Una de las actividades de Innovamat.

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Educación

La ‘start-up’ que reinventa la enseñanza de las matemáticas en los colegios

Innovamat es el innovador proyecto de cinco emprendedores que buscaban transformar la forma en la que se enseña las matemáticas a los más pequeños. Ya han llegado a más de 1.800 escuelas y 210.000 alumnos, y en su camino han contado con el apoyo de Banco Santander.

20 julio, 2022 03:20

Las trabas a la hora de emprender en España son muchas, pero el talento no es una de ellas. No cuesta encontrar ejemplos en nuestro país de ideas innovadoras y proyectos de emprendimiento que han logrado escalar y hacerse un hueco en el mercado. Uno de estos casos de éxito es Innovamat, un proyecto de emprendimiento que “ofrece materiales didácticos de matemáticas para escuelas y profesores”, explica Isaac Sayol, su cofundador y Chief Product Officer.

Innovamat, que nació hace ya cinco años, es el fruto de una intensa pasión por la educación y las matemáticas que comparten sus fundadores Isaac Sayol, Àlex Espinet, Andreu Dotti, Laura Morera y Cecilia Calvo. Su objetivo es detectar y facilitar al sistema educativo, métodos más atractivos para que los más pequeños aprendan a hacer operaciones matemáticas.

“La matemática escolar tradicional ha estado siempre muy mecanizada, basada en la repetición y en memorizar, y nosotros lo que estamos haciendo es llevar la matemática real al colegio, que básicamente es introducir a los niños en situaciones desconocidas en las que tienen que resolver problemas”, explica Sayol. Para ello, proporcionan a los profesores una guía didáctica y materiales que pueden utilizar en clase (vídeos, juguetes y manipulativos), pero también “damos formación a los profesores y les proveemos de una aplicación de práctica individual donde los niños hacen una práctica semanal de forma digital”.

No se trata de un nuevo método de enseñanza, sino de una colaboración con escuelas y docentes para ayudarles a estructurar nuevas propuestas didácticas. En España se hacen 4 días de matemáticas a la semana, 3 de ellos dedicados a resolución de problemas en grupo en el aula. El cuarto día, en las escuelas en las que Innovamat está presente, “los alumnos tienen una plataforma individual que utilizan para practicar y reproducir los conocimientos que se aprenden. Lo que tradicionalmente se haría en un cuaderno nosotros lo hacemos en una aplicación que tiene juegos, da ayudas al alumno en tiempo real y es autoadaptativa en función de los problemas que el niño va resolviendo”, resume Sayol.

La propuesta curricular que esta empresa ofrece a los docentes permite, a su vez, que “el colegio pueda hacer la transición de tener una matemática basada en repetir unas operaciones a una matemática manipulativa basada en la resolución de problemas”, concluye Sayol.

Los fundadores de Innovamat, Isaac, Andreu y Alex, se conocieron en la universidad cuando cursaban Ingeniería de Caminos. Allí dieron el primer paso en el mundo del emprendimiento, creando una empresa de actividades extraescolares. Este primer proyecto les permitió ver que “la educación era algo que nos gustaba muchísimo”.

A partir de entonces identificaron una necesidad imperante en los colegios, que era transformar cómo se trabajaban las matemáticas en el aula. “Fuimos a la Universidad Autónoma de Barcelona y allí conocimos a las doctoras Laura Morera y Cecilia Calvo, que habían sido autoras de libros de texto de matemáticas. Los cinco nos unimos para crear el proyecto, ellas liderando la parte didáctica y nosotros la de producto, tecnología y negocio”, cuenta Sayol.

La misión lo vale todo

Ser emprendedores primerizos fue una de las principales dificultades a la hora de hacer crecer el proyecto, asegura el cofundador de Innovamat: “Nuestros orígenes eran la ingeniería y las matemáticas y había muchísimas cosas de lo que implica construir un proyecto de las que no teníamos ni idea”.

Emprender en España es cuestión de perseverancia (a los 3 años de su creación solo sobreviven la mitad de las empresas) y, más que una idea revolucionaria, es necesaria una buena ejecución. En el caso de Innovamat una de las claves de su éxito fue la existencia de una necesidad real, puesto que “desde el principio encontramos un buen encaje en los colegios”, considera Sayol.

En el camino hubo que “convencer a mucha gente”, con mucha ‘puerta fría’, muchas llamadas y muchos noes. Sin embargo, para estos emprendedores “la misión lo vale todo”. Vale la pena la espera hasta que llega el primer sí y el proyecto empieza a escalar y a coger forma.

Pero muchos pequeños empresarios en España denuncian la dificultad para encontrar financiación en las etapas más tempranas del emprendimiento. “Al principio nosotros estuvimos prácticamente 5 años sin cobrar. Todo lo que ganábamos con la empresa de extraescolares lo utilizábamos para el proyecto y más adelante en 2019 nos ayudaron desde un grupo de business angels (personas que invierten su dinero en una compañía emergente durante las primeras fases del proyecto) a seguir hacia delante”, recuerda Sayol.

En España, más del 70% de las iniciativas emprendedoras se constituyen con menos de 30.000€ de capital, y gran parte de estos recursos proceden de los propios ahorros de los emprendedores, tal como se indica en el Observatorio del Emprendimiento en España.

A medida que Innovamat fue adquiriendo volumen, “buscábamos financiación para seguir adelante y, en una oficina pequeñita de Banco Santander de Cornellá de Llobregat, el director de la oficina nos habló del Fondo Smart, un producto para financiar proyectos como el nuestro. Hace ahora un año y medio nos aceptaron y hemos seguido desarrollando la relación con ellos y ahora nos han ampliado el plan”, cuenta Sayol.

La participación de grandes entidades financieras en los proyectos de emprendimiento a veces puede ser decisiva en la vida de una start-up. En el caso de Innovamat, cuenta su cofundador, “nos ayudó muchísimo porque nos dio mucha credibilidad frente a otros bancos e inversores privados, que están más dispuestos a apoyarte si ven que el Santander está detrás”.



El fondo Smart es un vehículo de financiación destinado especialmente a empresas y pymes con iniciativas sostenibles, innovadoras y digitales. Se ofrece a las empresas financiación a largo plazo y con carencia para apoyar su crecimiento. A raíz del apoyo de la entidad, Innovamat continuó creciendo y logró sus primeros clientes internacionales, en Santiago de Chile. “Poco a poco hemos ido abriendo nuevos mercados y conseguido sumar más escuelas al proyecto”, declara Sayol. Hoy en día, Innovamat llega a más 1.800 escuelas y 210.000 alumnos y tiene más de 300 empleados en 5 países.