La joven lidera una de las marcas más conocidas del mercado.

La joven lidera una de las marcas más conocidas del mercado. Cedida

Sociedad

Laura Rabasco (31), empresaria española en Brasil: "Seguimos creciendo pero despacio, el cambio horario no es fácil"

A sus 31 años, esta cordobesa lidera Pitusas, la marca española de alpargatas que se ha consolidado en Europa gracias a su diseño y fabricación en España.

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A sus 31 años de edad, Laura Rabasco vive en São Paulo con su marido, Javi, y sus dos hijos, mientras esperan felices el tercero.

Desde allí, a miles de kilómetros de su Córdoba natal, sigue al frente de Pitusas, la marca de alpargatas que creó con apenas 23 años y que ya se ha ganado un lugar en los armarios de muchas amantes de la moda.

Su vida es una mezcla de éxito, esfuerzo y sacrificio. Y es que tal y como confiesa a EL ESPAÑOL, sabe que el camino no ha sido fácil: "Como madre he sufrido muchísimo".

A pesar del momento en el que vivimos, emprender no siempre es tan bonito como lo pintan, y Laura, siendo mujer, lo sabe muy bien.

Detrás de una buena estética en redes y unas ventas tan exitosas hay noches sin dormir, dudas y también, muchas, pero muchas ganas de renunciar.

La fabricación es 100% española.

La fabricación es 100% española. Cedida

Sin embargo, Laura sabe que es su lugar, y al igual que este éxito le llegó sin esperarlo, sabe que será el tiempo, el esfuerzo y la confianza lo que le permitirá poder seguir creciendo.

Todo comenzó, "mientras estudiaba Publicidad y Relaciones Públicas", donde Laura aún no sabía ni cuál sería su camino. Le apasionaba la moda y la comunicación, pero realmente no tenía claro cuál podría ser su rumbo.

Sin embargo, todo cambió con un tropiezo que parecía definitivo. Y es que en su último año, antes de convertirse en graduada, Laura suspendió dos veces su Trabajo de Fin de Grado.

Decepcionada, no pensó en rendirse, sin embargo, fue Javi quien le dio el empujón necesario. "Mira, tira ese trabajo fin de grado a la basura… ¿por qué no lo haces de algo práctico, de algo real que tú quieras hacer?" le dijo una noche, entre risas mientras cenaban y comenzaban a conocerse.

Laura, aunque con dudas, se deshizo de ese mal trabajo y comenzó con un proyecto que sabía que le podía merecer la pena.

La joven cordobesa mezcló sus dos pasiones y se puso manos a la obra con un nuevo TFG que lo centraría en crear la marca de sus sueños.

La emprendedora ha tenido que aprender a compaginar empresa y familia.

La emprendedora ha tenido que aprender a compaginar empresa y familia. Cedida

Laura adoraba las alpargatas porque para ella, ese calzado, era estar en casa. "Recuerdo perfectamente el olor del armario de mi madre cuando me dejaba ya ponerme alpargata, lo recuerdo perfectamente", cuenta con nostalgia.

Y es que aunque a veces no eran cómodos y le hacían rozaduras, la ilusión de estrenar aquellas alpargatas que "siempre me recordaban al verano, que para mí es la mejor época del año" se quedó grabada en su memoria y terminó por inspirarle su futuro.

Fue así como nació Pitusas, un proyecto que convertiría su amor por las alpargatas en un negocio propio con el futuro amor de su vida.

Con la idea clara, empezó a buscar fábricas y proveedores, a diseñar prototipos y a planear un proyecto con el que podía transformar su vida.

Las alpargatas eran la pasión de Laura.

Las alpargatas eran la pasión de Laura. Cedida

En junio de 2017, mientras presentaba su Trabajo de Fin de Grado, "Pitusas ya había vendido 200 pares y tenía cientos de seguidores en Instagram".

Desde ahí todo fue hacia arriba. Sin embargo, los primeros años fueron intensos y llenos de nuevos retos a los que hasta ese momento, nunca se habían enfrentado.

Laura y Javi empezaron su relación, mientras emprendían en su primera empresa, se fueron a vivir juntos, pidieron préstamos y levantaron la marca al mismo tiempo.

A pesar de todo, la apuesta salió como soñaban y lograron el éxito de Pitusas, manteniendo la esencia de la alpargata tras reinventarla sin perder su tradición.

La joven gestiona todo el proceso.

La joven gestiona todo el proceso. Cedida

Fabricadas en España, con materiales de alta calidad y enfocadas en la comodidad, estas alpargatas conquistaron rápidamente a mujeres que buscaban algo auténtico. "Nadie mejor que nosotros sabe como hacerlo", afirma Laura con orgullo.

En 2019, la vida los llevó a São Paulo por motivos familiares. "Javi recibió una nueva oportunidad laboral" y la familia decidió mudarse.

Desde allí, Laura ha seguido liderando Pitusas, aunque reconoce que manejar un negocio a distancia y "con el cambio horario, no ha sido fácil".

De un equipo de seis personas pasaron a trabajar solo con dos, pero "la marca sigue creciendo, aunque más despacio", y con proyectos futuros en un nuevo destino que les permitirán acercarse más a España y reforzar su presencia europea.

Ahora, la joven está feliz con el proyecto.

Ahora, la joven está feliz con el proyecto.

Ser madre y emprendedora al mismo tiempo ha sido uno de los mayores retos de Laura. Y es que aunque durante años estuvo físicamente con sus hijos, no siempre pudo darles la atención y paciencia que deseaba.

La empresaria relata que liderar su marca "no me ha permitido disfrutar de forma agradable de mis niños, porque aunque estaba presente porque al final llevo 4 años teletrabajando la mayor parte del año desde Brasil, no me pillaban nunca de buen humor".

"Llegó un momento que me molestaban muchísimo. Eran como una carga para mí. El ruido que hacían acababa conmigo la verdad y entendí que la culpable soy yo, que tenía que apartarlo, que o bien me iba a trabajar fuera o bien priorizaba a mi familia, porque al final toda etapa tiene su momento", explica.

"Me he frustrado por enfadarme con ellos cuando no tenía ninguna culpa de estar trabajando a horas donde ellos ya estaban en casa", confiesa.

Con el tiempo, Brasil le ha enseñado a vivir más despacio y a organizar mejor su tiempo, disfrutando de su familia y de su trabajo sin que uno consuma al otro.

Ahora lo tiene claro. Laura prioriza su vida familiar, convencida de que llegará el momento de dedicarse por completo a la empresa.

Hoy, Pitusas se centra en finalizar el año “liquidando” con vista a sus nuevos proyectos, con el objetivo de cerrar 2026 con una facturación cercana a 600 mil euros.

Además, se prepara para abrir nuevas líneas de producto tras su expansión ya que, como bien dice su fundadora, “lo importante no es llegar al millón”, sino mantener su esencia pensando en nuevas metas que alcanzar.