Apagón en el Mad Cool.

Apagón en el Mad Cool. Cedida

Sociedad

Rodrigo Herrero, asistente al Mad Cool, carga contra el festival: "Les da absolutamente igual el público"

Rodrigo Herrero denuncia cómo los cortes eléctricos y la falta de comunicación arruinaron parte del concierto y la experiencia de los asistentes. 

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El festival Mad Cool, uno de los eventos musicales más esperados del verano en Madrid, ha vuelto a ser foco de polémica.

Esta vez, la crítica llega de parte del público, que denuncia fallos técnicos y falta total de comunicación por parte de la organización.

EL ESPAÑOL ha podido hablar con Rodrigo Herrero, un madrileño de 25 años que asistió a la jornada del jueves. Con evidente frustración, lamenta: "Les da absolutamente igual lo que le haya afectado a su público".

"Debió de ser cerca de las nueve. Era un concierto de uno de los cabezas de cartel, Gracie Abrams. Yo estaba allí con mi grupo de amigos y, de repente, cuando llevaba unos 20-25 minutos de concierto, hubo un apagón total", cuenta Rodrigo.

El problema, según su testimonio, no fue solo el apagón, sino la incertidumbre y la ausencia total de información por parte de la organización.

"Pensábamos que era un problema puntual, de esto que hay un apagón y a lo mejor dura 2-3 minutos y luego se retoma el concierto, pero la verdad es que estuvo mínimo 20-25 minutos", explica.

Gracie Abrams apenas había podido desplegar su concierto cuando todo se detuvo. La espera fue larga, sin explicaciones.

"Luego no siguió el concierto, o sea, al final sí que es verdad que volvió para hacer una última canción, pero estuvimos 25 minutos en los que la organización no nos dijo absolutamente nada", relata.

Rodrigo lamenta que este tipo de incidentes tengan un efecto directo en la experiencia del público, que se perdió gran parte del espectáculo.

"El problema de un festival es que, claro, si te quitan 25 minutos de un concierto, no pueden hacer nada para recuperarlo, porque hay más artistas, hay más cosas que hacer en esos conciertos. Para la gente que está allí, es una pena", añade.

Muchos asistentes, tal y como señala, acuden a festivales para ver a artistas concretos. Por eso, considera inaceptable que no haya ningún tipo de compensación o al menos una disculpa formal.

"Te quitan media hora de un concierto que dura una hora, la organización no te dice nada, ni tampoco mencionan nada sobre devolver el dinero por las molestias", explica.

Y lo peor, asegura, es que no fue un caso aislado. Según cuenta Herrero, también hubo problemas en otro de los escenarios.

"Al parecer, también en el concierto de al lado, que empezaba un poco después, sobre las nueve y media, ocurrió algo similar", detalla.

En ese caso, la interrupción también duró entre 15 y 20 minutos, aunque al menos allí sí se notificó que había un fallo técnico.

"Creo que en ese concierto, en el escenario 2, sí que avisaron de que había algún problema técnico y que lo estaban solucionando, pero por parte de la organización no supimos nada más", narra.

Aunque el resto del festival transcurrió sin nuevos incidentes técnicos, el daño ya estaba hecho.

Rodrigo, visiblemente molesto con la situación, se plantea incluso iniciar una reclamación formal.

"Estamos pensando en poner una reclamación, porque claro, si la duración de los conciertos de las cuatro o cinco figuras más importantes se reduce a la mitad, pues realmente afecta a la experiencia", expone.

Lo que más indigna a este joven madrileño es la pasividad del festival: "El festival no pone ningún tipo de facilidad y ni compensación, sino que simplemente les da absolutamente igual lo que le haya afectado a su público", concluye.

En un evento de la magnitud y el coste de Mad Cool, con entradas que superan fácilmente los 80 euros por día, los asistentes esperan al menos una gestión profesional de imprevistos.

Lo vivido por Rodrigo y su grupo de amigos es, según él mismo asegura, una muestra de la falta de consideración de la organización hacia su propio público.