Un albañil no se corta y habla sobre el trabajo en la obra: "Los españoles ya no quieren ser albañiles, solo los de fuera"

El sector de la construcción en España lleva años enfrentándose a retos importantes: falta de relevo generacional, subida de costes, estancamientos de salarios y, más recientemente, escasez de mano de obra. Y es que no solo faltan ladrillos, también faltan brazos.

Aunque las cifras del empleo en la construcción muestran una ligera recuperación, muchos profesionales del sector alertan de que la profesión de albañil está cada vez menos valorada entre los jóvenes españoles.

Precisamente Damián, un encargado de obra, ha contado a @marc.esquerrer, la dificultad que tiene para encontrar trabajadores nuevos.

No a la construcción

"Conozco a mucha gente joven y no les interesa trabajar de albañil. Dicen que tienen otros trabajos en los que pueden ganar igual o más y no se cansan ni la mitad", confesaba el experto ante los micrófonos del influencer.

Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, y recopilados por el Observatorio Industrial de la Construcción, en el primer trimestre de 2025 el número de personas ocupadas en el sector alcanzó los 1.479.111 trabajadores, lo que supone un aumento del 4,3 % respecto al año anterior.

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Sin embargo, el crecimiento en la incorporación de trabajadores de nacionalidad extranjera ha sido mucho más elevado que el de españoles: de los 101.200 nuevos activos, apenas 3.500 eran españoles, frente a 97.800 extranjeros.

Aunque la EPA no desglosa nacionalidad por sector concreto, la tendencia es clara: la construcción se mantiene gracias, en buena parte, a la mano de obra extranjera.

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Damián lo resume con claridad: "Estamos cubiertos porque viene gente de fuera. Pero sería interesante que hubiera más españoles trabajando en la construcción, y que no digan que no trabajan en esto porque se cansan o porque se tienen que esforzar".

Sobre el salario, Damián asegura que actualmente "no está bien pagado" a comparación de los riesgos que se viven cada día. "Nuestro trabajo es más peligroso que el de un mecánico. Creo que se tiene que pagar bastante más", arrojó.

Aun así, reconoce que un mayor salario encarecería los proyectos. "Un albañil se tira meses trabajando en una obra y encarece más. Estamos bien pagados, pero se podría pagar un poco más por el nivel de riesgo que conlleva". 

Actualmente, asegura que el volumen de trabajo ha cambiado: "Antes había mucho trabajo, pero ahora son más trabajos como que arreglan cosas en casa. Siempre tenemos trabajitos. Son trabajitos más pequeños".

Sin embargo, recuerda que el trabajo que hacen es fundamental para todos: "Es un trabajo que no se valora mucho, pero todo el mundo quiere tener una casa, una cocina, una buena escalera. Esto no lo puede hacer cualquiera".