La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero.

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Sociedad

Confirmado por Hacienda: los regalos de Reyes también tributan por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones

Cada vez son más las casas que amanecen con sobres bajo el árbol, una 'ayudita' familiar, que aunque a todos nos viene muy bien, el Gobierno no lo pasa por alto.

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Las claves

Los regalos de dinero dados por Reyes Magos deben declararse como donación ante Hacienda, incluso si provienen de familiares.

No existe un límite mínimo de cantidad para declarar las donaciones; cualquier importe, por pequeño que sea, está sujeto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Las entidades bancarias están obligadas a informar a Hacienda sobre movimientos de dinero superiores a 3.000 euros y pueden bloquear cuentas hasta justificar su origen.

Hacienda tiene hasta cuatro años para reclamar el pago del impuesto y sancionar si detecta donaciones no declaradas.

Con los Reyes Magos a la vuelta de la esquina, las cartas se llenan de juguetes, ropa y regalos que se llevan pensando durante todo el año. Sin embargo, entre sus renglones cada vez es más habitual ver cierta cantidad de dinero "para que te compres lo que quieras".

Un regalo sencillo e inocente que muchos pasan por alto, pero que a Hacienda no se le escaparía.

La Agencia Tributaria recuerda que cuando una persona recibe dinero de otra sin dar nada a cambio, estamos ante una donación. Y las donaciones, aunque se hagan con cariño y en fechas señaladas como Reyes, tienen que declararse a través del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Da igual si el dinero lo dan padres, abuelos, tíos o padrinos, a ojos de la ley, sigue siendo una entrega gratuita.

Una de las dudas más comunes es si existe una cantidad mínima a partir de la cual hay que declarar, sin embargo, la respuesta es clara ya que al igual que en el resto de gestiones, no hay un límite mínimo.

Técnicamente, tanto los 50 euros que da una abuela como los 300 euros para ayudar a pagar un viaje deberían declararse. Eso sí, la realidad es que Hacienda no suele perseguir pequeñas cantidades, ya que son difíciles de controlar y, además, muchas comunidades autónomas aplican bonificaciones que reducen mucho el importe a pagar.

Sin embargo, el control aumenta cuando las cifras son más altas. Los bancos están obligados a informar a Hacienda de movimientos de dinero que superen ciertos límites.

Cualquier ingreso o retirada de más de 3.000 euros puede levantar sospechas, y en estos casos, la entidad bancaria puede pedir explicaciones e incluso bloquear temporalmente la cuenta hasta que se justifique el origen del dinero. Un protocolo que forma parte de la normativa contra el blanqueo de capitales.

Otro punto importante es el plazo. Y es que aunque un regalo no se declare en el momento, Hacienda tiene hasta cuatro años para pedir explicaciones, y si detecta que ese dinero fue una donación no declarada, puede exigir el pago del impuesto correspondiente e imponer una sanción.

Por eso, aunque la ilusión nuble la realidad, en Navidades también conviene ser prudente, sobre todo cuando hablamos de cantidades fuera de lo normal.

Así que, antes de preparar el sobre, hay que informarse bien y, en caso de duda, consultar con un profesional para evitar futuros sustos en la noche más mágica del año.