra parte con fueza de voluntad.

Todo aquello que deseamos que suponga un cambio en nuestra vida requiere un esfuerzo, constancia, confianza en uno mismo y, sobre todo, la lucha por conseguirlo.

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No hay duda que el crecimiento personal sucede de diferentes maneras en diferentes momentos de la vida. Algunas veces, se presentan circunstancias que nos obligan a cambiar e inevitablemente, generan un cambio en nosotros.

Los cambios toman tiempo. Llegar hasta aquello que deseamos puede darse progresivamente o paulatinamente, pero lo que está claro es que para hacerlo es necesario invertir toda la energía emocional posible.

Si durante los últimos años has intentado cambiar aspectos de tu personalidad y no has podido, este 2024 es el momento perfecto. Para ello, los expertos recomiendan que te hagas diez preguntas diarias:

  1. ¿Qué valores influyen en la forma en la que vivo mi vida y en mi toma de decisiones?

    Los valores son los principios por los que se rige una persona. A base de ellos, se forma nuestra personalidad y nuestra forma de ver la vida. Muchos de ellos nos los inculcan desde que somos pequeños, y otros los desarrollamos con el paso del tiempo.

    A lo largo de nuestra vida, nos preguntamos infinidad de veces si estamos actuando de forma correcta o si otra persona lo haría diferente a nosotros. Esa respuesta está determinada por los valores morales, como la solidaridad, la empatía o el respeto.

    Nuestros valores guían directamente nuestras acciones, tenemos la oportunidad de priorizar unos u otros con base en la circunstancia o nuestras emociones en ese mismo instante. 

    Lo fundamental para este año nuevo es identificar nuestros valores, conocer cuáles queremos desarrollar, cuáles de ellos queremos cambiar y cuáles nos hacen mejor persona.

  2. ¿Qué creo acerca de mí mismo que me hace seguir ciertos patrones de comportamiento? 

    Tenemos ideas fijas sobre quienes somos porque llevamos toda la vida siendo de la misma manera. 'Soy muy frío', 'No soy tan simpático como tú', 'Es muy difícil cambiar', pensamientos que evocan sentimientos negativos y nos obligan a continuar siendo de la misma manera.

    Si nos escondemos en esas reflexiones que llevan años acompañándonos, nunca vamos a salir del bucle. Piensa en cómo te definiría una persona que te quiere, y luego cómo te definirías tú mismo.

  3. ¿Qué evito o temo enfrentar de mí mismo?

    Para ser mejor persona, es crucial identificar qué cosas queremos cambiar de nosotros mismos. Escuchar, de la misma manera, a las personas que nos rodean y saber qué estamos haciendo mal.

    Debemos enfrentarnos a nuestras imperfecciones, partes heridas y adaptaciones para cambiar aquellas que no queramos que continúen en nuestra vida.  

  4. ¿En qué se centran mis creencias fundamentales?

    Según Aaron Beck, nuestras creencias son 'nuestra realidad' y para el padre de la terapia cognitivo-conductal, las negativas son la ineficacia, la falta de amor y la impotencia.

    En el momento en el que despierten alguna parte negativa de nosotros mismos, resulta muy útil identificar cuál de estas creencias está siendo perjudicada, para abordar el desafío con conciencia.

  5. ¿Cómo me beneficia mi estancamiento?

    El proceso de estancamiento es algo por lo que pasamos todos y cada uno de nosotros. De hecho, es parte del proceso. El cambio no es lineal, sino que sube, baja y se queda en medio.

    Aceptarlo y encontrar beneficios a partir de él es la clave para seguir adelante. No necesariamente tenemos que estar orgullosos de estar estancados, sino aceptar el proceso y buscar la rentabilidad de nuestro comportamiento.

  6. ¿Qué me provoca y desencadena?

    Los desencadenantes emocionales son esos estímulos o situaciones que producen respuestas emocionales intensas en las personas y están asociados a experiencias pasadas. Nos evocan de manera intensa y emocionalmente provocativa.

    A menudo, culpamos de nuestros factores desencadenantes al comportamiento de los demás, cuando somos nosotros quienes tienen que hacerse cargo. Nadie te provoca, sino que eres tú quien te activa.

  7. ¿De qué otra manera puedo ver una situación?

    Cuando eres consciente de que estás siendo caprichoso, terco y solo estás contemplando tu visión, es cuando puedes intentar cambiar la situación.

    Nadie piensa ni siente como nosotros, debemos estar abiertos a escuchar y ver sus alternativas y circunstancias sin ponernos rígidos o pensar de forma diferente a ellos. 

    Si nos preguntamos de qué manera podemos ver la circunstancia, estaremos abiertos a hacer preguntas abiertas en lugar de ser acusatorios o críticos. 

  8. ¿Cuánto esfuerzo estoy dispuesto a realizar para ser proactivo?

    Resulta extremadamente fácil y cómodo permanecer en nuestra zona de confort, en el lugar en el que no ponemos de nuestra parte y nos refugiamos en "así es mi personalidad".

    Desafiarte a ti mismo cuando tu mente te dice que lo evites, son habilidades valiosas pero sobre todo muy necesarias. Debemos demostrarnos a nosotros mismos que buscar nuevas alternativas vale la pena.

  9. ¿Estoy tomando medidas directas para estar más conectado con los demás?

    Muchas veces tenemos miedo de expresar lo que alguien significa para nosotros o cómo nos sentimos en presencia de la otra persona. Si manifestamos la importancia de las personas en nuestra vida, se originará conexión.

    Esa conexión es la que conduce a la intimidad y a la profundidad en una relación con los demás, lo que también provoca amistades reales.

  10. ¿Estoy tomando medidas con esfuerzo para conectarme conmigo mismo? 

    La persona que va a acompañarnos durante toda la vida somos nosotros mismos. Es fundamental aumentar nuestra confianza, integrar la autocompasión y afirmar nuestros méritos y necesidades. Debemos conocer nuestros puntos fuertes y profundizar en aquellos que consideramos débiles.

    Haz un esfuerzo para dejar atrás el pasado, llevar adelante las lecciones y sobre todo, comprometerte a mejorar. Una vez tengas las respuestas, serás esa persona que hace tanto querías ser.