Anabel Moreno Ruiz en su vídeo de TikTok.

Anabel Moreno Ruiz en su vídeo de TikTok.

Sociedad

Una hostelera estalla contra las críticas por cobrar las bolsas en su pollería: "Eres ecologista cuando te las cobran"

Una hostelera recibe críticas tras empezar a cobrar por las bolsas de plástico, una práctica legal que aún genera rechazo en clientes habituales.

Más información: Natalia de Santiago declara si es mejor comprar o alquilar vivienda: “No es tirar el dinero”

Publicada

En un pequeño negocio de comida para llevar, la hostelera conocida en TikTok como @anabelmorenoruiz3 ha decidido alzar la voz ante la avalancha de críticas que ha recibido tras comenzar a cobrar las bolsas de plástico.

La decisión, tomada hace menos de un mes, ha desencadenado comentarios negativos por parte de algunos clientes habituales que, hasta ahora, no habían tenido que pagar por ellas.

"Después de cinco años, hace poco menos de un mes, decidimos empezar a cobrar las bolsas de asa", explica Anabel.

Aunque existe una normativa sobre el cobro de este tipo de bolsas, comenta que en muchos comercios pequeños todavía no se aplica.

"No lo entiendo. En comercios pequeños, como fruterías, panaderías o locales de comida para llevar, diría que en un 60% de los casos todavía no se cobran las bolsas", relata.

La empresaria sostiene que esta permisividad ha fomentado hábitos abusivos por parte de algunos consumidores, que incluso solicitan más de una bolsa sin coste adicional.

"Decían cosas como: 'Pónmelo con doble bolsa' o 'Pónmelo en dos bolsas, que así llego y se lo dejo directamente a mi hija'", recuerda Moreno Ruiz.

En su establecimiento han llegado a situaciones absurdas, como la de un cliente que, tras comprar una sola ración de magra con tomate, exigió una bolsa grande para poder meter también otras cosas que traía del supermercado.

"Me parece un abuso y creo que todo el mundo debería de cobrarla", comenta, visiblemente molesta con la situación.

La respuesta habitual al ofrecer la bolsa es reveladora: "Le digo: '¿Quiere bolsa, caballero?'. Y me responden: '¿Me la vas a cobrar? Entonces no, que la llevo en la mochila'".

Pero lo que más le indigna es la justificación posterior: "Y cuando saca su bolsa, dice: 'Es que yo soy muy ecologista'. Claro, eres ecologista cuando te las cobran".

Además, lanza una crítica directa a la hipocresía de quienes protestan en los pequeños comercios, pero no en los grandes supermercados.

"¿Por qué esas quejas no las hacéis en Mercadona, Carrefour, Esfera, Stradivarius, en esas grandes cadenas que facturan millones de euros al año, y en cambio venís a quejaros, además con descaro, a un pequeño comercio?", critica la emprendedora.

La realidad económica también influye. Según cuenta, el gasto anual en bolsas de asa ronda los 2.400 euros.

"Cada bolsa me cuesta 9 céntimos y le estoy cobrando a la gente 10 céntimos", detalla, dejando claro que el beneficio es mínimo.

Aun así, cree que los grandes establecimientos pagan mucho menos al comprar en cantidades más grandes.

"Estoy segura de que en las grandes superficies pagan mucho menos por las bolsas, porque las compran en mayor cantidad", afirma.

Por eso, pide más comprensión hacia quienes, como ella, sostienen negocios de barrio donde cada céntimo cuenta. "Sois muy injustos, algunos", concluye Anabel Moreno Ruiz.

Este testimonio pone sobre la mesa una realidad que muchos ignoran: las pequeñas decisiones en el comercio local tienen detrás razones económicas y de justicia básica.

Y, como recuerda esta hostelera, no siempre se mide con la misma vara según quién tome esas decisiones.