Hábitos antiguos versus cambio: tú eliges el camino.

Hábitos antiguos versus cambio: tú eliges el camino. No-mad Istock

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Los 'hábitos atómicos' o cómo cambiar tu vida con pequeñas acciones

Cambiar una práctica puede ser un desafío, pero este consejo proporciona un enfoque efectivo y progresivo para lograrlo.

11 noviembre, 2023 01:28

Hoy en día, es común encontrarse con la idea de que, para lograr un cambio significativo en nuestra vida, debemos realizar transformaciones drásticas y radicales. Sin embargo, existe un enfoque diferente y muy efectivo: la teoría de los 'hábitos atómicos'. 

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En la búsqueda de la mejora personal y la consecución de metas, las costumbres desempeñan un papel fundamental. Estas rutinas diarias moldean nuestras vidas de manera silenciosa pero poderosa. Se basa en promover la adopción de pequeñas acciones cotidianas que, a lo largo del tiempo, producen resultados sorprendentes.

Qué son los 'hábitos atómicos'

Se trata de pequeños comportamientos que conforman las bases de las rutinas más grandes. Son las acciones mínimas e invisibles que ejecutamos automáticamente y que tienen el poder de generar un impacto considerable en nuestra vida. Se centra en progresar un 1% cada día en lugar de buscar una mejora del 100% en un solo intento.

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James Clear, autor del libro Hábitos Atómicos (Diana Editorial, 2020), sostiene que el éxito no surge de grandes momentos de cambio, sino de pequeñas decisiones y acciones diarias. Por lo que, adoptar pequeñas prácticas y mantenerlas a lo largo del tiempo genera resultados notables.

Un 'hábito atómico' es una acción simple que se realiza automáticamente, casi sin pensar. Estas acciones, aparentemente insignificantes, son las que construyen rutinas más amplias y complejas. Es decir, si tu objetivo es hacer ejercicio todos los días, tu hábito atómico podría ser ponerse las zapatillas lo que, con el paso del tiempo, se convertirá en una práctica grande y beneficiosa

Cómo funcionan

Cuando adoptamos un nuevo hábito, creamos y fortalecemos circuitos neuronales en el cerebro y, al repetir la acción de forma consciente, ese circuito se fortifica y la costumbre se vuelve automática. La clave se encuentra en la repetición y la constancia.

La 'regla de los dos minutos' es uno de los principios clave de esta teoría. Esta regla afirma que cualquier hábito puede comenzar si se reduce a una acción que pueda completarse en menos de dos minutos. Implantar tareas fáciles contribuye a la reducción de la resistencia inicial a comenzar una práctica.

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Por ejemplo, si quieres adoptar una rutina de lectura diaria, en lugar de proponerte leer un capítulo completo, podrías leer una página. Es una tarea que toma menos de dos minutos y que te ayudará a superar la procrastinación inicial y establecer un hábito de lectura. Una vez interiorizado, será más fácil aumentar gradualmente la cantidad de lectura diaria. 

La acumulación de pequeñas ganancias es otro de los conceptos clave de esta teoría. Se basa en la idea de que el progreso constante, por pequeño que sea, conduce a un cambio significativo a largo plazo. Por lo que, si tu objetivo es mejorar tu salud no des un vuelco a tu dieta, sino que empieza por caminar diez minutos al día

Estas pequeñas acciones pueden parecer insignificantes por sí mismas, pero cuando se acumulan a lo largo del tiempo crean un impacto notable en tu vida. El truco está en la consistencia y el progreso gradual en lugar de la perfección inmediata. 

Cómo implementar los 'hábitos atómicos'

  1. Identifica tu objetivo. Define claramente la costumbre que deseas cambiar o adoptar y desglósalo en una acción mínima aplicando la regla de los dos minutos.

  2. Hazlo atractivo. Encuentra una forma de hacer que la práctica sea agradable o recompensante, sino tú mismo evitarás realizarla. 

  3. Establece recordatorios. Utiliza alarmas o recordatorios visuales para no olvidarlo y asócialo con una señal o evento de tu rutina diaria para recordarte la acción de manera consciente.

  4. Celebra tus logros. Esto reforzará tu acción positiva y te motiva a seguir adelante.  

  5. Aumenta gradualmente la complejidad. Una vez que hayas establecido con éxito tu práctica, aumenta la complejidad y la duración. Esto te llevará a un hábito más grande y beneficioso.