Montaje de una imagen de un soldador profesional y de Blas Martín.
Un soldador profesional, sobre los jóvenes en el sector: "Si viene y me saca el trabajo, me da lo mismo pagarle 3.000 euros"
Blas Martín es un soldador profesional en Granada que fue muy sincero sobre la escasez de trabajadores que vive España en este sector.
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Hay determinadas profesiones en España que viven una gran escasez de trabajadores como la albañilería, la fontanería o la electricidad. Al no atraer a los jóvenes y vivir un envejecimiento de su población, carecen de relevo generacional.
Esto es algo que afecta directamente a dichos sectores, ya que provocan que sea muy difícil contratar y más aún cumplir con la gran demanda de trabajo que hay en el mercado.
Así, el soldador profesional Blas Martín estuvo en el podcast Sector Oficios, donde señaló cómo los jóvenes piden condiciones laborales que en el sector no se pueden permitir.
Faltan soldadores en España
La soldadura es un oficio clave para la industria en España, abarcando sectores como la construcción, la automoción, la energía y la metalurgia.
Sin embargo, en los últimos años se ha detectado una creciente escasez de profesionales cualificados en este campo.
Esta falta de mano de obra especializada afecta tanto a grandes empresas como a talleres más pequeños, dificultando la ejecución de proyectos y encareciendo los costes laborales.
Uno de los factores que contribuye a esta escasez es la dificultad para atraer a jóvenes hacia la profesión.
La percepción de que se trata de un trabajo duro, con turnos largos y exposición a riesgos físicos, junto con salarios que no siempre reflejan la cualificación requerida, hace que muchas personas opten por otras carreras más seguras o cómodas.
Esto ha generado un vacío general que amenaza la continuidad del sector.
"Siento que quieren entrar y cobrar como cualquiera, ojalá se pudiera", aseguraba Martín. "Pero claro, si no llevas experiencia y no haces lo mismo que una persona que lleva cinco años, hombre...nos obligan a pagar lo mismo pero no rinden lo mismo".
"Es que dicen: 'Mira, yo no voy a ir a trabajar por 1.200 euros'. Pero es que igual 1.200 euros son tres meses, luego pasas a 1.500 y al siguiente año 1.700 o 1.800 euros. Qué me gustaría a mí pagar 2.000 euros. Hombre, si los sacas...", afirmaba.
El soldador indicaba cómo es una profesión en la que no se puede empezar con un salario alto, sino que es algo que se gana con la experiencia y el trabajo diario.
"Si yo tengo al chaval y me saca trabajo, a mí me da lo mismo pagarle 2.000 o 3.000 euros. La cosa es sacarlo. Lo que no puedes hacer es sacar de tu bolsillo para pagar", aseguraba Martín.
Además, la formación profesional en soldadura no siempre cubre la demanda real del mercado.
Muchos talleres y empresas necesitan especialistas en técnicas específicas o con certificaciones concretas, lo que obliga a invertir tiempo y dinero en capacitación adicional.
Como resultado, la combinación de escasez de profesionales, alta demanda industrial y la necesidad de cualificación especializada ha convertido la soldadura en uno de los oficios más buscados y a la vez más difíciles de cubrir en España.
Sin embargo, la soldadura no es la única profesión que vive una gran escasez, sino sectores como la hostelería, la construcción, la agricultura o el transporte y logística.
"No creo que sea tanto el trabajo que hace alguien nuevo como la falta de personas que hay", reflexionaba Martín. "Faltan electricistas, falta gente para la obra, para fontaneros, para hostelería...para todo. No sé qué pasa".